El ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, admitió que estaba pasado de copas cuando lo grabaron alardeando de su riqueza. Sin embargo, negó poseer el exclusivo y ostentoso guardarropa que presumió. “Lamento profundamente la manera que me expresé en la grabación, estaba muy pasado de copas y alardeé de lo que no era”. Granier dijo que se encuentra en el extranjero tratándose de una enfermedad que no quiso revelar; asimismo, aseguró que está fuera del país junto con su esposa porque fue amenazado por los cárteles del crimen organizado antes de dejar la gubernatura de Tabasco. En una grabación difundida en un noticiero tabasqueño, Granier presumió su riqueza e hizo alarde de su fastuoso guardarropa; según sus propias afirmaciones, compuesto por mil camisas, 300 trajes, 400 pares de zapatos y 400 pantalones adquiridos en exclusivos almacenes de Rodeo Drive de Los Ángeles y Saks, de la Quinta Avenida de Nueva York, Estados Unidos. “Es ofensivo hablar de 400 pares de zapatos; es ofensivo hablar de mil pantalones, por supuesto que nunca los he tenido, no los tengo y jamás los voy a tener. Estaba yo muy pasado de copas”.
Mientras el borrachín ex-gobernador tiene suficientes pares de zapatos para el resto de su vida, los mexicanos se tienen que esforzarse durante 10 horas diarias para ganar salarios míseros:
Los mexicanos trabajamos cerca de 10 horas diarias, lo que nos sitúa como el país que más horas labora del grupo de naciones que conforman a la la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sin embargo, los niveles de productividad que generan riqueza en el país, son muy bajos. México reporta bajos niveles de educación comparado con otros países del mundo, la inversión en infraestructura, ciencia, tecnología y desarrollo es ínfima y el registro de patentes, escaso. Se carece de una eficiente vinculación entre el aparato productivo y el educativo y prevalece una pobre competencia que encarece los precios de los insumos y reduce el ingreso disponible de los hogares. Estos factores limitan el potencial de crecimiento económico. En economías avanzadas la actividad económica está estrechamente vinculada al incremento de la productividad, al avance tecnológico y del capital humano y a la fortaleza de las instituciones. En México, la productividad total de los factores, capital y trabajo, cayó en promedio 0.7% anual entre 1980 y 2011, mientras que en mercados emergentes de alto crecimiento como Corea, se reporta un avance anual de entre 1% y 2%.
Una de las grandes limitaciones de México es la educación. Como los políticos la sociedad mexicana se regodea con la ignorancia. Por ello, el sistema económico se ha dedicado a administrar la pobreza. No hay incentivos reales para el aprendizaje profundo:
El rezago educativo en México llega a niveles preocupantes, pues 41 por ciento de la población mayor de 15 años (32 millones de mexicanos) vive en esa condición. Esa cifra es casi simular al número de personas que actualmente forman parte del sistema escolar, señalaron investigadores universitarios. Alejandro Canales Sánchez, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (Iisue), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lamentó que aun cuando la educación es un derecho social establecido en la Constitución, todavía existen 5.4 millones de analfabetas, 10 millones de personas no concluyeron la primaria y 16.4 millones no terminaron la secundaria, todos ellos en rezago educativo. De acuerdo con el Reporte de competitividad global 2012-2013, elaborado por el Foro Económico Mundial, la calidad de la educación básica en México ocupa el lugar 118 de 144 naciones clasificadas. A ello se debe sumar que sólo tres de cada 10 jóvenes de entre 19 y 23 años tienen acceso a la educación superior (esto es, 7 millones no ingresan a ese nivel), y que de cada 100 niños que inician la primaria sólo 50 concluyen estudios de bachillerato, 21 egresan de su instrucción universitaria y únicamente 13 se titulan.
Al pasar de la educación básica la cosa se atora:
La transición de secundaria al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) suele complicarsepara muchos de los adolescentes. Datos de la casa de estudios reportan que al ingresar a este subsistema de bachillerato, 80 por ciento de los alumnos no han reprobado y se perciben como buenos estudiantes. Sin embargo, en el primer semestre de formación media superior, 50 por ciento de ellos reprueba de una a seis asignaturas. La acumulación de materias en adeudo ocasionó, por ejemplo, que en la generación 2009-2011 (última en estudio) alrededor de 43 por ciento de sus alumnos no terminara el bachillerato en tres años, señala el Diagnóstico Institucional para la Revisión Curricular de CCH. Otro dato que aporta este análisis indica que de los más de 10 mil jóvenes que egresaron en 2011 –último año de diagnóstico–, 24 por ciento (3 mil 402) eligiera tres carreras de alta demanda: medicina, sicología y derecho, por lo que el documento propone que la orientación vocacional sea impartida desde los primeros semestres. El periodo más complicado para los estudiantes de CCH es el segundo año (tercero y cuarto semestres), donde la reprobación se incrementa a 75 por ciento de alumnos irregulares. “En el cuarto semestre se gestan de manera clara los posibles desertores. Algunas explicaciones sobre este fenómeno se relacionan con factores extraescolares: alumnos que entran a trabajar, embarazos y problemas económicos en la familia, entre otros. Sin embargo, la institución no deja de tener incidencia incluso en estos factores extraescolares, pues la cultura del CCH tiene su propio peso en algunas prácticas que permiten que los estudiantes dejen los cursos ordinarios, subraya el diagnóstico.
