El fracaso de los gobiernos federales desde hace 40 años por crear una economía, que permita a los mexicanos tener un buen nivel de vida, ha producido que cada pocos años se declare una crisis financiera, una debacle económica. Por ello, el gobierno federal ha renunciado a crear un sistema educativo de buena calidad. Esta situación ha generado que distintos actores propongan que la educación se privatice:
El Estado no puede canalizar un centavo más a la educación, en consecuencia es necesario solucionar el problema de demanda educativa con inversión privada, advirtió Francisco Vizcaya, socio fundador y director general de Finae, institución encargada de administrar créditos a la educación. La oferta de la educación pública superior en México es insuficiente para cubrir el importante número de jóvenes que desean obtener una licenciatura y difícilmente se puede esperar que la solución provenga del gobierno, explicó. Según el informe del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), órgano autónomo de la UNESCO, el país tiene una de las tasas más bajas de matrícula en educación superior, comparado con otros países de Latinoamérica, como Argentina, con 60 por ciento; Chile, con 46.2 por ciento, y Brasil, con 22.7 por ciento. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP) únicamente 21 por ciento de los estudiantes que entran a la universidad terminan la licenciatura.
Quizá hay que pensar en otro tipo de gobernanza para el territorio mexicano, el sistema actual simplemente está construido para perpetuar la inversión en los gastos de los partidos políticos y el gasto en la publicidad; todo lo demás es prescindible, como la buena calidad de vida de los mexicanos.
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