Año con año, más tarde o más temprano, el territorio mexicano recibe los embates de la naturaleza. Año con año, se declaran varias zonas de desastre. Y también como crónica de un desastre anunciado, son cientos o miles de escuelas afectadas. Tan solo en el 2013, se estiman daños en 43 mil escuelas:
El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, indicó que actualmente son 43 mil escuelas afectadas en diez entidades de la República ocasionadas por los fenómenos meteorológicos‘Ingrid’ y ‘Manuel’.
Aunque todavía se está realizando un conteo de los centros educativos dañados en todo el país, indicó que son aproximadamente 500 las que pueden contabilizarse como las más perjudicadas. Señaló que los estados con afectación a escuelas son Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, Zacatecas, Colima, Guerrero, Sinaloa y Chihuahua.
Escuelas precarias, en lugares de alto riesgo, son un mal endémico en el país desde 1821. No hemos podido resolver el problema de tener espacios dignos de una democracia sólida, de una economía para el siglo XXI. Para la mayoría de las autoridades federales y políticos, el sistema educativo tiene que ser el "más barato" y que no "provoque problemas de insurgencia". Bueno, en pleno siglo XXI, nuestro sistema tiene una calidad bastante baja y las escuelas no necesariamente son espacios que permitan el aprendizaje profundo y para desarrollar la capacidad de aprender por el resto de la vida. Los niños y niñas en México siguen "sufriendo ir a la escuela". Por ejemplo en el Distrito Federal existen escuelas "de cartón":
Las aulas en las que toman clases los 600 estudiantes de la secundaria 51 son “como de cuento, pero el de Los tres cochinitos: si soplas fuerte se caen”, comentan con sarcasmo las madres de familias, cuyos hijos estudian desde hace dos años en salones provisionales, endebles por el uso y el paso del tiempo, que en la época de calor se convierten en hornos y durante la temporada de lluvias se inundan.
En su lucha por exigir un espacio digno para sus hijos, las madres se han quedado solas, ya que las autoridades del plantel lejos de respaldar esta demanda prefieren ocultar las precarias condiciones del centro escolar, como lo evidenció su director, Carlos Berdejo, quien negó el acceso para documentar el caso, durante un recorrido que realizó personal de la delegación Benito Juárez.
Tania Libertad Argumedo, presidenta del consejo escolar, señaló que incluso la inspectora del área, a quien identifican como Elia, de la dirección general tres, les prohibió ingresar a cualquier persona, y muchos menos a periodistas, porque ella estaba ahí para solucionar el problema, pero hasta la fecha no hemos visto de su parte ninguna gestión.
El temor de los madres es que se pretenda cerrar la escuela como ha sucedido en las zonas aledañas. La presidenta del consejo escolar indicó que según datos de la SEP, publicados en su portal de Internet, en la delegación Benito Juárez la privatización de la educación se ha intensificado, ya que del total de secundarias que existen en el perímetro delegacional 19 son públicas y 51 privadas.
Y en Morelos los padres de familia tienen que rentar locales comerciales:
En Cuernavaca, Morelos, desde que se inició el actual ciclo escolar, unos 80 alumnos de quinto y sexto años de la primaria 15 de Septiembre de 1810, ubicada en la colonia Revolución,
toman clases en locales comerciales rentados por sus padres. Apretados, sin pizarrones, ventilación ni baños porque autoridades federales no terminaron de construir a tiempo los baños y dos salones.
Llevan cinco días en espera. Si requieren ir al sanitario deben cruzar las calles Francisco I. Madero y Gabriel Tepepa, ambas con mucho tráfico vehicular, lo que pone en peligro sus vidas. El director del turno vespertino, Pedro Herrera Trinidad, pidió a las autoridades agilizar las obras, porque las condiciones para los menores que reciben clases no son las mejores.
Los niños se quejan de que los rayos del sol les dan en la cara, del calor que hace si bajan la cortina del local, de lo apretados que están, de lo difícil que es ir al baño sorteando los carros que pasan, de los golpes en la cabeza y en las piernas cuando pasan por pasillos improvisados si su maestra los llama al pizarrón. El local de los de sexto año es el más pequeño.
Los padres lamentan que no podrán aprender igual y cuestionan a las autoridades de los tres niveles de gobierno: ¿dónde está la educación pública de calidad que tanto pregonan las autoridades?
Compárese la situación de los niños y niñas mexicanos con los legisladores y autoridades federales y estatales que gastan enormes sumas para sus lugares de trabajo, en donde se impone el mal gusto caro. Solo visite el Senado o Cámara de diputados del país. O vea fotos del avión presidencial. Con el desastre de los huracanes del 2013, las autoridades estarán más preocupadas por poner cemento, paredes y acaso techos. Las puertas, ventanas, servicio sanitario, y mobiliario quizá nunca lleguen.
¿Y el aprendizaje? Eso puede seguir esperando....
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