La crisis del sector educativo de Guerrero es aún más grave en la zona de la Montaña alta. En los pueblos mixtecos y tlapanecos la escena es la misma: escuelas cerradas o sin maestros. En un recorrido por más de 30 comunidades, la principal queja de los comisarios municipales es la falta de maestros y médicos.
Las secretarías de Salud y de Educación de Guerrero se deslindaron del déficit de atención que padecen en ambos rubros miles de indígenas que habitan 19 municipios de la Montaña Alta. Cifras del INEGI indican que más de 529 mil indígenas (17 por ciento de la población del estado) viven en esa región, aunque 11 municipios son considerados de muy alta marginación.
El vocero del Comité Estudiantil de la normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa denunció que el gobierno de Guerrero decidió suspender el suministro de alimentos a los alumnos de esta casa de estudios como “una medida de presión para que cesen sus acciones de protesta, sin embargo, advirtió que no cesarán en su movimiento, en exigencia de la asignación de 75 plazas para egresados de esta normal, la no desaparición de la licenciatura en Educación Primaria, así como el respeto a la matrícula escolar.
Decenas de integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) marcharon durante más de una hora por la Autopista del Sol México-Acapulco y exigieron al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo dialogar con ellos, pues ya no reconocen como interlocutor al secretario de Educación en Guerrero (SEG) y pidieron su destitución.
Hombres armados y encapuchados golpearon a Mario Zavala Navarrete, dirigente de los egresados de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. El maestro presentó una denuncia ante la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos donde responsabilizó de las agresiones al gobernador de Guerrero.
La Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum) pidió al gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo que se emitan medidas cautelares a fin de que los normalistas de Ayotzinapa que fueron desalojados del inmueble del Congreso no sean perseguidos por los cuerpos policiacos.
La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) acordó que “defenderá hasta las últimas consecuencias la normal rural de Ayotzinapa y no permitirán su desaparición. “En Guerrero se juega el futuro del normalismo rural; no vamos a permitir que se cierre este centro, como sucedió con en El Mexe (Hidalgo) y Mactumatzá (Chiapas). Eso lo debe entender el gobernador Zeferino Torreblanca, a quien hacemos responsable de cualquier hecho de violencia que se presente”.
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