En las últimas dos décadas ha aumentado de manera alarmante la obesidad infantil. Por muchos años en el siglo XX muchos niños y niñas llegaban a la escuela sin desayunar. Esta situación, afortunadamente, ha cambiado; sin embargo, el sistema educativo sigue funcionando de manera monolítica se realiza lo mismo, al mismo tiempo, en todo el territorio mexicano. Los desayunos y las cooperativas escolares contribuyen que los niños estén sobre alimentados:
Esto no significa que desaparezcan los desayunos escolares, sino que deben distribuirse de manera diferenciada, y llegar a aquellos niños que no tienen un desayuno en casa:
El desayuno escolar y los productos que venden en las tienditas de la escuela representan un exceso de alimentación entre los niños, y con ello el riesgo de que padezcan obesidad. Debido a que cuatro de cada diez infantes padecen sobrepeso, Ana Bertha Pérez, directora del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana, señaló que es urgente revisar qué tanto afectan los hábitos en las escuelas. Un desayuno escolar del DIF brinda alrededor de 500 calorías, lo cual equivale a un tercio de la energía requerida por un niño de nueve años, por lo que si antes de ir a la escuela desayuna y luego consume este tipo de lunch, corre el riesgo de subir de peso. Aclaró que no se trata de eliminar este desayuno, pero sí debe cuestionarse si debe proporcionarse a todos los niños, pues según sus estudios, sólo 25% de los escolares depende del desayuno escolar. Opinó que éstos deben distribuirse entre los alumnos que no tienen para desayunar, por lo que debe brindarse en zonas indígenas y marginadas, en vez de darlo a niños de grandes urbes que sí desayunan antes de ir a la escuela.
El desayuno escolar y los productos que venden en las tienditas de la escuela representan un exceso de alimentación entre los niños, y con ello el riesgo de que padezcan obesidad. Debido a que cuatro de cada diez infantes padecen sobrepeso, Ana Bertha Pérez, directora del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana, señaló que es urgente revisar qué tanto afectan los hábitos en las escuelas. Un desayuno escolar del DIF brinda alrededor de 500 calorías, lo cual equivale a un tercio de la energía requerida por un niño de nueve años, por lo que si antes de ir a la escuela desayuna y luego consume este tipo de lunch, corre el riesgo de subir de peso. Aclaró que no se trata de eliminar este desayuno, pero sí debe cuestionarse si debe proporcionarse a todos los niños, pues según sus estudios, sólo 25% de los escolares depende del desayuno escolar. Opinó que éstos deben distribuirse entre los alumnos que no tienen para desayunar, por lo que debe brindarse en zonas indígenas y marginadas, en vez de darlo a niños de grandes urbes que sí desayunan antes de ir a la escuela.
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