martes, febrero 14, 2012

¿Más amor y menos guerra contra el narcotráfico?

En un afán imitativo de seguir la ruta hacia el desarrollo de nuestros socios comerciales del norte, el gobierno federal decidió gastar enormes sumas de dinero en contra de "la violencia y el narcotráfico". Esta empresa loable, sin embargo, carece de inversiones en infraestructura, servicios, educación y seguridad social.... aspectos ignorados desde hace 40 años. ¿Puede un país habitado por familias pobres, 52% de la población mexicana, junto al mercado consumidor de drogas más grande del mundo atacar la violencia con más violencia? La respuesta es clara, no. Los resultados son bastante mediocres, como los del sistema educativo mexicano. Por ejemplo, los médicos dejan de ejercer su actividad:

Por motivos de seguridad, médicos en Tamaulipas han decidido cerrar consultorios en los que brindaban atención  durante las 24 horas, restringir salidas y dar atención a pacientes conocidos, afirmó el representante de la Asociación de Médicos Generales del estado, Juventino Alonso Sánchez. Entre las medidas preventivas y de autoprotección se encuentran el no salir muy tarde de sus consultorios, acortar los horarios de consulta y ya no proporcionar los servicios llamados de 24 horas. “Ahora se trata de restringir los horarios de salida y sólo acudir al llamado de gente muy conocida o a pacientes de toda la vida.

Una fotografía sobre la violencia en México gana un premio:

El mexicano Pedro Pardo ha sido galardonado con el tercer premio del World Press Photo en la categoría "Historias Contemporáneas" por una instantánea sobre la guerra al narcotráfico en México. La fotografía, hecha para la agencia de prensa francesa AFP, recoge una escena en la que un grupo de forenses analizan seis cadáveres en un taxi en Acapulco.

Y de la euforia (que duró lo mismo que la llamarada de un petate) del 2000, que se sustentaba en el mito mexicano de que cambiando al presidente se compondría el país (mito que sigue siendo real para gran parte de los mexicanos), pasó a gran estrés y angustia... ya no por la crisis financiera, sino por la violencia. Hoy las escuelas se perciben como búnkers en donde los niños tienen que estar a las vivas por los balazos.... y eso de aprender o estudiar (ya fue):

La violencia en el país provocó que el programa encargado de combatir la inseguridad en las escuelas crezca 138% desde su formación, hace tres años. En 2009, el programa Escuela Segura atendía a 150 municipios. A partir de hoy actúa en 358. No obstante, su presupuesto no ha crecido en la misma proporción, pues sólo ha aumentado 67.9%. En esas demarcaciones están incluidos los 12 municipios con mayor criminalidad del país, entre los que destacan tres delegaciones del DF (Cuauhtémoc, Iztapalapa y Gustavo A. Madero) junto a las ciudades de Tijuana, Ensenada, Mexicali, Guadalajara, Querétaro, Mérida, Culiacán, Hermosillo y Juárez. Paralelamente, la percepción de los mexicanos sobre el nivel de inseguridad en los planteles aumentó 5.9%. Este porcentaje supera al de otros espacios como parques y mercados públicos. “Las encuestas nacionales sobre Inseguridad 2009 (ENSI-6) y de victimización y percepción sobre la seguridad pública 2011 (ENVIPE) miden la percepción de inseguridad que tiene la población en la casa, trabajo, escuela, automóvil, centro comercial, mercado, carreteras, calle, transporte público y parque o centro recreativo. “Los resultados indican que entre 2009 y 2011 las personas perciben un incremento en la inseguridad sólo en los parques o centros recreativos (3.9 puntos porcentuales), así como en las escuelas (5.9 puntos porcentuales), centros comerciales (2.6 puntos porcentuales) y en el mercado (0.1 puntos porcentuales)”, explica la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en la exposición de motivos del Programa de Rescate de Espacios Públicos para 2012.

Y los nuevos superhéroes mexicanos, ya no nos defienden de los marcianos y mujeres vampiro, ahora se dedican a atrapar malosos vinculados con el narcotráfico:

Ar Ñänte (El Precavido) es un superhéroe indígena que orientará a los niños otomíes que viven y trabajan en la ciudad para que no incurran en el consumo de drogas y particularmente de bebidas alcohólicas. La coordinación general contra las Adicciones del municipio de Querétaro inició un programa para combatir el consumo de drogas entre niños y adolescentes indígenas, mediante la edición y distribución de una historieta, cuyo personaje central es Ar Ñänte. Además, se diseñó el Manual de Prevención de Conductas de Riesgo para maestros y padres de familia, escrito en ñhäñhü u otomí, a fin de que aprendan a detectar cuando los niños estén involucrados en esta situación. El manual, escrito en su lengua, tiene la finalidad de proporcionar herramientas que disminuyan los factores de riesgo sicosociales, así como fomentar estilos de vida saludables.

Mientras tanto, los partidos políticos trabajan para que sus candidatos al llegar al puesto de titular del ejecutivo federal se armen con el chipote chillón y busque a que los sigan los buenos. Esperamos que junto con el chipote chillón siga una política que en realidad se interese por mejorar la calidad educativa del sistema mexicano.



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