El funcionamiento de las escuelas mexicanas sigue descarrilandose cada vez con mayor frecuencia. No hace mucho tiempo el virus de la influenza paralizó el sistema escolar. Ahora, el incremento de la violencia en muchas de las ciudades mexicanas impide el trabajo regular de las escuelas. El problema consiste en que el sistema escolar no tiene mecanismos para evitar que los niños y las niñas dejen de avanzar en su aprendizaje. No hay sitios de internet para continuar los estudios de manera independiente, ni contenidos que estén disponibles en televisión o incluso la radio. Así si se cierran las escuelas, por cualquier razón, se pierde el tiempo dedicado al estudio, y no se cumplen los objetivos que plantean los programas.
Los estados en donde se han suspendido clases son Guerrero:
La secretaria de Educación en Guerrero, Silvia Romero Suárez, confirmó que directivos de al menos 30 de las 114 escuelas cerradas por la inseguridad en el puerto de Acapulco aceptaron reanudar clases, aunque reconoció que la mayoría continuaron cerradas.
En contraste, los profesores aseguraron que ya son más de 320 escuelas sin laborar, pertenecientes a 70 delegaciones escolares del puerto.
Veracruz:
El estado de Veracruz se suma a los estados que iniciaron paro de maestros y cierre de escuelas por la ola de violencia que enfrentan los docentes y las inmediaciones de los planteles.
Esta mañana, en Tierra Blanca fuerzas federales enfrentaron a un grupo de hombres armados en la zona centro. La balacera provocó pánico cuando los disparos se presentaron frente a una primaria.
Las fuerzas armadas lograron acorralar a los agresores.
A consecuencia de la balacera, 30 escuelas de Veracruz cerraron sus puertas hasta que las autoridades garanticen la seguridad en las inmediaciones de los centros educativos.
Sinaloa:
Maestros, directivos y padres de familia suspendieron clases en los planteles del municipio de Navolato, Sinaloa, donde los últimos meses se han disparado los niveles de inseguridad.
Los docentes anunciaron que el paro de labores será de manera indefinida en las escuelas de nivel preprimaria hasta preparatoria, debido a que aseguran , las autoridades del estado no garantizan la seguridad de ellos y de los alumnos.
Como parte del movimiento docente en Sinaloa, padres de familia, directivos y maestros también se manifestan ante el Congreso del estado para solicitar audiencia con los encargados de seguridad pública a quienes solicitarán la vigilancia en los planteles.
La Secretaria de la sección 53 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) dio a conocer que de 17 instituciones de enseñanza básica, 12 determinaron unirse al paro de actividades, lo que deja sin clases a unos tres mil 200 alumnos.
Las protestas de profesores en Sinaloa por la falta de seguridad en las inmediaciones de los planteles educativos no son las primeras que surgen en el país.
Los logros obtenidos para eliminar la violencia en los últimos años son francamente poco efectivos. Ya que el origen de la violencia es sistémico muy relacionado con el crecimiento no planeado de las ciudades mexicanas, por la falta de infraestructura, por el bajo nivel de la calidad educativa, por la ausencia de politicas para crear trabajos bien pagados, la baja inversión en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, entre otros. Para que la violencia disminuya pasarán muchos años. En este contexto, habrá cada día más protestas por parte de las familias y los docentes. Y no se observa que la SEP tenga un plan para evitar que se pierdan clases y ofrecer a los estudiantes alternativas para cuando las escuelas estén cerradas en los próximos años.
Así que la respuesta estará en manos de las familias mexicanas que tendrán que pensar en cómo solucionar el problema de los cierres de las escuelas.
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