La reprobación y el abandono son un graves problemas que impiden aprovechar el talento de los jóvenes mexicanos:
Sin una auténtica y verdadera movilización social no será posible abatir los bajos niveles de desempeño académico en bachillerato ni la alta tasa de deserción, que lleva a que 650 mil jóvenes abandonen las aulas cada año, reconoció Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Media Superior. Señaló que de acuerdo con el Panorama Educativo de México 2012, presentado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), no hemos podido combatir adecuadamente este fenómeno, ya sea porque no estamos introduciendo las medidas adecuadas o porque no estamos reconociendo que se necesita un cambio de enfoque radical en la escuela. Los problemas en la calidad de la enseñanza, dijo, no sólo están en las matemáticas, pues como lo muestran las pruebas estandarizadas, poco más de 50 por ciento de los jóvenes que cursan su tercer año de bachillerato no pueden responder correctamente las preguntas de una evaluación, a lo que se suma una desvalorización del certificado de este nivel educativo, pues dos de cada tres egresados terminan insertándose en el mercado laboral en ocupaciones que no requieren ese grado escolar.
Así llegamos a la dantesca cifra de que tiramos por la ventana el 56% del talento mexicano. Lo arrojamos al comercio informal y a trabajos que pronto serán realizados por robots:
En nuestro país, 56% de los jóvenes de 20 a 24 años no terminó el bachillerato, a pesar de que son quienes a esa edad deberían estar cursando o haber terminado una carrera profesional. Cifras del Panorama Educativo de México 2012, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), indican que de la población de 20 a 24 años del país, apenas 44% concluyó el bachillerato. En la actualidad más de la mitad de esos jóvenes sólo tienen la secundaria para enfrentarse al mercado laboral. De los jóvenes de 20 a 24 años que no completaron el bachillerato, más de la mitad vive en zonas rurales de alta marginación, que tiene carencias alimentarias, y de ellos, la proporción más alta se concentra en las mujeres. Los datos del INEE muestran que la entidad con menos jóvenes de esas edades sin bachillerato es el Distrito Federal, donde 59.7% sí concluyó ese nivel educativo. Sinaloa es la segunda entidad con más jóvenes en esas edades con educación media superior, con 56%; le sigue Tabasco, con 54%; después Sonora, con 51.8%, y luego Tamaulipas, con 50.6 por ciento.
Y si los jóvenes y sus familias piensan que van a conseguir trabajo, se equivocan rotundamente. A pesar de los presidentes del trabajo, este no existe:
México es de los países con mayor número de jóvenes que no tienen oportunidad de estudiar ni de trabajar, así como de las naciones que menor presupuesto destinan por alumno y uno de los que tienen mayor rezago educativo. La diputada Judit Magdalena Guerrero López (PVEM), secretaria de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, quien precisó que más de 30 millones de mexicanos de 15 años o más presentan rezago en educación básica, además de que existe insuficiencia en la cobertura de los niveles medio superior y superior.Aunado a esto, los conocimientos de estudiantes en esos niveles son "frágiles y deficientes", principalmente en lo relativo a lectura, resolución de problemas matemáticos y ciencias. Nuestro país mantiene los últimos lugares entre las naciones integrantes de la OCDE con mayor número de población juvenil desatendida por el sistema educativo y marginada del mundo laboral, añadió la diputada federal. De acuerdo a cifras oficiales, hizo énfasis en que México ocupa el lugar 48 entre 56 países con economías analizadas por el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes. En ese sentido, dijo que debe admitirse que bajo los actuales esquemas la educación mexicana no solamente es ineficiente e ineficaz, sino que además es socialmente excluyente. "Ya no representa una opción digna de movilidad social", lamentó.
