En el territorio mexicano se celebrará en el 2010 el llamado bicentenario, 200 años de dejar de ser un virreynato. Quizá sea el gobierno en turno quien tenga algo que celebrar... sin embargo, no sabremos cuanto costarán esos mentados festejos, pues, se han clasificado como secreto militar. Y los únicos que suben su salario en época de crisis son los legisladores. ¿A 200 años podemos estar orgullosos de nuestros resultados de cara a la juventud mexicana? Tengo mis dudas:
La violencia se instaló en el norte para no irse jamás:
Tres adolescentes —dos hombres y una mujer— alumnos del Colegio de Bachilleres (Cobach) plantel La Mesa murieron al ser atacados con armas de alto poder por pistoleros que viajaban en un auto compacto, cuando circulaban a bordo de una camioneta Cherokee, dorada, con placas de California, cerca del inmueble de esa institución en Tijuana, Baja California. Los occisos son Tamara, Osvaldo y Jonatan Manuel, todos de 16 años y quedaron dentro del vehículo acribillado con “cuernos de chivo”. El vehículo se impactó contra un poste de luz junto a una escuela secundaria.
Para los jóvenes su esperanza es encontrar un trabajo precario y de pésima calidad y bajos salarios:
En México el empleo es precario y de muy baja calidad. La contratación por honorarios, cuyos grandes promotores son los gobiernos de todos los niveles y partidos, convierte a los trabajadores en indocumentados o braceros del sistema laboral, porque carecen de casi toda garantía. Lo peor es que nos estamos acostumbrando a ese y otros métodos de desprotección, lamenta el experto Arturo Alcalde. A su vez, Enrique de la Garza, catedrático especializado en temas laborales y ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes, coincide en que el gran problema de México no es el desempleo, sino la calidad de la oferta laboral. Ésta ha empeorado porque son trabajos que no logran satisfacer las necesidades de quienes los realizan. La consecuencia, continúa el académico, es que hoy la mayoría de los mexicanos viven peor que antes de la crisis.
Por ello, la educación no es un aliciente, es simplemente otro discurso del próximo político que busca un puesto de elección popular. Los años invertidos en la educación no corresponden a un mejor nivel de vida. Por ello, estudiar parece más un castigo:
Para muchos jóvenes la educación no tiene sentido, pues no les garantiza acceder a mínimos de bienestar. Siete millones de ellos, conocidos como ninis porque ni estudian ni trabajan, son blanco potencial de la ilegalidad. Ante ese panorama, se ha gestado entre la juventud un fenómeno de desesperanza y frustración, pero también de malestar social, que de acuerdo con expertos ya deja sentir sus efectos. La directora del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), Priscila Vera, expresa que la falta de certidumbre sobre el futuro se ha traducido en deserción escolar, depresión y angustia. Inclusive, resalta, se vincula con la problemática del suicidio.
El ingreso mensual promedio de quienes terminaron la primaria y tienen entre 18 y 25 años es de 3 mil 314 pesos, y de quienes concluyeron la secundaria es de 3 mil 559. Para los que cuentan con bachillerato la diferencia no es tan grande, ya que su sueldo promedio asciende a 3 mil 975 pesos al mes, mientras quienes concluyeron estudios superiores ganan 6 mil 693, según estadísticas de la Subsecretaría de Educación Media Superior.
¿Y tú si puedes estar orgulloso de tu legado a tus hij@s, sobrin@s o niet@s? ¿Consideras que debe continuar esta situación por otros 200 años? ¿Has hecho algo diferente o sigues en las mismas?
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