jueves, marzo 03, 2011

menores de edad que ingresen a emergencias de los hospitales públicos del DF serán atendidos como posibles víctimas de acoso escolar

El abuso y acoso escolar se ha reconocido, por fin, como un problema que es necesario atender:

El acoso estudiantil se incrementa aceleradamente en la capital del país. Cada 48 horas, el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia recibe una denuncia por este tipo de agresiones. La Fundación en Movimiento aseguró que en 2010 se reportaron 190 suicidios motivados por este tipo de violencia. “Hemos recibido llamados de planteles ubicados en 73 colonias de la ciudad”, expuso Luis Wertman, presidente del Consejo Ciudadano. En un lapso de 180 días se han recibido 94 llamadas para denunciar bullying, de las cuales 82% fueron realizadas por padres de familia, 10% por amigos o conocidos, 6% por los propios alumnos y en un solo caso se recibió la denuncia de un profesor. Trixia Valle, directora de la Fundación en Movimiento, expuso que este problema lo padecen siete de cada diez niños en edad escolar, principalmente secundaria, donde menos de tres por ciento quiere denunciar el acoso. “Ni 3% de niños y jóvenes denunciaría un caso de acoso escolar, ni a sus padres ni a las autoridades escolares”.

El gobierno del D.F. crea una unidad de atención especializada para estudiantes:

El Gobierno del DF pondrá en marcha la Unidad Especializada para la Atención de Estudiantes menores que sean víctimas de acoso escolar. Miguel Ángel Mancera, titular de la Procuraduría General de Justicia del DF, señaló que la unidad contará con una agencia del Ministerio Público y policías de investigación que serán capacitados por la SEP y quedará adscrita a la Fiscalía para la Atención de menores. La Secretaría de Educación del DF recibió en 2010 alrededor de mil 300 llamadas por violencia escolar. La PGJDF puso a disposición de padres de familia con hijos víctimas de bullying el número 01 800 00 64 533.

La asamblea discute cambios en la legislaciones:

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) discutirá modificaciones a la Ley de Salud capitalina, con el propósito de tratar el acoso escolar como un problema de salud pública. Esta reforma busca prevenir las agresiones físicas, verbales y sicológicas que sufren los escolares por parte de sus pares y, al mismo tiempo, atender a los generadores de violencia, explicó la presidenta de la Comisión de Salud, Maricela Contreras.

Y los hospitales públicos atenderán a los menores de edad que ingresen a emergencias como posibles víctimas del acoso escolar:

Todos los menores de edad que ingresen de emergencia a hospitales públicos del Distrito Federal por lesiones ocurridas en la escuela, serán atendidos como posibles víctimas de bullying, así lo informó el Secretario de Salud del DF, Armando Ahued. “Vamos a hacer una búsqueda intencionada de los casos que llegan a los hospitales. Tendremos especial atención en los niños que se reciban, para saber si hay de fondo el tema del bullying. Lo vamos a detectar en los hospitales y vamos a instruir al personal para que ante cualquier niño que llegue por alguna agresión se trate de identificar el fondo de lo ocurrido y tener información más certera.” Comentó que los menores de edad que llegan a los hospitales con lesiones como fracturas, descalabros, heridas y traumatismos, aseguran que se lastimaron por participar en riñas escolares, en las que no aclaran si fueron víctimas o victimarios. “Siempre se han catalogado como accidentes y ese es ahora el tema porque pueden llegar agredidos y se piensa que fue porque se cayó, pero en realidad fue porque le metieron el pie o lo aventaron”.

Legisladores presentan una iniciativa para considerar el abuso y acoso escolar como un delito:

El grupo parlamentario del PRI en el Senado presentó una iniciativa para que la violencia ejercida por condiscípulos y maestros en las escuelas, sea considerada un delito y equiparable a la violencia intrafamiliar. La iniciativa busca además que se establezcan sanciones para los maestros y autoridades educativas o adultos que, a pesar de ser testigos de esa violencia, no la denuncien o incluso la fomenten. Desde tribuna, la senadora Norma Esparza, recordó que el acoso escolar no está tipificado y en consecuencia no apareja sanción alguna. “Al no haber conducta típica definida por la ley penal, no es posible llevar a cabo sanción alguna, por más antijurídica que resulte tal conducta.

Ejemplos extremos del acoso en las escuelas mexicanas:

El 31 de enero un estudiante tomó una decisión crucial: ingirió líquido para destapar cañerías, con el único propósito de enfermarse y así no asistir a la Secundaria Técnica 72 Manuel María Contreras, en la que era acosado por una de sus profesoras y también por sus compañeros. Óscar entra en pánico cada vez que alguien menciona su escuela. No puede hablar, tiene una sonda que atraviesa su tráquea y no probará ningún alimento al menos por un año. La profesora de español Norma Gómez Botello comenzó a acosar al niño. “El niño padece de incontinencia urinaria debido a un accidente que tuvo en un testículo, el cual estuvo a punto de perder, y no puede aguantar las ganas de ir al baño; su maestra de español no le daba permiso de ir al baño”, explica su abuelo Mauricio. Pero no era todo. La profesora se negaba a calificarle sus trabajos y en una ocasión Óscar acudió con una asesora escolar, quien habló con la maestra, pero ese hecho sólo empeoró la actitud de la docente hacia su estudiante. La profesora Norma Gómez continúa dando clases en la secundaria 72. El director y subdirector del plantel siguen en sus puestos y Óscar sigue postrado en la cama 571 del Centro Médico en espera de su recuperación.

Una niña de 11 años enfrentó continuos acosos en su primaria. “Fue muy triste para mí, todos me excluían, nadie me hacía caso, me hacían sentir muy mal… Que estaba gorda, que parecía una ballena, estas agresiones venían de algunos compañeros en particular”, relata esta menor, quien con autorización de sus padres y por voluntad propia acepta hacer pública su historia y dar a conocer su nombre real. María Elena denuncia que en la primaria mixta en la que su hija todavía cursa la educación básica, a pesar de denunciar los hechos relatados por su hija, el caso fue tomado por los maestros como algo normal. “En la escuela tampoco le dieron el tratamiento adecuado, porque piensan que es normal que los niños se agredan entre ellos y que se trata de algo pasajero y no va a pasar nada”.


Es necesario hacer un esfuerzo para que las escuelas mexicanas sean espacios dedicados al aprendizaje y al fortalecimiento de la democracia. No es posible que en el siglo XXI las escuelas mexicanas sean una selva en donde el más grande o el más violento, sea un estudiante o un profesor, someta por la fuerza a los otros.



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