La violencia entre jóvenes provoca distintas reacciones:
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) determinó que diez menores de edad estuvieron vinculados en la agresión contra integrantes de la tribu urbana conocida como emos o emotivos, perpetrada en esta capital el 7 de marzo, y que tres participaron directamente en los ataques. En un comunicado, la PGJE informó que citó a los padres de los menores involucrados para que ofrezcan a la autoridad pormenores de las actividades de sus hijos y evitar que incurran en nuevos hechos delictivos..
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Arquidiócesis de México demandaron al gobierno del Distrito Federal adoptar las medidas necesarias para garantizar la integridad de los jóvenes agrupados en la corriente emo, después de las agresiones de las que han sido víctimas por parte de grupos de punketos.
Como pocas veces se ha visto en las últimas décadas que el surgimiento de una tribu urbana haya generado una aversión entre otros grupos “marginados”; sin embargo, la historia de los emos apenas comienza. De acuerdo con Ignacio Pineda, del Multiforo Cultural Alicia, uno de los principales puntos de reunión de movimientos alternativos, este grupo lejos de ser marginal comienza a ser masivo y aún debe madurar.
El presidente municipal de Celaya, Guanajuato, el panista Gerardo Hernández Gutiérrez, dijo que los emos dan “mala imagen” y su gobierno buscará “reubicarlos” del jardín principal del primer cuadro de la ciudad, frente a la alcaldía, donde suelen reunirse. “Debe haber respeto, ante todo, pero también tenemos obligaciones, y los emos de alguna forma son ciudadanos, son personas humanas que también tienen sus derechos y obligaciones. No nos gustaría que estén en el centro. Afectan la imagen y dan mal ejemplo. Ellos que mejor estén en otro lado”. Aunque eludió dar detalles sobre la “reubicación”, subrayó: “Les vamos a pedir que no se concentren en un solo lugar, que estén en otro lugar donde no causen mala imagen”.
1 comentario:
Lo que más me preocupa es la actitud despectiva de las autoridades hacia estos chicos, que se manifiestan a través de el estilo de vida “emo”, al fin que la conducta de los 10 menores involucrados en el ataque violento es solo un reflejo de la intolerancia y beligerancia de nuestra sociedad, el llamarles “tribu” y querer “reubicarlos” es otro ataque violento, y el hecho de que una figura de autoridad se exprese de manera pública de esta manera invita a quienes quizás ni siquiera supieran del asunto se unan a esa opinión expresada por el alcalde de Celaya, sin duda que es urgente que nuestros gobernadores sean personas más preparadas y con valores como la tolerancia y el respeto.
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