Uno de los crónicos problemas del financiamiento a la educación superior consiste en que se tienen que crear año con año el presupuesto. Esta situación obliga a las instituciones de educación superior (IES) a tronar los dedos para mantener proyectos a mediano y largo plazo:
Carlos Muñoz Izquierdo, catedrático de la Universidad Iberoamericana (Uia), afirmó que la propuesta que presentará la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) al Congreso de la Unión y a los partidos políticos para garantizar recursos a las universidades, con proyecciones de financiamiento a tres o cinco años, puede ser una propuesta positiva, pero necesariamente debe ir acompañada de mayor transparencia en el uso de estos recursos. Agregó que desde hace varios años el gobierno federal tiene la obligación constitucional de destinar 8 por ciento del producto interno bruto a la enseñanza, y no se requieren mayores modificaciones legales para garantizar que se incrementen los fondos públicos. En los hechos, es un problema de voluntad política, de hacer cumplir lo que marca la ley.
Este es un ejemplo claro del mundo esquizofrénico de la cultura mexicana. Por una parte, llena al sistema de educación superior de programas para fomentar la planeación estratégica con una visión a largo. Por el otro lado, el financiamiento es anual lo que provoca que los proyectos respondan a problemas inmediatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario