Presuntos porros y estudiantes del plantel número 3 del Colegio de Bachilleres y de otras escuelas, protagonizaron una pelea con petardos que estallaron en el interior de la estación Iztacalco del Metro, lo que dejó cuatro personas heridas y 21 detenidos. Según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal un grupo de seudoestudiantes agredió a alumnos que ya se encontraban en el interior de un vagón. Las primeras investigaciones señalan que al menos dos petardos estallaron, uno en el área de torniquetes y otro en el andén. Un petardo fue lanzado al interior del Metro desde el puente vehicular que cruza el Eje 3 Oriente Francisco del Paso y Troncoso y la Línea 8.
En la bronca participaron estudiantes que reciben becas por parte del gobierno del DF, al principio se habla de retirarles el apoyo:
La Secretaría de Educación del gobierno capitalino suspenderá la beca a ocho de los quince estudiantes que ayer participaron en el grupo que arrojó petardos al metro y que pertenecen al programa "Prepa Sí". El titular de la dependencia Mario Delgado, informó que de los 15 jóvenes detenidos por la procuraduría capitalina, al menos 8 son becarios del programa Prepa Sí, y que por esa conducta, les será suspendida la entrega mensual de los recursos para su educación.
Después, se plantea que quizá continuen recibiendo la beca, siempre y cuando realicen trabajo comunitario:
La Secretaría de Educación del Distrito Federal analiza si reintegra al programa de becas Prepa Sí a los ocho estudiantes involucrados en el altercado en la estación Iztacalco de la Línea 8 del Metro, con la condicionante de que realicen trabajo comunitario. Mario Delgado, titular de Educación del DF, dijo que buscará un acercamiento con los jóvenes y sus familias, luego de que los menores fueron exonerados y dejados en libertad por la Procuraduría General de Justicia del DF. Las becas les fueron retiradas, expuso el secretario de Educación del DF, porque demostraron conductas contrarias a los valores que se promueven a través de Prepa Sí. Delgado enfatizó que los estudiantes sancionados deberán demostrar primero que están cambiando su conducta violenta antes de ser reintegrados al programa y continuar inscritos en la escuela.
La sociedad mexicana está viviendo una época de grandes transiciones. Los cambios obligados por las deblacles financieras, las apuestas políticas, y el modelo económico impulsados en la década de 1980 están cobrando la factura. Las ciudades sobre todo en el norte de país, crecieron sin un plan prospectivo. Por otra parte, el sistema educativo ha permanecido detenido en un pasado más remoto y y no parece crear significado y sentido a los jóvenes. El dilema que se crea consiste en que sabemos que es necesario que los jóvenes permanezcan en la escuela para incrementar sus posibilidades de escapar de la pobreza. Pero, la escuela sigue siendo autoritaria y exige que cuando se comenten acciones consideradas como graves los estudiantes sean expulsados..... es decir, aquellos jóvenes que más necesitan de la escuela, son aquellos que más temprano son expulsados..... ¿Cómo resolver este dilema? No hay respuesta sencilla, y ni la escuela y ni la sociedad mexicana ha podido encontrar una salida pertinente.
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