Casi la mitad de los alumnos de educación superior asisten a programas educativos evaluados como de buena calidad. Sin embargo, queda un largo trecho para tener un sistema más robusto. Es de llamar la atención que las universidades privadas no tengan mejores niveles de calidad, a pesar de que la renuncia del Estado mexicano ha crear nuevas universidades públicas:
En la ceremonia de entrega de reconocimientos a 177 instituciones de educación superior por sus programas de buena calidad, se aceptó, sin embargo, que hoy 47 por ciento de los alumnos de este sistema no están matriculados en estudios de excelencia, por lo que el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, anunció que se pondrá en marcha un Programa de Fomento a la Calidad, para incentivar a las escuelas privadas, que son las más rezagadas en esta materia. En ese sentido, Tuirán precisó que dos de cada tres programas de instituciones privadas no cuentan con prácticas ni mecanismos de aseguramiento de la calidad educativa.
Otro rezago ocurre en al educación superior tecnológica (un asunto absurdo cuando la riqueza actual se basa en la alta tecnología):
La Secretaría de Educación Pública (SEP) afirmó que persisten importantes rezagos en la calidad de la educación superior tecnológica en México, en la cual se encuentran inscritos poco más de 467 mil jóvenes, cifra que representa 15.9 por ciento de estudiantes de este nivel educativo. Muestra de ello, dijo, es que sólo uno de cada siete institutos tecnológicos –a los que concurren 363 mil alumnos– y una de cada diez universidades politécnicas –con 24 mil estudiantes– son reconocidos por su excelencia académica; es decir, menos de 50 por ciento de su matrícula aplica programas de calidad, lo que afecta a más de 196 mil jóvenes. Pese a ello, el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, insistió en que es necesario transitar de una evaluación que enfatiza insumos y procesos hacia otra que pone el acento en los resultados, sobre todo en el aprendizaje y desempeños de los estudiantes.
La Uach demuestra su importancia, a pesar de que el Estado Mexicano renunció a ser productor y se convirtió en importador de maíz y trigo:
Por tercera ocasión consecutiva, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoció a la Universidad Autónoma Chapingo (Uach) por su alta calidad académica especializada en la agronomía, de la cual depende la alimentación de los mexicanos, informó Aureliano Peña Lomelí, rector de la institución educativa. Actualmente existen en el sector rural de México nueve millones de jóvenes en edad escolar que no estudian porque no contaron con una oportunidad, es decir, sólo uno de cada 10 jóvenes que viven en ecampo tiene la posibilidad de ingresar a una escuela del nivel superior.
A los universitarios les toca cambiar el rumbo al que los gobernantes de los últimos 50 años han apostado... a administrar la pobreza.
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