Mantener encendida la Estela de Luz en su máxima intensidad equivale a tener prendidos mil 704 focos de 100 watts, la misma energía que se requiere para conectar los refrigeradores de siete mil 641 casas o encender 59 mil 600 televisores de entre 27 y 29 pulgadas. Diariamente el Monumento del Bicentenario, que costó mil 36 millones de pesos, permanece encendido siete horas, desde las 7 de la noche hasta las 2 de la mañana, ese consumo de acuerdo con la cuota Doméstica de Alto Consumo (DAC) que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) aplica en la zona central del país, equivaldrá a realizar un gasto anual aproximado de más de un millón 600 mil pesos.
¿Qué utilidad tiene ese gran foco? No parece que mucho, salvo que se utilice como una gran pantalla de televisión para los informerciales de los partidos políticos. Tanta energía eléctrica quizá fuera más útil en proyectos de digitalización y conexión a internet de banda ancha. Parece más interesante el proyecto de los "cerebros digitales" de CONACULTA:
Consuelo Sáizar presentó uno de los proyectos culturales más ambiciosos que busca dejar huella: los “cerebros digitales de palabra, sonido e imagen”. La funcionaria, afirmó: “Tengo la tranquilidad de que cuando me vaya dejaré a México en la punta de la tecnología cultural”. Los cerebros digitales serán dispositivos que almacenarán miles de documentos que están o estarán depositados en servidores de la Fonoteca Nacional, la Biblioteca Vasconcelos y la Cineteca Nacional. En el caso de los libros, se han digitalizado alrededor de 30 mil, y la meta este año, explicó Álvarez del Castillo, es llegar a 40 mil. En cuanto a los materiales sonoros, existen 35 mil horas digitalizadas (que equivalen a 70 mil documentos) y el objetivo es llegar a 50 mil horas a finales de 2012.
El objetivo es crear una memoria colectiva mexicana:
Para preservar miles de grabaciones de música popular mexicana, discursos presidenciales, fondos bibliográficos, materiales hemerográficos, filmes, películas, entre otros, que forman parte de la memoria histórica y puedan ser consultados por la ciudadanía, el Conaculta inició la creación de los Cerebros Digitales: Sonido, Palabra e Imagen. Hasta el momento, la Biblioteca Vasconcelos ha almacenado 30 mil documentos como libros de dominio público, volúmenes antiguos, mapas, colecciones hemerográficas, entre otros, y se podrá acceder desde internet a 11 mil materiales correspondientes a los fondos bibliográficos particulares. “Desde cualquier computadora se podrá acceder a la página de la Biblioteca Digital, tras darse de alta y obtener una contraseña (gratuita), y el usuario podrá obtener un préstamo hasta por tres títulos (por 7 días), descargar otros, y se especificará cuáles son de dominio público y cuáles tienen derecho de autor.
Ejemplos de los contenidos:
Porfirio Díaz inmortalizó su agradecimiento al inventor estadounidense Thomas Alva Edison, por haberle enviado uno de los primeros fonógrafos salidos de su laboratorio, a través de la grabación de un mensaje con un cilindro de cera, herramienta que se utilizaba a principios del siglo XX para hacer archivos sonoros. El etnógrafo noruego Carl Lumholtz, conocido por sus estudios sobre la Sierra Tarahumara, realizó algunas grabaciones en 1896 con varios cantos huicholes. El pintor Diego Rivera ofreció entre la década de los 40 y 50 una entrevista antes de viajar a Rusia, el audio es quizá uno de los pocos registros existentes de su voz. Éstas son sólo algunas de las joyas que resguarda la Fonoteca Nacional, que cuenta con un acervo sonoro de alrededor de 400 mil documentos, de los cuales ya están digitalizados 37 mil horas, cifra que llegará a 50 mil a finales de 2012.
A partir de la segunda semana de febrero se podrán consultar en línea en la siguiente dirección:
http://www.conaculta.gob.mx/bibliotecadigital/
¿Y tú que prefieres como monumento que contribuya al patrimonio cultural de México, un cerebro digital o un gran foco?
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