Los legisladores se encuentran promoviendo una reforma laboral con el propósito de hacer "competitivo" al país en una era de globalización, era de globalización que comenzó en el país en el siglo XVI. Desde entonces, el territorio mexicano no ha dejado de ser fuente de riquezas para todo país que puede industrializar y crear servicios de alto valor comercial. Seguimos conformándonos con espejitos y lentejuelas cuando les vendemos oro, plata, maderas, cobre y petróleo. La reforma laboral sigue atrapada en el pensamiento virreynal de los partidos políticos, en un país que milagrosamente llega a tener en promedio el nivel educativo de la secundaria, y que pobremente puede ofrecer algo al mundo que no sea materias primas y mano de obra baratísima que será sustituida por los robots. Grupos de científicos, como hace 100 años, como los maderos de San Juan, sueñan con influir al nuevo gobierno neovirreyal:
Francisco Bolívar , ex presidente de la Academia de la Mexicana de Ciencias (AMC), entrega el documento Hacia una Agenda Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. El científico del Instituto de Biotecnología de la UNAM señala que el documento no tiene precedente. “Es la primera vez que esto ocurre: que casi la totalidad de las instituciones importantes en México que tienen que ver con ciencia, tecnología y superior sumen sus esfuerzos y lleguen a consensos para que el Presidente tenga una guía a través de la cual orientar los esfuerzos en ciencia y tecnología”.
El químico subraya que el documento señala la necesidad de incrementar paulatinamente el –“yo lo llamaría inversión” –, en ciencia, tecnología e innovación hasta llegar al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que establece la Ley de Ciencia y Tecnología desde 2004 y que se ha incumplido.
Quizá lo que no previó este grupo de científicos fue elaborar el documento en formato de dvd o una peliculita de tele educativa. ¿Acaso no saben que el candidato de las televisoras no lee? Así que es muy posible que las recomendaciones pasen desapercibidas en este sexenio. Mientras tanto, la economía mexicana sigue dependiendo demasiado de la venta de recursos no renovables y simplemente ignora el futuro y los recursos renovables. No hay absolutamente ninguan política pública sobre el tema. ¿La razón? El abandono del desarrollo científico y tecnológico:
La estrategia nacional de energía no plantea ninguna inversión en energías renovables. No se está aplicando recurso para el tema de la transición energética, manifestó preocupado el presidente de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), Vicente Estrada-Cajigal Ramírez. En las energías renovables entran la solar, la eólica, la mareomotriz, biocombustibles y geotérmica.
México tiene en el Sol un recurso que no está aprovechando. A nivel latinoamericano, es un país líder en estos temas porque tiene 30 años trabajando; sin embargo, esta trayectoria no se acerca a l mercado.
Los países del mundo con mayor recepción de luz solar al año son, en orden: China, Singapur, México, Australia e India. La radiación solar promedio en el país es de 5 kilowatts hora por metro cuadrado, lo cual permitiría que las viviendas del territorio nacional recibierna suficiente energía solar para producir hasta 200 veces lo que consumen. Con un área de 10 kilómetros por 10 kilómetros en el desierto, se podría generar suficiente energía para todo México. Los problemas son la inversión requerida y cómo llevar la electricidad a los centros de consumo.
Pero el mercado de energía solar en México es pequeño, asciende a 150 millones de dólares, de los cuales 100 millones corresponden a calentadores de agua y unos 50 millones son de celdas fotovoltaicas para generar electricidad.
En contraste, según el sexto informe del gobierno federal, para el 2012 la inversión pública aprobada a Pemex en flujo de efectivo fue de 301,255 millones de pesos; inversión 8.9% superior en términos reales en relación con la inversión ejercida el año anterior. Y si se considera la inversión que falta por realizar en el segundo semestre del 2012, se excedería en 18.5 por ciento.
Mientras seguimos produciendo electricidad con el viejo modelo industrial, la cantidad de energía solar que llega al territorio mexicano se desperdicia. Seguimos pensando que el sol solo interesa a los springbrakers que llegan a las playas mexicanas:
México podría cubrir la totalidad de su demanda eléctrica mediante la generación fotovoltaica si sólo aprovechara 4.0 por ciento del total del potencial de generación solar, expuso la coordinadora de asesores de la Secretaría de Energía (Sener), Carlota de las Mercedes Cagigas Castello. México tiene un potencial de generación solar calculado en casi seis mil 500 terawatts horas (TWh) por día. Cagigas mencionó que de acuerdo con la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables, y el Financiamiento de la Transición Energética, dijo, "debemos incrementar la participación de las fuentes no fósiles en la generación de electricidad en 35 por ciento del total para 2026".
