domingo, marzo 09, 2008

Bombardeo del gobierno de Colombia y sus repercusiones en la UNAM

Una decena de ciudadanos mexicanos podrían estar entre los muertos en el ataque militar colombiano llevado a cabo el pasado sábado contra un campamento de las FARC en Ecuador, afirmó ayer el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa ecuatoriano, Gustavo Larrea. El funcionario dijo a los periodistas que podrían ser “más de diez, un grupo numeroso” de las al menos 24 personas que fallecieron en la operación Fénix, en la que murió el “número dos” de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes. El ministro precisó que era un grupo de alumnos y profesores de la UNAM y que, según esa casa de estudios, “vinieron a hacer una investigación sobre la única fuerza insurgente que pervive en Sudamérica hoy

Cinco mexicanos que están desaparecidos en Ecuador se encontraban en el campamento de las FARC atacado por las fuerzas colombianas el 1 de marzo, y es posible ``que estos ciudadanos hayan perecido'', informó el ministro de Seguridad, Gustavo Larrea. En rueda de prensa, Larrea señaló que ``ya tenemos la seguridad de que cinco ciudadanos mexicanos ingresaron a Lago Agrio (cerca de la frontera) el día viernes 29 (de febrero) por la mañana, se trasladaron a este campamento y que estuvieron en el campamento al momento del bombardeo y es posible que estos ciudadanos hayan perecido durante el bombardeo''.

Según datos encontrados en los computadores hallados en el campamento de las FARC destruido el sábado pasado por el ejército colombiano en territorio ecuatoriano, y que supuestamente pertenecen al número dos del grupo guerrillero, Raúl Reyes, los mexicanos Lucía Andrea Morett Álvarez y Juan González del Castillo, presumiblemente su alumno, recibían adiestramiento de los rebeldes, que incluía manejo de explosivos, de acuerdo con el diario colombiano El Tiempo.

La UNAM lamenta el uso de la violencia en cualquiera de sus expresiones y califica de “absolutamente temerario e irresponsable” afirmar que hay oficinas de algún grupo guerrillero en la institución.

La secretaria general de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Tatiana Sule Fernández, manifestó que “no se tiene absolutamente ninguna información de que un grupo haya ido por parte de la Universidad al Congreso Bolivariano”, realizado recientemente en Quito, Ecuador. Nosotros, insistió, no tenemos ninguna información de algún grupo de estudiantes o profesores que hayan solicitado una licencia, que es lo que corresponde, o una comisión para asistir a algún evento fuera del país.

Más de 80 académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo rechazaron las acusaciones contra Lucía Andrea Morett, pidieron garantizar su integridad física y mental y expresaron el apoyo a Jorge Luis Morett, padre de la joven. “Rechazamos cualquier intento de imputarle a Lucía Morett actividades ilícitas o de estigmatizarla como presunta guerrillera, y mucho menos como terrorista. La familia Morett se ha distinguido por su desempeño académico y su educación social”, expresó Patricia Muñoz Sánchez, una de las académicas del plantel.

Los padres de la joven mexicana Lucía Andrea Morett Álvarez llegaron ayer a Quito para encontrarse con su hija, quien está internada en un hospital tras sufrir heridas en el ataque colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador el pasado sábado. “Mi hija es inocente, por supuesto”, respondió Morett, rodeado de una nube de periodistas en el estacionamiento del nosocomio, a una pregunta sobre si su hija había participado en actividades armadas de grupos irregulares.

El padre de la mexicana Lucía Andrea Morett, herida el pasado 1 de marzo en el bombardeo a un campamento de las FARC en Ecuador, negó que su hija estuviera siendo entrenada por esa guerrilla. En declaraciones a un noticiero mexicano, Jorge Morett Sánchez salió al paso de las informaciones aparecidas en la prensa, que afirman que su hija recibía cursos sobre manejo de explosivos por parte de las FARC.

No parecía estarse preparando para ninguna guerrilla cuando aquel martes 18 de septiembre, a las 11 de la noche, llegaba perfumada y desmadrosa, en un automóvil Neón dorado, a la fiesta de unos amigos de trabajo del Imer en la colonia La Candelaria, en la Ciudad de México. Se trataba del domicilio donde Lucía Andrea Morett se habría de reunir con quienes conoció por haber realizado su servicio social, entre abril y octubre del año pasado, en el Instituto Mexicano de la Radio (Imer).

Conquistas del movimiento encabezado por el Consejo General de Huelga (CGH) de 1999-2000, en la UNAM existen al menos 70 salones o cubículos estudiantiles autónomos donde los jóvenes trotskistas, anarquistas, marxistas, leninistas, espartaquistas o guevaristas lo mismo exhiben películas que organizan círculos de estudios o incluso venden comida corrida.

El presidente mexicano exigió a los gobiernos de Colombia y Ecuador una investigación judicial, que consista no sólo en los hechos, sino en una indagatoria que explique “las razones” por la presencia de mexicanos en el campamento de las FARC que fue atacado por helicópteros colombianos. “Me parece grave este incidente, en el que por cierto quedó herida una persona de nacional mexicana y probablemente perdieron la vida otra u otras más, lo cual por supuesto que deploramos y exigimos la investigación correspondiente en términos de los órganos judiciales, no sólo de los hechos, sino también de las razones por las cuales se da la presencia de nacionales mexicanos en un campamento que, como se ha dicho aquí, es irregular, armado, etcétera”, expuso.

¿Cuál es la definición de terrorismo según la Real Academia Española?
Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.

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