Según la visión actual de la Secretaría de Educación Pública, el combate al narcotráfico y la violencia que lo acompaña debe ser una corresponsabilidad de las escuelas de educación básica hasta las universidades... parece que el interés sobre la calidad educativa ha dejado de tener eco en las propuestas de la SEP:
Las universidades e instituciones de educación superior del país deben asumir el papel que les corresponde en el combate a la inseguridad, aseguró la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, e hizo un llamado “urgente” a rectores y representantes de esas casas de estudios a sumarse a la lucha contra el crimen organizado, mediante la creación de licenciaturas o programas de estudios acerca de la seguridad. Durante la entrega de reconocimientos a instituciones de educación superior 2008, la funcionaria indicó que el combate contra el narcotráfico emprendido por el gobierno federal debe “estar acompañado desde la agenda educativa, que es la de prevención”. En respuesta a este llamado, la secretaria de desarrollo institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Rosaura Ruiz Gutiérrez, consideró que si bien todos los actores sociales, incluidas las universidades, deben contribuir al combate a la delincuencia, “el principal llamado debe hacerse al Estado. Uno de los factores centrales para el combate al crimen organizado es que haya más educación en México, que se dediquen más recursos a ese rubro”.
El problema va más allá de los alegres discursos... nuestro país en 200 años no ha podido afianzar una democrácia sólida, sus instituciones son débiles, tal como lo plantea el subprocurador, contamos con "actitas que funcionan como la carabina de ambrosio" y no instituciones que ofrezcan seguridad y justicia:
El subprocurador de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República (PGR), Juan de Dios Castro Lozano, llamó a maestros y alumnos del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) a fomentar la cultura de la legalidad y a detener en grupo a los distribuidores de droga y presentarlos ante el Ministerio Público, no a levantar “actitas, porque eso y la carabina de Ambrosio es lo mismo”. El funcionario hizo el llamado durante la firma de un convenio de colaboración entre la PGR y el Conalep en materia de prevención del delito, en un acto realizado en el auditorio Alfonso García Robles, del Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Y persiste el porrismo, que como se ha presentado en otras entradas de este blog, se instaló en la década de 1960 y parece que llegó para quedarse:
Estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca tomaron unos 10 autobuses del transporte urbano de pasaje y con ellos bloquearon la avenida Universidad para demandar al rector Rafael Torres Valdez mayor seguridad en la instalaciones ante el enfrentamiento entre porros, que dejó varios golpeados y lesionados. Por convocatoria de la Comisión Administrativa y Educativa de la institución, los estudiantes exigieron a la rectoría requerir a la Procuraduría de Justicia del estado la detención de todos los porros que amenazan a la comunidad estudiantil, que por ello no puede realizar sus estudios con calma y tranquilidad.
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