miércoles, octubre 03, 2012

México un país con nivel de secundaria sigue sin aprovechar a sus profesionistas

Durante los últimos 100 años en el discurso político se ha hablado mucho de la industrialización del país. Pero este discurso no se acompañó de la creación de un sistema de educación de buena calidad. Y la empresa de llevar educación a todo el territorio mexicano culminó con la creación de un enorme sindicato que parece no funcionar para mejorar el sistema escolar. Los gobiernos y el sindicato se utilizan como herramienta política y de acceso al poder. Mientras tanto, a duras penas el promedio escolar del país llega a secundaria... un nivel educativo que resulta insuficiente para formar profesionales del conocimiento y menos empresas basadas en desarrollo del conocimiento. Por ello, las declaraciones de crear las bases para el desarrollo científico y tecnológico es todavía una utopía. La iniciativas son pocas y se concentran en las principales universidades públicas:

La directora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Yoloxóchitl Bustamante Díez, y el presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Alberto Espinosa Desigaud, suscribieron un convenio de colaboración científico y tecnológico para la creación del centro tecnológico “Coparmex-IPN”, así como para el desarrollo de la plataforma de comunicación “Red Horigen”, que permitirá transferir conocimiento y tecnología desde quien la genere a quien la demande. Mediante dicho centro, y a través del nodo de comunicación de la “Red Horigen”, el IPN atenderá las demandas que presenten los socios de esta Confederación y contribuirá a consolidar una red informática de colaboración entre investigadores y empresarios. Bustamante Díez afirmó que la investigación científica y el desarrollo tecnológico son la clave de la vinculación e innovación, porque entre muchos otros beneficios, propician el crecimiento de las actividades económicas con mayor valor agregado, reducen nuestra dependencia y nos permiten configurar un modelo propio de progreso.

Los estudiantes mexicanos tienen pocas opciones y conocen poco del procedimiento para obtener becas internacionales:

No obstante que existen oportunidades para obtener becas internacionales para trabajar en los mejores laboratorios del mundo, los estudiantes e investigadores mexicanos poco acceden a ellas por desconocimiento o por la creencia de que es muy difícil aplicar y conseguir una, sostuvo Refugio García-Villegas, científica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). La investigadora precisó que si bien México, junto con Argentina, Brasil y Chile eran los países latinoamericanos que más competían por ese tipo de becas, dado el buen nivel científico y donde se forman los científicos jóvenes mejor preparados de la región, se ha perdido esa tradición en el país. Explicó que oportunidades como las becas PEW Fellows Program para América Latina en las ciencias biomédicas, que ofrece la oportunidad de laborar en los mejores laboratorios de Estados Unidos, en años recientes pocos mexicanos apuestan por obtener esta beca. “El problema no es que los investigadores en México no sean competitivos a nivel internacional, sino que ahora hay otras opciones para hacer posdoctorados en el país y muchos investigadores optan por quedarse aquí”, detalló la investigadora del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav.

Y lo más lamentable del asunto, es que seguimos con una economía que administra la pobreza, que sigue anclada en el mercantilismo del siglo XVI, explotando a todo aquél que se deje, importando conocimiento y tecnología. En donde los salarios son miserables, sin seguridad social. Dependiente de la venta del petróleo y la maquila. Buena parte de los profesionales mexicanos no tienen empleo:

Al menos 22% de la población desocupada en las 32 entidades federativas del país tiene un nivel de estudios superior y medio superior, según cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Campeche, Chiapas, Guerrero Puebla y Tabasco son los estados donde el fenómeno registró la mayor incidencia al segundo trimestre del 2012. En Campeche, de cada 100 personas desempleadas, 59 tienen dicho nivel de instrucción; en Chiapas, 55; en Guerrero, 49, y en Puebla y Tabasco, 47 en cada caso. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al segundo trimestre del 2012, de la población desocupada (2 millones 468,162 personas), 37% contó con un nivel de instrucción medio superior y superior (919,852). Según especialistas consultados, el desperdicio de la población con un nivel de educación elevado es un freno considerable en el desarrollo económico. Jose Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, comentó que estas entidades se quedan cortas en lo a que generación de nuevas fuentes de empleo se requiere, lo cual impide la creación de mayor valor agregado. Agregó que, debido a una economía poco diversificada, carecen de espacios para personal con habilidades diferentes a los sectores tradicionales, por tanto -acotó- no hay necesidad de contratar a estas personas.

El temor virreynal de la ciencia y la tecnología sigue instalado en los partidos políticos y sus agremiados. El atavismo aristocrático de los mexicanos impide acceder a una sociedad que valora el conocimiento y la sabiduría. Tenemos que cambiar estos viejos usos y costumbres y promover el cambio al impulsar una verdadera cultura democrática que aspire a adquirir sabiduría; de otra forma, los políticos seguirán apostando el futuro sobando la pata de conejo o consultando la bola de cristal. 






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