Y hay toda una serie de generaciones perdidas. A pesar de tener muchos más años de educación formal que sus padres, viven peor, con menos oportunidades de mejorar sus condiciones:
Mejor preparación, menos oportunidades. Esa es la desoladora paradoja que determina la realidad de la juventud actual en México y el resto de América Latina, de acuerdo con el antropólogo Néstor García Canclini. Vivimos en una época en la que los jóvenes cuentan con más nivel educativo que sus padres y mayor acceso a la información y al entretenimiento, pero padecen de mayor precariedad, explica el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores y profesor distinguido en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Son más los desempleados ahora que en las generaciones anteriores y hay porcentajes más altos de trabajos sin salarios, en los que se acepta estar sólo por las propinas y a veces ni por eso. La sociedad está atravesada por estas contradicciones que representan las condiciones de los jóvenes actuales.. La manera de responder a tales circunstancias, subraya, ha sido mediante la invención de nuevos modos de agruparse y comunicarse en red, además de valerse de la cultura como medio de expresión y motor de desarrollo. Desde hace tiempo los jóvenes, y no sólo los que participan culturalmente, están ingresados en el mercado laboral en condiciones muy precarias e incluso salvajemente explotadoras, y la cultura ha servido como vía de salida.
Mientras hay 32 gobernadores mexicanos con posibilidades de comprarse cientos de zapatos para distinguirse de "la naquiza", tenemos a millones de jóvenes que tendrán que sobrevivir en la economía informal y en trabajos de bajo nivel de complejidad. Esto seguirá mientras la sociedad mexicana no se sacuda la ideas virreynales y comience a construir una sociedad plenamente democrática.
El rezago educativo en México llega a niveles preocupantes, pues 41 por ciento de la población mayor de 15 años (32 millones de mexicanos) vive en esa condición. Esa cifra es casi simular al número de personas que actualmente forman parte del sistema escolar, señalaron investigadores universitarios. Alejandro Canales Sánchez, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (Iisue), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lamentó que aun cuando la educación es un derecho social establecido en la Constitución, todavía existen 5.4 millones de analfabetas, 10 millones de personas no concluyeron la primaria y 16.4 millones no terminaron la secundaria, todos ellos en rezago educativo. De acuerdo con el Reporte de competitividad global 2012-2013, elaborado por el Foro Económico Mundial, la calidad de la educación básica en México ocupa el lugar 118 de 144 naciones clasificadas. A ello se debe sumar que sólo tres de cada 10 jóvenes de entre 19 y 23 años tienen acceso a la educación superior (esto es, 7 millones no ingresan a ese nivel), y que de cada 100 niños que inician la primaria sólo 50 concluyen estudios de bachillerato, 21 egresan de su instrucción universitaria y únicamente 13 se titulan.
Al pasar de la educación básica la cosa se atora:
La transición de secundaria al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) suele complicarsepara muchos de los adolescentes. Datos de la casa de estudios reportan que al ingresar a este subsistema de bachillerato, 80 por ciento de los alumnos no han reprobado y se perciben como buenos estudiantes. Sin embargo, en el primer semestre de formación media superior, 50 por ciento de ellos reprueba de una a seis asignaturas. La acumulación de materias en adeudo ocasionó, por ejemplo, que en la generación 2009-2011 (última en estudio) alrededor de 43 por ciento de sus alumnos no terminara el bachillerato en tres años, señala el Diagnóstico Institucional para la Revisión Curricular de CCH. Otro dato que aporta este análisis indica que de los más de 10 mil jóvenes que egresaron en 2011 –último año de diagnóstico–, 24 por ciento (3 mil 402) eligiera tres carreras de alta demanda: medicina, sicología y derecho, por lo que el documento propone que la orientación vocacional sea impartida desde los primeros semestres. El periodo más complicado para los estudiantes de CCH es el segundo año (tercero y cuarto semestres), donde la reprobación se incrementa a 75 por ciento de alumnos irregulares. “En el cuarto semestre se gestan de manera clara los posibles desertores. Algunas explicaciones sobre este fenómeno se relacionan con factores extraescolares: alumnos que entran a trabajar, embarazos y problemas económicos en la familia, entre otros. Sin embargo, la institución no deja de tener incidencia incluso en estos factores extraescolares, pues la cultura del CCH tiene su propio peso en algunas prácticas que permiten que los estudiantes dejen los cursos ordinarios, subraya el diagnóstico.
La reprobación y el abandono son un graves problemas que impiden aprovechar el talento de los jóvenes mexicanos:
Sin una auténtica y verdadera movilización social no será posible abatir los bajos niveles de desempeño académico en bachillerato ni la alta tasa de deserción, que lleva a que 650 mil jóvenes abandonen las aulas cada año, reconoció Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Media Superior. Señaló que de acuerdo con el Panorama Educativo de México 2012, presentado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), no hemos podido combatir adecuadamente este fenómeno, ya sea porque no estamos introduciendo las medidas adecuadas o porque no estamos reconociendo que se necesita un cambio de enfoque radical en la escuela. Los problemas en la calidad de la enseñanza, dijo, no sólo están en las matemáticas, pues como lo muestran las pruebas estandarizadas, poco más de 50 por ciento de los jóvenes que cursan su tercer año de bachillerato no pueden responder correctamente las preguntas de una evaluación, a lo que se suma una desvalorización del certificado de este nivel educativo, pues dos de cada tres egresados terminan insertándose en el mercado laboral en ocupaciones que no requieren ese grado escolar.
