La juventud mexicana del bicentenario (200 años de independencia política y 100 años de vida revolucionaria) sufre una decepción similar a la ocurrida con los ratones verdes sangüicheros; los discursos de los políticos y de las generaciones más veteranas son simplemente un comercial de televisión. Estos discursos prometen un sueño pero que se viven en una pesadilla muy real. Para los jóvenes no hay un futuro más brillante, no hay trabajo ni incentivos para seguir estudiando. Las vías de escape a la pobreza son dos: a) ser inmigrante ilegal en los Estados Unidos; b) trabajar para el narcotráfico:
En el primer trimestre de esta año la población que ni estudia ni trabaja en México, conocida como los Ni-Nis ascendió a 3.7 millones, el nivel más elevado desde 2005, esto significa que uno de cada cuatro jóvenes, de entre 18 y 25 años, dijo no estudiar ni trabajar, afirmó la consultora Aregional. “México se encuentra en una etapa avanzada de la transición demográfica y durante las próximas dos décadas habrá una cantidad elevada de población económicamente activa de 15 a 64 años de edad para sostener a la población dependiente, por lo que el uso adecuado del potencial de estos jóvenes será fundamental para el desarrollo del país”. Pero, el bajo nivel educativo que presenten los Ni-Nis promueve un círculo vicioso, pues a consecuencia del pobre rango de instrucción escolar se tiene acceso a trabajos de baja calidad, ingresos insuficientes e incrementa los niveles de pobreza y desigualdad. “México no está aprovechando su bono demográfico y las facturas ya se comienzan a pagar, pues hay pocas oportunidades para los jóvenes, desencanto por los estudios, que no garantizan mejores trabajos; así como condiciones precarias de los trabajadores (falta de contratos y prestaciones)”, añade Aregional.
Palabras y no acciones. Los veteranos piden a los jóvenes lo que ellos no pueden o no han querido hacer:
El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, manifestó su tristeza porque hay jóvenes mexicanos que quieren ser sicarios, parte de una familia o líderes de un grupo de narcotraficantes; esto, dijo, cambiará sólo con educación y oportunidades para que se formen como líderes. En una recepción ofrecida a 50 participantes del programa de intercambio estudiantil Jóvenes en Acción, Pascual los convocó a formar redes con sus pares de Estados Unidos y a mejorar habilidades de liderazgo, para que cuando vuelvan a sus lugares de origen apliquen proyectos de combate a problemas como violencia y alcoholismo, así como para crear una mejor frontera en el norte del país.
Las universidades comienzan a gastar en asuntos para aumentar la seguridad, en lugar de dedicar su atención a mejorar la calidad educativa. Se gastará más en videocámaras que en becas, más en agentes de seguridad (con niveles educativos de secundaria) que en investigación:
Ante la inseguridad que se está viviendo en el país, las diferentes universidades de México aportaran sus experiencias para la elaboración de un manual de riesgo que ayude a superar estos problemas de en las universidades, aseguró el Secretario General Ejecutivo de la ANUIES Dr. Rafael López Castañeda. Dio a conocer que todas las Universidades del país están aportando las medidas de seguridad que están implementando en el interior de sus campus para resguardar la seguridad de su gente. Indico que algunas han implementado el contratar compañías de seguridad externas, otros contratan más personal interno, algunos instalan cámaras de seguridad, otros bardean las instalaciones, etc., cada quien de acuerdo a sus presupuestos y necesidades.
Y los jóvenes siguen sin poder acceder a la educación superior:
Por quinto año consecutivo, integrantes del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior demandaron a las autoridades del país incrementar la matrícula para atender el problema de los jóvenes rechazados de las universidades públicas. Un centenar de estudiantes realizó una asamblea informativa frente a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde denunciaron que en 2009 esa casa de estudios aceptó apenas a 16 mil de los 135 mil jóvenes que buscaron un lugar, lo que representa 12.4 por ciento de la demanda. El Instituto Politécnico Nacional (IPN), agregaron, rechazó ese año a 53 mil de los 74 mil que presentaron el examen de ingreso, mientras que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) admitió a 11 mil de 70 mil que concursaron por un espacio.
¿Y tú ya compraste tu boleto para ver el partidazo del bicentenario: los ratones sangüicheros contra los suplentes de la furia roja? ¿Crees que los ratones harán más goles que sangüiches al equipo del pucherito rojo (no llegará a furia si acaso a desdén del conquistador)?
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