Uno de los problemas que enfrentó el sistema de educación pública fue la cultura pre-escuela. Hace 200 años la mayoría de la población era analfabeta y no tenía acceso a la educación. Por ello, para construir una "sociedad democrática" se utilizaron mecanismos autoritarios para forzar la educación básica. Hace 200 años se requería de perseguir a las familias para que enviaran a sus hijos a la escuela. Con la intención de evitar que los atavismos culturales frenaran la "escolarización obligatoria" se dejó a los padres de familia fuera de las escuelas. Hoy la situación ha cambiado, muchos de esos padres acceden a la educación superior, prácticamente toda la población mexicana cursa la educación básica. Y la sociedad se ha vuelto muy compleja.... por ello se pide que las familias vuelvan a formar parte de la educación de los hijos:
Más que sólo planteles, las escuelas pueden y deben ser el centro de la acción colectiva de la sociedad para hilar y reconstruir el tejido social que permita transformar el país, sostuvo el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio. Lamentablemente, agregó, los indicadores comparativos con otras sociedades del mundo muestran que como sociedad “hacemos poco por nosotros mismos, le pedimos todo al Estado”, actitud que debe modificarse. El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) señaló lo anterior durante la ceremonia de premiación a los ganadores de la tercera convocatoria del concurso “La estrategia de participación social para una escuela mejor”. Se premiaron las iniciativas presentadas por maestros y padres de familia para mejorar el funcionamiento de las escuelas y su impacto social en nueve categorías: promoción de la lectura, mejoramiento de la infraestructura, protección civil e impulso a la actividad física. Además, fomento de actividades recreativas, desaliento de la violencia, cuidado al medio ambiente y mejoramiento de la alimentación en las escuelas, así como un tema libre. Lujambio reconoció que a 18 años de haberse promulgado la Ley General de Educación, que prevé la creación de los Consejos Escolares de Participación Social en las Escuelas, no se ha logrado que éstos existan en la totalidad de los 198 mil planteles educativos. En la actualidad, dijo, sólo en poco más de 170 mil planteles existe ya el respectivo Consejo de Participación Social, equivalente a poco más de 80%, lo que es en sí ya un gran avance si se considera que hasta épocas recientes sólo 4% de las escuelas habían cumplido con esta disposición de ley. Confió en alcanzar 100 por ciento, pero más allá de los números insistió en que es necesario considerar a las escuelas no como simples instalaciones físicas donde los alumnos adquieren ciertos conocimientos.
En el mundo actual, se requiere de educación, educación y educación:
En Querétaro, la comisión de familia del Congreso local que preside buscará que los jefes de familia con hijos en escuelas del nivel básico sean capacitados en las materias de sexualidad, alimentación y valores, para que las trasmitan a los menores como requisito de inscripción en planteles públicos y privados. Los padres no serían obligados, sino inducidos a participar, a fin de construir un puente que no existe y la formación de los escolares no quede al libre albedrío de los profesores.
La participación real de los padres en la educación de los hijos en las escuelas enfrenta muchos retos: el gusto autoritario de la escuela para limitar y controlar la participación de las familias, la falta de mecanismos para fomentar la participación de las familias, los 200 años de insistencia de la escuela por dejar a los padres detrás de la reja, la falta de tiempo real de los padres para colaborar en el horario escolar, la falta de capacidades de los maestros para trabajar con otros adultos, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario