En pleno siglo XXI, el sistema educativo del territorio mexicano sigue exponiendo dos de sus singulares características: ser autoritario y homófobo:
El estudiante Carlos Willian Gómez Montejo, de 20 años, inició una huelga de hambre y se encadenó a las rejas del plantel 39 del Colegio de Bachilleres (Cobach) de Tabasco en la ranchería El Tigre, municipio de Nacajuca, para acusar de discriminación a su directora, Violeta Oliva Cornelio, quien lo expulsó por ser homosexual y le dijo que su preferencia es una mala imagen para la institución, sin permitirle defenderse. Y cumplió 48 horas encadenado y en huelga de hambre para protestar por su expulsión de su escuela de educación preparatoria "por ser homosexual". El estudiante comenzó la huelga de hambre, apoyado por sus familiares, quienes exigen "respeto a la diversidad sexual". Con una cadena que le da vuelta al cuello, Williams Montejo dijo que mantendrá su lucha hasta ser aceptado en esta escuela preparatoria que, a raíz de la protesta, suspendió labores.
Esta situación no es más que el reflejo de la profunda ignorancia en la que vivimos en el territorio mexicano:
Una de las más completas compilaciones de ensayos alrededor de la homofobia, la sexualidad en general y la diversidad de orientaciones sexuales en particular se muestra en el libro Homofobia: laberinto de la ignorancia, coordinado por el investigador Julio Muñoz Rubio. No obstante los importantes avances en la lucha contra la homofobia ocurridos en los años recientes aquí, México sigue siendo uno de los países más homófobos, sostiene Muñoz Rubio. Todos hemos sido víctimas de una u otra manera de una educación homofóbica, la cual se basa en una serie de prejuicios que van perpetuando y dominando las formas de convivencia, lo que genera una forma de ignorancia. Esto se debe, apuntó, a que resulta preocupante la gran cantidad de actitudes homofóbicas (ya sea por parte de alumnos, docentes o trabajadores) dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a veces soterradas, a veces abiertamente, pero siempre constantes. Por ello esta voz de alerta, explicó el especialista. La idea es hacer conscientes a los jóvenes de que la homofobia es un prejuicio, que lo mismo toca a la sexualidad en general.
El prejuicio y la ignorancia hace creer que con rezos y ayuda supraterrenal es posible "curar la homosexualidad"... a pesar que los hallazgos médicos sugieren que el asunto depende de las conexiones cerebrales. En Jalisco se promete la "cura" milagrosa... supongo que también hace crecer el cabello y te vuelve más inteligente:
El terapeuta Richard Cohen lucía impecable, con suéter negro de cuello alto debajo del traje claro, cortado a la medida y la argolla matrimonial reluciente en la mano izquierda. Se dirigió a la audiencia, compuesta por padres de familia de gran fervor religioso, que buscaban sanar la homosexualidad de sus hijos, y les aseguró que la cura es posible. Para ello, dijo, él era el vivo retrato. “La homosexualidad y la atracción hacia el mismo sexo trata de la no pertenencia, de no encajar, y de sentirse diferente. Sólo llenando estas necesidades los gays volverán a ser heterosexuales. No he hallado pruebas genéticas que determinen que nadie nace gay, por lo que esta condición es totalmente reversible. Para ti mamá y papá, si ayudas, si creas la red de apoyo que necesitas, buscas el amor de Dios y la renovación, encontrarás gran esperanza y curación para tu hijo”. Cohen, autor del libro Comprender y sanar la homosexualidad, fue orador principal en el congreso Camino a la castidad celebrado en Guadalajara, el 12, 13 y 14 de noviembre, entre cuyos patrocinadores figura la Secretaría de Gobierno del Estado de Jalisco. El terapeuta refirió la violación de que fue víctima durante la infancia, al tiempo que mostraba una fotografía inmensa, al lado de su mujer y sus tres hijos adultos. “La cura es posible”, insistió Cohen.
Ser o no ser ignorante, he ahí el dilema.
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