Cuando no son del gobierno federal o de los gobiernos estatales, los golpes pertenecen al sindicato. Los profesores sindicalizados prefieren golpearse entre ellos. La democracia no parece funcionar. Nuestra cultura autoritaria todavía necesita de la violencia y la existencia de tlatoanis. Muera la democracia, viva el tlatoani:
Sindicalistas proclamados “democráticos” irrumpen en evento donde se entregaban 2 mil constancias de plazas. Profesores autodenominados “democráticos”, de la Sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en el Distrito Federal encabezado por Elba Esther Gordillo, fueron desalojados a golpes de un salón de fiestas, luego de que éstos intentaron ingresar para interrumpir una ceremonia de entrega de dos mil plazas para maestros de preescolar y primaria. Poco antes de las 11:00 horas de ayer, más de 50 profesores de esta sección llegaron al vestíbulo del recinto, ubicado en avenida Cuauhtémoc casi esquina con Eje 8, en la colonia Santa Cruz Atoyac, donde un grupo de seguridad del sindicato magisterial los sacó por la fuerza, dejando lesionados a 16 docentes de la disidencia y a siete profesores que estaban adentro del recinto. En esta trifulca, el profesor José Miguel Espinosa sufrió una grave herida en el ojo y, según el SNTE, podría perderlo. Lo mismo ocurrió con el maestro Adrián Martínez Aranda, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por lo que ambos fueron trasladados al hospital Adolfo López Mateos, del ISSSTE.
Grupos de choque del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) recibieron a golpes a profesores de la sección 9 de ese gremio, cuando éstos intentaron ingresar a la ceremonia de basificación de 2 mil maestros de educación primaria, encabezada por la dirigente “espuria y charra” María Teresa Pérez Ramírez, con el fin de exigir el reconocimiento de su comité seccional “democrático”. A pesar de que sujetos vestidos con trajes negros y pegotes con la leyenda “SNTE seguridad” se enfrentaron a los disidentes, que a empujones trataban de abrirse paso para llegar al salón en el que se efectuaba el acto, por la noche Pérez Ramírez –dirigente avalada por Elba Esther Gordillo– aseguró en conferencia que los disidentes “son capaces de agredirse entre ellos.
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