Hace algunas semanas se realizó la edición 2010 del concurso nacional para asignar las plazas docentes. Los medios informaron que se abrieron muy pocas plazas y se inscribieron una gran cantidad de aspirantes. También se presentaron los resultados y fueron similares a los que obtienen los estudiantes mexicanos: un porcentaje muy alto tiene bajos puntajes y una minoría alcanza los puntajes más altos.
Desde la perspectiva de algunos lectores de Educación Café el concurso es una farsa (65%), menos miran el concurso como un buen mecanismo (32%)
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