Parece que el desatino y el absurdo evento de bombardear territorios vecinos sin mediar los acuerdos internacionales o las instancias diplomaticas favorece hacer declaraciones desafortunadas que ponen de relieve nuestra cultura autoritaria y poco respetuosa de los derechos humanos:
“La pregunta es: ¿Qué diablos andaban haciendo 10, 15, 20 estudiantes mexicanos en un campamento (el día de la entrevista, el viernes pasado, se hablaba de hasta 10 mexicanos en el lugar), en un santuario guerrillero de las FARC? ¿Qué demonios estaban haciendo ahí? Todos tenemos que lamentar su trágica muerte, sobre todo por tratarse de jóvenes, pero insisto: si tú vas a los campamentos de Al Qaeda a entrenarte, pues es muy probable que te maten, ¿eh?”.
La UNAM defiende la pluralidad y los derechos humanos de sus egresados:
El rector de la UNAM, José Narro Robles, descalificó la acusación de que la máxima casa de estudios del país sea semillero de guerrilleros, es “absurda, descabellada y fuera de lugar”. Afirmó que en la UNAM no hay presencia de grupos insurgentes, en todo caso lo que existe es la formación de un pensamiento plural, “lo que hay es una manera muy completa, muy diversa de ver, de entender, de discutir las diferentes posiciones y situaciones, eso es lo que existe en la universidad”
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, calificó de “ligeros, absurdos y descabellados” los señalamientos de que la institución sea “cuna de guerrilleros”. Subrayó que la respuesta a los ataques en contra de la máxima casa de estudios debe darse con fortaleza, unidad, trabajo, capacidad y con el aporte que todos los días la institución hace al país.
Directores de facultades, escuelas, institutos, centros de investigación y titulares de áreas académicas y administrativas de la UNAM deploraron “la absurda caracterización que unos cuantos pretenden hacer” de la institución con el argumento de que en su interior existen grupos guerrilleros. Consideraron que esa campaña es un intento por lastimar a la casa de estudios, disminuir la trascendencia de su quehacer y afectar a su comunidad. En un documento de siete puntos, el cuerpo directivo de la Universidad Nacional subrayó que la pluralidad es una de las fortalezas de la máxima casa de estudios. Exigieron a las autoridades competentes una investigación seria, objetiva, apegada a derecho y que deslinde responsabilidades individuales y colectivas por los hechos suscitados en Ecuador, cuando el ejército colombiano atacó a las FARC, razón por la que perecieron cuatro estudiantes mexicanos, tres de ellos de la UNAM.
El Senado de la república también apoya a la UNAM:
En el Senado, PAN, PRD, PRI y PT salieron en defensa de la UNAM y en contra de la campaña mediática orquestada en diversos medios a partir de la presencia de estudiantes universitarios en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), bombardeado en Ecuador por tropas colombianas. En tanto, diputados priístas y perredistas alertaron que dicha campaña contra la máxima casa de estudios, avalada por el silencio del gobierno federal, abre la puerta a una página negra de macartismo y persecución contra los universitarios.
Los medios dan seguimiento a las efectos del evento:
Soren, Fernando, Juan y Natalia, los estudiantes que se encontraban en el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia destruido el pasado fin de semana por el Ejército de Colombia en Ecuador, no fueron, junto a la sobreviviente Lucía Morett, los únicos mexicanos que visitaron el asentamiento rebelde en la selva de Sucumbíos. Durante las semanas previas a la incursión colombiana, “otros grupos de mexicanos, italianos, peruanos, chilenos y belgas” acudieron de manera regular al acantonamiento clandestino desde donde operaba el dirigente guerrillero Raúl Reyes, asienta un reporte del Ministerio de Defensa de Ecuador.
Juan, al igual que su padre era egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, aunque él había cursado la carrera de Estudios Latinoamericanos. “Poca gente conocía en México el tema de la guerrilla como él. Su objetivo aquí era ampliar sus conocimientos”, explica después de asegurar que su hijo no era integrante de las FARC. “Él no era guerrillero. Lo que le pasó a él le pudo pasar a un periodista o a mucha gente más. Él se sentía seguro en este país. Si el campamento hubiera estado en Colombia, estamos seguros de que él nunca hubiera ido. El siempre hacía estas cosas con el afán de conocer, de obtener información de primera mano, lo que nosotros decimos: trabajo de campo. No se puede tener ese conocimiento en un escritorio”, relata Álvaro en una entrevista.
