El territorio mexicano no sería el mismo sin la participación de las mujeres en la revolución mexicana. La revolución se mantuvo gracias al esfuerzo de las mujeres en varios sentidos: en obligar a los soldados a mantener su compostura (nuestra sociedad machista hace a los varones bastante cobardes), no desertar (nuestra sociedad autoritaria nos hace bastante flojos, tenemos la esperanza de convertirnos en catrines y comprar esclavos para hacer el trabajo), obrar con mejor inteligencia (nuestra sociedad misógina nos hace creer que borrachos somos más guapos, inteligentes y ricos). En el siglo XXI, que las mujeres tengan acceso a una mejor educación es un derecho, pero además, ofrece grandes ventajas:
La mejora de la educación de las mujeres, tanto en los países ricos como en los pobres, ha permitido evitar, en 2009, la muerte de cuatro millones de niños, según un estudio publicado por la revista médica The Lancet. En un número especial dedicado a los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, la revista señala que entre los años 1970 y 2009, el número de años de escolarización entre las mujeres se ha multiplicado por dos. En el caso de las mujeres de países pobres, los años de escolarización se han más que triplicado “Sabemos que las intervenciones directas en salud, como las inmunizaciones, el cuidado preventivo, la higiene son cruciales para mejorar la salud mundial”, indican los investigadores. Pero añaden que el estudio muestra que centrándonos también en la educación, podemos aumentar el impacto que tenemos en la salud.
Las niñas aprovechan mejor las oportunidades para estudiar... supongo que las justificaciones que da nuestra sociedad machista para que los varones se dediquen trabajos de fuerza bruta y de bajos salarios no ayuda mucho a los jóvenes a valorar la educación formal:
Las niñas becarias del Programa Oportunidades obtienen calificaciones superiores respecto a los hombres beneficiarios, en las materias de español y matemáticas de los diferentes grados de primaria y secundaria, informó el secretario de Desarrollo Social (Sedesol), Heriberto Félix Guerra. La dependencia dijo que en un resumen de las evaluaciones externas de programas sociales federales publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se informó que alrededor de una quinta parte de los becarios de Oportunidades se ubica en el 30% de los mejores puntajes obtenidos en la Prueba de Enlace. En estas localidades indígenas, agregó, se ejercerán alrededor de cinco mil millones de pesos en becas, para las mujeres se invertirán 250 millones de pesos más respecto a las destinadas para los varones.
A pesar de que las mujeres son mejores estudiantes, las familias prefieren seguir tolerando el bajo rendimiento de los varones y que sus hijas se casen (esperando a la buena de dios que no le toque un zángano, borracho y golpeador):
La falta de equidad entre géneros se manifiesta también en el acceso a la educación en México. De acuerdo con el estudio Mujeres y hombres 2010, coeditado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), las mujeres que concluyen los estudios en algún nivel logran acceder al siguiente grado en menor proporción que los hombres, pese a que tienen los más altos porcentajes de eficiencia terminal, las menores proporciones de reprobación y el menor índice de deserción. El estudio también revela que hace dos décadas, en 1990, sólo una tercera parte de la matrícula de posgrado correspondía a las mujeres (32.2 por ciento); en cambio, las cifras más recientes situaban su participación porcentual en prácticamente la mitad del total (49.4 por ciento).
¿ Y tú, que expectativas tienes de tus hijas, sobrinas o nietas?
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