martes, octubre 25, 2011

problemas sistémicos en la generación de empleos en México: la educación no hace la diferencia

Uno de los problemas en el mundo actual y las sociedades del conocimiento es el dilema del trabajo y la calificación educativa. Por una parte, el mundo se mueve rápido y las sociedades que necesitan de trabajo altamente calificado para generar desarrollo social y económico. Por otra parte, tenemos el capitalismo anclado en trabajos precarios mal pagados. Las sociedades actuales mantienen una sociedad desigual e inequitativa. Por ello, se produce el fenómeno del profesional "sobrecalificado", ya que los trabajos que se ofrecen son de bajo nivel intelectual; una buena parte de las empresas siguen trabajando con los esquemas capitalista no postcapitalistas. México tiene problemas estructurales porque nunca "despegó" ni ha invertido en crear empresas para el siglo XXI, sigue apostando por las viejas prácticas del siglo XX:

 En México, a contracorriente de lo que ocurre en el resto de las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tiene más “ventajas” contar con primaria o secundaria que con estudios universitarios. La proporción de desempleo entre quienes cursaron enseñanza superior es de 4.4 por ciento, la más alta en comparación con quienes apenas terminaron la educación básica o la media superior, con 4 y 4.2 por ciento, respectivamente. El informe Panorama de la educación 2011 señala que México ocupa el segundo lugar entre las 34 naciones de la organización en cuanto a porcentaje de población de entre 25 y 64 años –esto es, más de 50 por ciento en esos niveles de edad– que no ha completado estudios mayores a secundaria. De acuerdo con el reporte, en la mayoría de las naciones de la OCDE los adultos con título universitario tuvieron menores probabilidades de estar desempleados y ser menos afectados por el aumento generalizado de la desocupación entre 2008 y 2009. Sin embargo, para los mexicanos con estudios profesionales el desempleo ha ido en aumento, al pasar de 2.8 por ciento en 2007 a 4 por ciento en 2009. En cambio, para quienes tienen estudios mayores a secundaria o carrera técnica la desocupación bajó de 4.4 por ciento en 1997 a 4.2 en 2009. La tasa de desocupación entre los mexicanos con enseñanza superior fue mayor a la de países como Hungría y Corea, con 3.5 por ciento; Luxemburgo (3.7), Eslovenia (3.1) y Eslovaquia (3.9), entre otros. En esas naciones, a diferencia de México, la mayor tasa de desocupación se concentró entre quienes sólo cuentan con educación básica. Por ejemplo, en Eslovaquia el desempleo entre quienes cursaron la primaria y la secundaria llegó a 38.3 por ciento; en Hungría, a 21, y en Israel, 10.8. Por ello el organismo señala que en nuestro país el incremento de la desocupación “dependió en menor medida del nivel educativo”.

Además, la maternidad en las jóvenes mexicanas es un indicador de rezago educativo. Todavía una gran parte de las mexicanas dejan de estudiar una vez que tienen a los hijos:

En México al menos 35.2 por ciento de las mujeres que han tenido un hijo tienen rezago educativo, es decir, no han concluido la educación básica, mientras 35.8 por ciento sólo ha terminado su formación secundaria. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que en 2009, de los 2 millones 577 mil 214 nacimientos registrados, 4.5 por ciento corresponde a mujeres sin escolarización; 7.9 adicional tiene primaria inconclusa, y 22.8 por ciento sólo logró terminar este nivel educativo. Por nivel de escolaridad, las cifras muestran que 10.3 por ciento de quienes tuvieron un hijo en 2009 tenían licenciatura, y menos de dos de cada 10 habían concluido bachillerato. De esta forma, siete de cada 10 madres en el país no continuaron su educación media superior, superior o posgrado.

Las obsoletas ideas de los políticos, empresarios mexicanos y organizaciones civiles propician que se deseen lograr los objetivos de las sociedades del conocimiento y sus grandes ganancias a través del trabajo precario, mal pagado. Las ideas de capital humano y capital social, son simplemente ignorados. Por ello, son las grandes empresas trasnacionales que ocupan mentes bien pagadas en el mundo, pero trabajadores mal pagados a nivel local los que hacen negocios en México:

La educación en México ha dejado de ser un factor determinante de movilidad social, debido, entre otras razones, a que la economía nacional juega un papel periférico en el escenario mundial y para ello le basta absorber cuadros con los niveles educativos más elementales, sostuvo el presidente del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (Comie), Hugo Casanova. En relación con el reciente reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cual señala que en nuestro país es mayor el desempleo entre quienes tienen un título universitario en comparación con quienes sólo cursaron primaria o secundaria, indicó que esto ratifica que se tiene un modelo de desarrollo económico que no reconoce y no es capaz de asimilar a los egresados del sistema educativo, en particular a los que cuentan con estudios profesionales y mucho menos a los de posgrado.

Para saltar a la sociedad del conocimiento se necesita que los egresados de las universidades se transformen en emprendedores, pues, el gobierno, su burocracia, los empresarios mexicanos y las organizaciones civiles actuales, siguen el sueño guajiro del mercantilismo. Ni siquiera han llegado al capitalismo del siglo XX. Una posible solución es crear redes de profesionistas independientes y diseñar nuevas formas de organización; de otra forma, lo único que crecerá en el país es el comercio informal vendiendo artículos importados.




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