Que se esclarezca la forma como fueron muertos los cuatro jóvenes mexicanos en la región ecuatoriana de Sucumbios, no que se enlode su nombre y su memoria, exigen desde Quito Álvaro González y Rita del Castillo, padres de uno de ellos, Juan. Enterado de que el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, abrirá un expediente para investigar las razones por las que las víctimas de la matanza se encontraban en un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) –sin haber presentado antes sus condolencias a las familias– Álvaro González reclama: “El gobierno mexicano está muy a tiempo de rectificar y presentar ante Colombia una protesta formal por los asesinatos de estos muchachos”.
Lucía y los cuatro jóvenes que murieron en el bombardeo a las FARC habían participado en un encuentro en Quito. En las fotos falta Soren Avilés, el egresado del Poli, cuyo cuerpo fue identificado ayer. Colombia informó que entregará a la SRE datos de la laptop de Raúl Reyes.
Los padres de los estudiantes mexicanos que se encontraban en el campamento de las FARC atacado en Ecuador anunciaron que demandarán internacionalmente a Colombia, pues consideraron estos hechos como una irrupción “genocida” y un “crimen de Estado”.
Lucía Andrea Morett Álvarez, la joven mexicana sobreviviente al ataque del Ejército de Colombia a un campamento de las FARC en Ecuador, es requerida por el gobierno colombiano para aclarar su relación con el grupo guerrillero. Organismos civiles denunciaron hoy que las autoridades de México realizan una campaña de hostigamiento y persecución de universitarios, después de que se comprobó que algunos estudiantes mexicanos se encontraban en un campamento de las FARC en Ecuador atacado por el Ejército colombiano.
El Gobierno de Colombia ha solicitado a México, con base en los instrumentos bilaterales y multilaterales pertinentes, que se investiguen los presuntos vínculos de nacionales mexicanos que se encontraban en el campamento de las FARC el 1 de marzo del presente año, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores. A su vez, el Gobierno mexicano le ha solicitado al de Colombia que proporcione a nuestro país cualquier información derivada de las investigaciones que en relación con estos hechos se llevan a cabo, informó en un comunicado.
La estudiante mexicana Lucía Morett presentó su primera declaración ministerial ante el fiscal general de Ecuador, William Pesantez, en el Hospital Militar de Quito, y dio testimonio de cómo los soldados colombianos que bombardearon el campamento de las FARC en la zona de Sucumbios –de donde se han rescatado, hasta ahora, los cadáveres de cinco mujeres y 17 hombres– remataron a heridos y a gente que se había rendido. Las otras dos sobrevivientes de la masacre, Doris Bohórquez y Martha Pérez, dos colombianas retenidas a la fuerza en el campamento para hacer el trabajo doméstico, ratificaron con sus declaraciones esa afirmación. “Los soldados les gritaban ríndanse, les vamos a respetar la vida, y una vez que se iban rindiendo, los iban matando”, sostuvo en entrevista el secretario general de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (Aldhu), Juan de Dios Parra.
El fiscal general de Ecuador, Washington Pesantez, dio a conocer que la estudiante mexicana Lucía Morett no se encuentra bajo proceso judicial ni enfrenta alguna medida cautelar en su contra por parte del gobierno, por lo que es libre de abandonar el país si así lo desea. El representante judicial acudió al hospital de las fuerzas armadas en la ciudad para entrevistarse con Morett, quien sobrevivió junto con otras dos mujeres colombianas a un ataque realizado por el ejército de Colombia a un campamento de las FARC en territorio de Ecuador.
Mientras tanto el gobierno federal "investiga":
El gobierno mexicano “investiga y recopila toda la información” acerca de la presunta participación de ciudadanos mexicanos en campamentos de las FARC, señaló el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, mientras que diputados de PRI, PRD, Convergencia y PT sostuvieron que las versiones que vinculan a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con la guerrilla colombiana “es una afrenta a la más importante casa de estudios de América Latina y golpea, una vez más, la autonomía de la universidad pública”.
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