La funcionaria federal recordó que de acuerdo con un estudio realizado por PricewaterhouseCoopers (PwC) , México es el país latinoamericano con mejores condiciones para la aplicación de sistemas fotovoltaicos por sus altos índices de radiación solar.
En ese sentido, mencionó que México ocupa el lugar número 15 en potencial fotovoltaico, además de que el precio de los módulos solares se han reducido hasta 75 por ciento en los últimos seis años, sin mencionar la tecnología térmica solar.
Sin embargo, admitió que el desarrollo del crecimiento de la tecnología solar está acotado y no evoluciona al paso que se quisiera, debido a la falta de subvenciones y a la priorización del desarrollo de grandes plantas de combustibles fósiles.
A pesar de que tenemos investigación nacional que ha mejorado la eficiencia de las celdas solares, no hay interés en empresarios mexicanos ni en los gobiernos estatales o federales:
Investigadores encabezados por Peña Chapa produjeron en laboratorio celdas con una eficiencia de 14.6 por ciento, avances que se publicaron este año y que no se habían obtenido antes por científicos en Latinoamérica.
“Esta eficiencia tiene una trascendencia tecnológica porque en los procesos para producir paneles fotovoltaicos se sabe que si se llega a 14 por ciento a nivel de laboratorio implica que se pueden producir paneles en áreas grandes con una eficiencia del 10 por ciento, que es el valor comercial de los paneles que se venden”. Añade que si bien hay paneles de mayor eficiencia, los costos son altos.
La eficiencia decrece debido a que la película de las celdas pierde uniformidad conforme incrementa la superficie donde es depositada. Si el depósito fuera perfecto, alcanzarían la misma eficiencia que en el laboratorio.
Pero estos paneles, aclara, aún son de 1 y 4 centímetros cuadrados, que buscan escalar a paneles de 10 centímetros cuadrados para convencer a inversionistas mexicanos de que inviertan en la tecnología para obtener otros comercialmente competitivos, de alrededor de 100 centímetros cuadrados.
Si bien hasta ahora no ha habido este interés de parte de alguna empresa nacional, dice, participan en una convocatoria de Conacyt y Sener que busca crear centros mexicanos de innovación de energía. “Es una ventaja enorme para las empresas porque sólo tienen que invertir el 10 por ciento del total, el resto lo pone Conacyt-Sener”.
La oportunidad de que una empresa invierta en este proyecto es única, enfatiza, puesto que no hay alguna que fabrique celdas solares en México y en Latinoamérica, ni siquiera de silicio. “Las celdas se traen del extranjero para conformar paneles. Hay compañías que están importando, pero no fabricando. La ventaja de la empresa que invierta en celdas de telurio de cadmio es que serían los primeros en desarrollar la tecnología en el orbe”.
La ignorancia nos hace malvender recursos renovables. La tradición europea hace olvidar el valor de los recursos de América. Y el primer enemigo se encuentra en las propias autoridades mexicanas:
Para la ciencia, las maderas preciosas forman parte de un imaginario sociocultural, puesto que la composición y aplicación de unas de excelente calidad están presentes en otras maderas muy despreciadas.
Estudios de investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) concluyeron que las maderas “corrientes” de bosques tropicales del sureste de México tienen propiedades físicas y mecánicas similares a la caoba y el cedro. Pero las muestras y resultados podrían extenderse a otras regiones del sureste apunta Héctor Flores Magón y Jiménez, director del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la universidad.
Para los investigadores de la UdeG las maderas nacionales son una alternativa que podrían sustituir a las preciosas en el mercado.
Estas maderas son Brosimum alicastrum (ramón); Manilkara zapota (chicozapote); Bucida buceras (Pucté); Lonchocarpus castilloi (machice); Metopium brownei (chechén); Platymiscium yucatanum (granadillo); Tabebuia rosea (rosamorada); Caesalpinia platyloba (chacté viga); Lysiloma bahamensis (tzalam); Piscidia piscipula (jabín) y Tabebuia donnell-smithii (primavera). “Poseen texturas, colores y propiedades especiales que pueden competir con el cedro y el roble”, añadió el investigador, quien recordó que estas últimas han sido explotadas de manera exhaustiva.
