Alrededor de 28.9 millones de personas, que representan 59.9 por ciento de la población ocupada en el país, laboraban en el ámbito del sector informal en el cuarto trimestre de 2012, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Prácticamente seis de cada 10 trabajadores en México laboran en actividades informales, sin seguridad social, en tanto la tasa de desocupación total pasó a 4.9 por ciento de la población económicamente activa (PEA).
Mientras la SEP se ha agandallado de las cuotas de los maestros de educación básica para entregarlas puntuales al nuevo líder vitalicio, el mundo ha cambiado las reglas del juego en la economía y el trabajo:
Vivimos un momento en que los mundos digitales se extienden a nuestra vida social y de trabajo a través del espacio virtual. Todavía es un enigma si el mundo digital regirá sobre el físico, pero lo cierto es que la tecnología ha propiciado un cambio en la forma de producción de bienes y cultura, observa la investigadora especialista de las culturas juveniles Maritza Arteaga. Advierte que las nuevas generaciones de creadores ven el desvanecimiento de la línea entre vida profesional y privada, y trabajan “apasionadamente” por proyectos —sin una fuente fija de ingresos— que son mal remunerados, sin beneficios ni seguridad social. Por su parte, García Canclini mostró incertidumbre sobre el futuro de los jóvenes de hoy. “Esta generación tiene un futuro incierto. No accede a las prestaciones que tuvo la generación anterior, ni la idea de una jubilación no tenemos idea de cómo vamos a vivir”. Las tecnologías digitales y dispositivos en red han creado relaciones sociales más horizontales y flexibles. Esto ha permitido que las nuevas generaciones sean “ciudadanos del mundo”, donde las condiciones geográficas dejaron de ser un obstáculo para llegar a lugares remotos. Pero “ser ciudadano del mundo es una condición muy riesgosa y se paga caro”, dice Francisco Cruces, coordinador del equipo de investigadores de Madrid y profesor de Antropología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España. “Tienen una vida muy loca, muy movida. Trabajo por proyectos y no puedo planificar nada porque no sé en qué voy a estar mañana”.
A pesar de ello, las escuelas siguen formando personas con capacidades útiles para el siglo XIX. El trabajo del futuro cercano es muy diferente al actual:
La penetración de nuevas tecnologías ha cambiando la manera en la que interactuamos en todas las áreas de nuestra vida, pero a pesar de ello nuestros espacios de trabajo continúan sin evolucionar. Compañías como Google han demostrado que el estilo gris y rígido de los espacios de trabajo debe transformarse. La firma consultora PSFK vaticina en su estudio “El Futuro del Trabajo”, un cambio en los espacios que los volverá más ágiles, flexibles, creativos e inspiradores. El reporte aborda, entre otros, los siguientes temas: Una mayor retroalimentación: A través de un sistema más sofisticado, los empleados podrán tener un mejor feedback con sus superiores de manera anónima y también contarán con un sistema más eficiente para emitir sugerencia en tiempo real. Telepresencia: La tecnología permite que los trabajadores realicen sus labores en tiempo real de manera remota y que se mantengan conectados con superiores y compañeros de trabajo. En un futuro no lejano existirán los robots con tecnología háptica (que pueden imitar las reacciones del cuerpo de quien lo controla de forma remota). Escoge tu lugar: La firma asegura que los escritorios y los lugares desaparecerán, los espacios serán abiertos y los trabajadores serán libres de escoger el espacio que más les acomode. Además existirán dispositivos para proyectar teclados en cualquier superficie, por lo que la computadora no será del todo necesaria.
Un video sobre la obsolescencia de la escuela del siglo XX de Sugata Mitra:
Algunas universidades públicas mexicanas se tratan de subir al tren del futuro:
Las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM) ocuparon el primero y segundo lugar, respectivamente, entre las instituciones de educación superior públicas y privadas en el país, cuyas publicaciones científicas tienen mayor impacto en la red, de acuerdo con el Ranking Web of Universities. Realizado por el Laboratorio de Cibermetría del Instituto de Bienes y Políticas Públicas del Centro de Ciencias Sociales y Humanas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, el reporte ubicó al Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la tercera posición. La Universidad de Guadalajara alcanzó el cuarto sitio y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey fue situado en el quinto puesto. El sexto lugar lo ocupó el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN.
Pero, las campañas para llevar los nuevos dispositivos a todos los niños y niñas de México sigue en pañales. La sociedad y los gobiernos mexicanos insisten en creer en la escuela tradicional mexicana:
Una computadora para cada niño es el nombre de la cruzada en la que Rodrigo Arboleda se enroló en 1982, convencido de que la tecnología aplicada a la educación es la vacuna necesaria para curar la ignorancia y elevar la calidad de vida en países en desarrollo; sin embargo, el reto a vencer es la voluntad política de los gobiernos. “En México hay capacidad de (...) darle a cada niño una computadora y cambiar la educación, pero (...) debe haber la voluntad política necesaria”, dijo Arboleda, presidente de One Lap Top Per Child (OLPC) Esta ONG busca llevar computadoras a todos los niños de países en desarrollo para que “aprendan a aprender”, generando un pensamiento crítico que a la larga eleve su calidad de vida. OLPC ya vendió unas ocho mil computadoras en San Luis Potosí, Sonora y Nayarit y ahora buscan que el proyecto sea nacional para conectar a 16 mil niños en primaria. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) asegura que por cada punto porcentual del Producto Interno Bruto invertido en tecnología e investigación, la economía crece un punto porcentual. Las computadoras de OLPC no requieren necesariamente de internet, pues se trata de la interacción del niño con la tecnología para resolver problemas. Otras ventajas son el precio de 100 dólares y que consumen sólo una décima parte de la energía de una laptop convencional, características que la hacen accesible a la base de la pirámide ya que “si tu logras crear una generación a la que no le de miedo investigar y que mantengan su creatividad innata muy viva, vamos a crear un país innovador”, aseguró el empresario.
¿Estás preparado para el trabajo del siglo XXI o piensas ingresar o permanecer en el trabajo informal? ¿Estás preparando a tus hij@s, sobrin@s o niet@s para el futuro o sigues creyendo en la escuela tradicional mexicana?
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