La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Educación, que establece la promoción en los programas educativos de una cultura de respeto y paz, así como inhibir cualquier tipo de violencia en primarias y secundarias.
Sin embargo, falta un largo camino dentro del sistema educativo tener una cultura de protección de los derechos infantiles:
La violencia en contra de las mujeres no es exclusiva de un sector socioeconómico ya que casi la mitad de quienes tienen la primaria y secundaria, terminada o no, ha tenido un incidente de esta naturaleza en los pasados 12 meses, mientras que la mitad de las mujeres con bachillerato y cuatro de cada 100 universitarias padecen algún tipo de agresión, advirtió la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La seria, la tímida, la revoltosa, la punk, la ruda y hasta la más fresa del salón son víctimas de la violencia de género en las escuelas. En esta agresión no hay distinciones y ocurre desde la primaria hasta la universidad. Las burlas, apodos, groserías y hasta ofensas físicas que reciben las estudiantes, sobre todo las de secundaria, pueden generar conflictos emocionales, como baja autoestima, aislamiento, bulimia o anorexia.
En Chiapas, voluntarias alfabetizadoras se pronunciaron por el respeto al derecho a la educación, toda vez que en esta entidad por cada 10 hombres que no saben leer ni escribir, existen 21 mujeres en igual circunstancia. El grupo de mujeres que trabaja de forma voluntaria en los procesos de alfabetización del programa Chiapas Solidario por la Alfabetización, participó en la marcha efectuada en Tuxtla Gutiérrez. En el acto el secretario ejecutivo del programa, señaló que se han presentado casos donde las mujeres han sido amenazadas y violentadas por su pareja, física y emocionalmente, por acudir a las aulas para aprender a leer y escribir.
Para evitar la discriminación:
La Cámara de Diputados aprobó el dictamen con punto de acuerdo por el que se solicita a la Secretaría de Educación Pública sancionar a los profesores o funcionarios que discriminen a alumnos infectados con el VIH. Asimismo se informará a las comisiones de Educación Pública y Servicios Educativos, y de Derechos Humanos, las acciones que se emprenden para prevenir y sancionar la discriminación en el sistema educativo.
En los hogares mexicanos:
La violencia en la niñez y la adolescencia pasa desapercibida, disfrazada de disciplina y aceptada por costumbre La infancia es vulnerable porque depende de las personas adultas como depositarias de sus derechos, crecimiento y desarrollo. Esto provoca, según la Secretaría de Salud, que 35 por ciento de la violencia contra la infancia de entre 6 y 9 años ocurra como abuso de autoridad en el entorno familiar. Dentro del hogar la violencia física es justificada como un correctivo que madres y padres utilizan para “educar” porque tienen “derechos” sobre su descendencia. Se usan golpes con las manos, correas, alambres, cables u objetos diversos, como piedras o zapatos, incluso quemaduras. Entre un 80 y 98 por ciento de niñas y niños sufren castigos corporales.
Los estados que peores condiciones de vida ofrecen a la infancia son Chiapas, Chihuahua y Veracruz, en cambio las mejores oportunidades se dan en Nuevo León, Distrito Federal y Baja California Sur, según reporta el Tercer Informe la Infancia Cuenta en México 2007.
En el trabajo de los jóvenes mexicanos:
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del DF, Emilio Álvarez Icaza, consideró que cerca de 50 por ciento de los adolescentes —entre 12 y 17 años— en nuestro país “son mano de obra cercana a la esclavitud”, debido a que trabajan y no perciben remuneración alguna.
No hemos avanzado los suficiente para crear y construir un país más democrático e incluyente. No bastan las leyes, sino vivir una cultura diferente.
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