“El cedro prácticamente se acabó y la caoba se encuentra poco apreciada en el mercado, se tienen como especies en recuperación. Los académicos realizaron estudios de factibilidad en diseño y en comercialización con la finalidad de proporcionar a 50 comunidades ejidales cursos de capacitación para el trabajo, negocios e innovación.
“El estudio también analiza las propiedades físicas, de trabajabilidad y posibles usos, para mostrar a las comunidades las posibles aplicaciones, en qué productos los pueden emplear. El objetivo es que en las comunidades no sólo se venda la madera como materia prima, sino con valor agregado”, añadió Flores Magón y Jiménez. Los científicos mexicanos encontraron que las comunidades ejidales en el sureste desperdician estos recursos “corrientes” y desaprovechan el potencial económico que podrían tener.
“En esas comunidades venden a China los trozos de esta madera a unos 500 dólares por metro cúbico y creen que están haciendo un gran negocio, cuando podrían llegar a ganar hasta 3 mil dólares, porque no sabe todo el potencial que tienen y que pueden sacarles más provecho de manera sustentable”, dijo por otra parte José Antonio Silva, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG.
Las maderas son bien valoradas en mercados extranjeros, pero no de manera local y nacional, sostuvieron los académicos, para quienes el resultado de esto es además falta de interés para su investigación. Debido a ese desconocimiento, fue la Organización Internacional de Maderas Tropicales, con sede en Japón, quien financió la investigación y que busca obtener provecho del conocimiento generado.
En cambio, en el país, los investigadores no contaron con mayor apoyo que el de la universidad y menos aún de la Conafor. Además, señalan los investigadores, la Semarnat en vez de mostrar apoyo obstaculizó las investigaciones al no brindar los permisos necesarios para toma de muestras y su transporte a los laboratorios en Guadalajara.
Si bien ahora estudiaron el potencial de esta decena de maderas, los investigadores señalan que hay más de cien especies en la misma zona, así como muchas más en el país con el mismo potencial.
Cuba, un pequeño país con pocos recursos naturales ha desarrollado más tecnología en medicina que México en las últimas 40 décadas:
Gabriela podía ver los tendones y los músculos de su pie descarnado, también percibía que su extremidad expedía un olor a podrido. Su esposo ya había firmado la autorización para que en las próximas horas le cortaran parte de su pierna. Apenas 15 días atrás la mujer que padece diabetes se cortó el pie con un vidrio, su herida que no cicatrizaba, la llevó al Hospital “Gea González”, donde se infectó y la solución que le dieron fue la amputación. Justo a poco tiempo de ser sometida a la cirugía, fue invitada del área de Dermatología para participar en un protocolo donde le darían un tratamiento convencional para pie diabético, pero que agregarían un Factor de Crecimiento Epidérmico Recombinante Humano, denominado Heberprot-P, medicamento biotecnológico para tratar las úlceras de pie diabético. El médico José Conteras fue el responsable de impulsar este protocolo en el Hospital “Gea González”, de manera conjunta con el Laboratorio Mexicano Alvartis Pharma, a través del cual llegó la molécula de origen cubano sintetizada por ingeniería genética y de origen biotecnológico. El fin fue demostrar que no era un producto milagro. Se seleccionó a un grupo de 30 pacientes con clasificación de úlcera de pie diabético, a 15 de los cuales les aplicaron un tratamiento convencional y a los otros 15 el mismo tratamiento más el factor de crecimiento. “Encontrando diferencias significativas a quienes además se les aplicó el Heberprot-P, pues las heridas cerraron mucho más rápido”.
Mientras se siga apostando el futuro utilizando estrategias que apenas funcionaron en un puñado de países en el siglo XX seguiremos en la cola de la OCDE y con una brecha muy difícil de cerrar. Millones de pobres, desempleados, con bajo nivel educativo, serán la herencia de estas viejas generaciones que no dejan la nostalgia de un pasado que solo existió en las telenovelas y películas mexicanas. Seguimos en pleno siglo XVI. No hemos encontrado la ruta para crear un mejor país, más saludable, más feliz y más sabio.
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