Próximamente se presentarán los resultados de la prueba ENLACE y se volverá a realizar la prueba PISA. Los resultados anteriores de dichas pruebas muestran que los estudiantes mexicanos tienen enormes dificultades para resolver problemas de matemáticas. Usar los números es un gran problema, al parecer, de la sociedad mexicana en su conjunto. Todo mundo evitamos encontrarnos con las matemáticas, el "coco" del estudiante mexicano.
Por el momento, solamente hay propuestas para mejorar el aprendizaje de la matemáticas. El IPN desarrolla un software para el aprendizaje de la estadística usando las nuevas tablas digitales:
Estudiantes de la Escuela Superior de Cómputo (Escom) del IPN desarrollaron un software educativo que facilitará la enseñanza-aprendizaje de probabilidad y estadística, debido a que el programa toma elementos de la metodología constructivista y opera a través de iPads.
El software fue desarrollado por Luis Daniel Rivera Méndez, Adán González Haro, Nancy Guissel Gómez Hernández y Jesús Emanuel Rojano Gallardo, alumnos de la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales, quienes fueron asesorados por Elena Fabiola Ruiz Ledesma y Jesús Yaljá Montiel Pérez, catedráticos e investigadores de la Escom.
¿Porqué la estadística es importante? Es importante ya que en el siglo XXI las estadísticas tienen una relación muy importante con la comprensión de las probabilidades, nos ayudaría a entender y analizar los entresijos de la economía global, y revisar el uso político que se dan a las encuestas sobre temas políticos en México. El siguiente video explica con más detalle la importancia de la enseñanza de la estadística en el siglo XXI
La ignorancia y falta de conocimiento matemático, en especial, de la estadística, ha generado desde hace varias décadas discusiones amplias y agrias sobre el uso de las encuestas para dar seguimiento a las preferencias electorales. En las dos últimas elecciones se han utilizado para coaccionar el voto; para determinar la preferencia electoral, no para profundizar el conocimiento del elector, no para analizar con detalle las propuestas. Las encuestas electorales se utilizan como propaganda política y como herramienta para "asegurar el resultado final" de una elección:
Las casas encuestadoras en México enfrentan crecientes dificultades para aplicar sus sondeos, con tasas de rechazo hasta de 70 por ciento. Unos temen contestar por la inseguridad, otros por el hartazgo con la política y algunos más no confían en sus números. Los consejeros electorales, investigadores e incluso las propias empresas –éstas en menor medida– admiten que existe el problema y eso enrarece el clima electoral.
¿Qué origina esta falta de confianza en las encuestadoras? El consejero electoral Lorenzo Córdova explica que desde hace dos años los resultados dados por las empresas no coinciden entre sí, como ocurre con los rangos de 20 puntos o más de diferencia que establecen en la elección presidencial.
La raíz de lo que algunos definen como encuestocracia, explica Etelberto Cruz, doctor en ciencias económicas y estudioso del tema en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se encuentra en que los candidatos y empresas de comunicación dan uso político a los ejercicios de demoscopia, aprovechando que no hay transparencia sobre quién paga y los intereses que están detrás de estos sondeos.
Por eso considera que las diferencias que apuntan algunas empresas de más de 20 puntos en favor de Enrique Peña Nieto parecieron insertarse en una estrategia deliberada para propagar la cultura de la anomia. La define como una cultura de la depresión, que busca provocar la inacción, la parálisis de la gente, que ve casi imposible cerrar la brecha entre el priísta y sus contendientes y prefiere no ir a votar o sumarse al puntero, si de todos modos éste va a ganar.
La ignorancia sobre el proceso de realizar encuestas y la ignorancia para interpretar los resultados de una encuesta son el medio ideal para crear un nuevo tipo de propaganda política y una manera seudocientífica para la coacción del voto:
Las encuestas que, de acuerdo con algunos académicos, fueron usadas en este proceso electoral como propaganda e incluso como arma sicológica, dieron al priísta Enrique Peña Nieto más de 6 millones de sufragios por arriba de lo que obtuvo el 1º de julio. La mayoría de los sondeos alzaron al ex gobernador mexiquense hasta con 12 puntos más, respecto del conteo rápido elaborado por el Instituto Federal Electoral (IFE) y los que arrojaron los cómputos distritales.
Al cierre de los resultados oficiales de la elección presidencial, Peña obtuvo 38.21 por ciento (19.2 millones de sufragios), contra 31.59 del candidato de la coalición de izquierda, Andrés Manuel López Obrador (15.8 millones).
La diferencia entre el primero y el segundo lugar fue de 6.62 por ciento, equivalente a 3.4 millones de votos, esto es, la mitad de lo que difundieron la mayoría de los encuestadores y los medios de información que reprodujeron esos datos, quienes desde enero pasado sostuvieron a Peña Nieto incluso por encima de 50 por ciento de las preferencias.
El problema no radica en las neuronas de los mexicanos, reside en un sistema escolar que espanta a los estudiantes y que utiliza las matemáticas como herramienta de exclusión:
El equipo de estudiantes mexicanos que participó en El Salvador en la decimocuarta Olimpiada de Matemáticas de Centroamérica y el Caribe logró primer lugar al ganar dos medallas de oro y una de plata.
En el concurso participaron 36 alumnos de entre 14 y 16 años de edad de 14 países.
De acuerdo con los organizadores de la olimpiada del programa de Jóvenes Talentos de la autónoma Universidad de El Salvador, los estudiantes mexicanos obtuvieron las medallas a nivel individual.
¿Qué nos mostrarán los resultados de las pruebas ENLACE? ¿Mejora en matemáticas o con los mismos tristes e infelices resultados? ¿Y qué decir de PISA? ¿Seremos de nuevo el sótano de la OCDE, la 15ava economía global con los ciudadanos menos entendidos con las matemáticas?
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