cómo se aprende a ser un buen director de escuela

El sistema educativo mexicano se ha transformado en sistema complejo y muchas veces complicado. La complejidad tiene relación con los dramáticos cambios de la sociedad mexicana en los últimos 100 años. Sin embargo, las escuelas parecen seguir atrapadas en las primeras décadas del siglo XX. Todavía persiste la idea de que la simple experiencia es suficiente para organizar y hacer funcionar a las escuelas que poseen un gran número de docentes y de alumnos. La OCDE considera que es necesario revisar el lento procedimiento para nombrar a los directores escolares y demandan un proceso que evalue sus competencias profesionales y no solamente su antiguedad:

Los más de 200 mil directores de preescolar, primaria y secundaria de México no tienen la capacidad para desempeñar ese cargo debido a que no cuentan con la formación para liderar una escuela. Por lo general, quienes han llegado al puesto de director de un plantel, dejaron de dar clases y no recibieron ninguna capacitación para el nuevo cargo, por lo que muchos desconocen el reto que implica dirigir un plantel educativo. Así lo señala Beatriz Pont, directora del proyecto Mejorando el Liderazgo Escolar, de la Dirección de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Pont explica que en las escuelas de México el director no ha logrado ser un líder, porque la formación que recibe para ese cargo es insuficiente y porque no llega ahí mediante un examen de asignación. En México, como en otros países de la OCDE, los directores escolares aprenden en la práctica muchas tareas que no saben cómo resolver; esto ocasiona que se conviertan en administradores en vez de un líder escolar que busca mejorar el desempeño de sus maestros y el aprovechamiento de los estudiantes. “Al director se le transfieren problemas con los maestros, los papás, los alumnos y es una tarea compleja para la que no fue preparado”, expone la especialista en políticas educativa del organismo internacional.