El tema de la educación pública es, como uso y costumbre de los partidos políticos mexicanos, una bandera política. Esta situación provoca más males que bienes, las promesas no se cumplen, el financiamiento nunca llega, la calidad permanece baja. Apenas inicia el 2011 y han aparecido dos contendientes para las elecciones federales del 2012 (el año que dicen que se acaba el mundo). Estos dos "destapados" son ni más ni menos que el secretario de Educación Pública y la lideresa del sindicato de maestros. El autodestape del secretario:
El secretario de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, dijo que está “presto” si se da la oportunidad para contender por el PAN para la presidencia de la República en 2012. “Yo estoy presto para lo que mi partido decida, pero también dije, con toda claridad, que el sexenio no ha terminado y hay mucho trabajo por hacer, hay muchas agendas pendientes y también hay que estar pendientes de los tiempos que vaya definiendo mi partido”. Cuestionado sobre si ya levanta la mano para ser uno de los candidatos o precandidatos rumbo a 2012, dijo que “hace tiempo que lo hice y estoy atento a lo que mi partido defina”.
El partido político del sindicato de maestros también hace su aparición en la escena del vodevil político que son las elecciones federales mexicanas:
El Partido Nueva Alianza (Panal), de Elba Esther Gordillo, aprovecha el interior de las escuelas para repartir, con la complicidad de directivos, maestros y la estructura sindical del magisterio, miles de cuadernillos, loncheras y mochilas con propaganda electoral de ese organismo político, los cuales son entregados a niños desde tres años de edad, en prescolar, hasta adolescentes de 15, en secundaria. Así, los escolares son utilizados como vehículo para llevar el mensaje político de los candidatos y obtener los datos confidenciales de sus padres. Lo anterior es constitutivo de varios delitos de carácter electoral y penal, cuyas sanciones van desde el retiro del registro al organismo político, hasta la pena de uno a nueve años de prisión a los responsables, advierte el especialista en derecho electoral e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), John Ackerman.
Quién tiene algunas dudas sobre el tema es, al parecer, el secretario de Educación Pública, ya que parece que apuesta a una doble candidatura, la del PAN y la del PANAL:
Pese a que está prohibido por la ley, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, justificó la intervención del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en los procesos electorales: Yo no sé en qué sistema democrático o en qué sistema educativo del mundo, el sindicato de maestros no se mete en cuestiones político-electorales. No veo en qué país no lo haga.
Nuevamente, el sistema educativo será un recurso inagotable para los partidos políticos y sus candidatos a puestos de elección popular.
Lo que intrigante serán las propuestas del actual secretario de Educación Pública y del sindicato de maestros.... ¿Qué podrán hacer mañana que no están haciendo el día de hoy? No se requiere ser presidente de una república de pobres para hacer los cambios necesarios para mejorar la calidad, o, ¿Si?
Mientras tanto, más pronto que tarde, se gastará una suma enorme en comerciales de los partidos políticos..... la calidad educativa puede esperar hasta después de las elecciones....
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