Así llegamos a la dantesca cifra de que tiramos por la ventana el 56% del talento mexicano. Lo arrojamos al comercio informal y a trabajos que pronto serán realizados por robots:
En nuestro país, 56% de los jóvenes de 20 a 24 años no terminó el bachillerato, a pesar de que son quienes a esa edad deberían estar cursando o haber terminado una carrera profesional. Cifras del Panorama Educativo de México 2012, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), indican que de la población de 20 a 24 años del país, apenas 44% concluyó el bachillerato. En la actualidad más de la mitad de esos jóvenes sólo tienen la secundaria para enfrentarse al mercado laboral. De los jóvenes de 20 a 24 años que no completaron el bachillerato, más de la mitad vive en zonas rurales de alta marginación, que tiene carencias alimentarias, y de ellos, la proporción más alta se concentra en las mujeres. Los datos del INEE muestran que la entidad con menos jóvenes de esas edades sin bachillerato es el Distrito Federal, donde 59.7% sí concluyó ese nivel educativo. Sinaloa es la segunda entidad con más jóvenes en esas edades con educación media superior, con 56%; le sigue Tabasco, con 54%; después Sonora, con 51.8%, y luego Tamaulipas, con 50.6 por ciento.
Y si los jóvenes y sus familias piensan que van a conseguir trabajo, se equivocan rotundamente. A pesar de los presidentes del trabajo, este no existe:
México es de los países con mayor número de jóvenes que no tienen oportunidad de estudiar ni de trabajar, así como de las naciones que menor presupuesto destinan por alumno y uno de los que tienen mayor rezago educativo. La diputada Judit Magdalena Guerrero López (PVEM), secretaria de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, quien precisó que más de 30 millones de mexicanos de 15 años o más presentan rezago en educación básica, además de que existe insuficiencia en la cobertura de los niveles medio superior y superior.Aunado a esto, los conocimientos de estudiantes en esos niveles son "frágiles y deficientes", principalmente en lo relativo a lectura, resolución de problemas matemáticos y ciencias. Nuestro país mantiene los últimos lugares entre las naciones integrantes de la OCDE con mayor número de población juvenil desatendida por el sistema educativo y marginada del mundo laboral, añadió la diputada federal. De acuerdo a cifras oficiales, hizo énfasis en que México ocupa el lugar 48 entre 56 países con economías analizadas por el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes. En ese sentido, dijo que debe admitirse que bajo los actuales esquemas la educación mexicana no solamente es ineficiente e ineficaz, sino que además es socialmente excluyente. "Ya no representa una opción digna de movilidad social", lamentó.
Y hay toda una serie de generaciones perdidas. A pesar de tener muchos más años de educación formal que sus padres, viven peor, con menos oportunidades de mejorar sus condiciones:
Mejor preparación, menos oportunidades. Esa es la desoladora paradoja que determina la realidad de la juventud actual en México y el resto de América Latina, de acuerdo con el antropólogo Néstor García Canclini. Vivimos en una época en la que los jóvenes cuentan con más nivel educativo que sus padres y mayor acceso a la información y al entretenimiento, pero padecen de mayor precariedad, explica el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores y profesor distinguido en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Son más los desempleados ahora que en las generaciones anteriores y hay porcentajes más altos de trabajos sin salarios, en los que se acepta estar sólo por las propinas y a veces ni por eso. La sociedad está atravesada por estas contradicciones que representan las condiciones de los jóvenes actuales.. La manera de responder a tales circunstancias, subraya, ha sido mediante la invención de nuevos modos de agruparse y comunicarse en red, además de valerse de la cultura como medio de expresión y motor de desarrollo. Desde hace tiempo los jóvenes, y no sólo los que participan culturalmente, están ingresados en el mercado laboral en condiciones muy precarias e incluso salvajemente explotadoras, y la cultura ha servido como vía de salida.
Mientras hay 32 gobernadores mexicanos con posibilidades de comprarse cientos de zapatos para distinguirse de "la naquiza", tenemos a millones de jóvenes que tendrán que sobrevivir en la economía informal y en trabajos de bajo nivel de complejidad. Esto seguirá mientras la sociedad mexicana no se sacuda la ideas virreynales y comience a construir una sociedad plenamente democrática.
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