Hace algunas semanas el secretario de Educación Pública dejó el puesto por motivos de salud, y al finalizar la administración federal no se ha nombrado a ningún sucesor:
Se afirmaba que el gobierno federal nombraría a un nuevo secretario de Educación Pública en sustitución de Alonso Lujambio.
A menos de un año de que concluya el sexenio, el funcionario que llegue en lugar del actual titular de la SEP, será el tercero en hacerse cargo de esta secretaría, y quien deberá continuar con los programas y proyectos emprendidos por el gobierno federal. emblante fue empeorando.
En la mente virreynal de la academia mexicana se sigue esperando al "salvador", a la "mente lúcida" que guíe a las ovejas descarriadas de la educación:
Ante la crisis educativa que enfrenta el país, no podemos darnos el lujo de tener un nuevo secretario de Educación Pública que se tome seis u ocho meses para conocer el sistema educativo y que su principal preocupación sea responder a los intereses del Presidente de la República, advirtieron especialistas.
Sería un riesgo muy serio, afirmaron, que se opte nuevamente por un funcionario incondicional al titular del ejecutivo federal, pero que relegue las funciones prioritarias de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues cabe preguntarnos dónde está un Jaime Torres Bodet para la SEP, pues hasta el momento no se ha mencionado un candidato ideal ni razonablemente adecuado.
Ángel Díaz Barriga y Olac Fuentes, expertos en el sistema educativo, indicaron que: Lo ideal es que se designe a un humanista que comprenda los problemas del sistema educativo en sus dimensiones profundas y no se quede en medidas efectistas.
Sin embargo, reconocieron que a menos de 11 meses para que concluya la administración federal, hay muy pocas posibilidades de que se aplique un cambio de fondo en las políticas educativas. Es demasiado tarde para generar un impacto en la conducción educativa.
El sistema educativo de un país es más complejo que el sistema de educación obligatoria, va más allá de la escuela y la educación institucionalizada. Sin embargo, no se tiene una visión sistémica y compleja, todo se reduce al funcionamiento escolar. Por ello, será difícil crear un sistema educativo integral que tenga en sus objetivos la educación permanente de los ciudadanos mexicanos, de los 0 a los 99 años de edad.
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