Reflexiones personales acerca de las noticias en los medios sobre la educación en México
miércoles, agosto 10, 2011
aparecen los robots por la parte trasera de las bibliotecas
Las tecnologías digitales tienen un efecto profundo en las sociedades actuales. Lentamente, transforman el ámbito editorial, cambian los hábitos de lectura. Una nueva tecnología se inserta en las bibliotecas. Los robots comienzan a digitalizar los libros:
En la Biblioteca de México José Vasconcelos personal especializado, acompañados de un robot escáner, trabaja día y noche ha digitalizado alrededor de 25 mil volúmenes. Hasta la fecha se han digitalizado aquellos publicados en el siglo XIX, así como obras importantes de la literatura, filosofía, historia, diccionarios y enciclopedias. Los libros son susceptibles de digitalizarse, porque su valor no sólo radica en su contenido, sino por el trabajo artístico, la calidad de la imagen, el encuadernado, la fotografía y las guardas, entre otras cuestiones. El proceso de escaneo puede convertir mil 800 páginas en 60 minutos. Con equipos de cómputo dispuestos en varias mesas dentro de una de las salas donde el personal, ataviado con bata blanca y guantes de látex, manipula los libros, como médicos dispuestos a supervisar la salud de sus pacientes. En ese lugar, frente a monitores, robots-escaners y cámaras fotográficas, los especialistas se encargan, en fases perfectamente controladas, del copiado, la edición, la limpieza, la restauración y la revisión de los volúmenes.
Hay preocupación sobre el futuro de las bibliotecas:
El director del Centro Interactivo de Recursos de Información y Aprendizaje (CIRIA) de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), Arturo Arrieta, señaló que el hecho de que los jóvenes no lean mucho y el uso de nuevas tecnologías, son los principales problemas que están enfrentando las bibliotecas. Consideró que la búsqueda de información en páginas tradicionales o buscadores por Internet y el surgimiento de una nueva generación de usuarios enfocados al uso exclusivo de la tecnología, crea crisis en las bibliotecas.
La tecnología digital puede revitalizar libros agotados:
La editorial francesa Hachette y Google anunciaron un acuerdo definitivo para digitalización de libros agotados de la casa de edición gala. "El acuerdo de asociación tiene por objetivo dar una segunda vida a millares de obras agotadas, tanto a beneficio de sus autores como de las universidades, de los investigadores y del gran público en general" , indicó Hachette en un comunicado. Será la editorial francesa la que decida qué obras puede digitalizar Google, cuáles estarán disponibles en formato de libro electrónico (ebook) a través de la herramienta Google ebooks y qué obras serán retiradas de los servicios de Google.
Estos cambios no parecen influir, ni de manera positiva ni de manera negativa en el gusto por la lectura en México.... seguimos conformándonos con crear campañas para el fomento de la lectura.... y seguimos leyendo muy poco:
A lo largo y ancho del país se desarrollan campañas de fomento a la lectura impulsadas por distintos frentes; las hay provenientes de las instituciones públicas, la iniciativa privada y la sociedad civil; sin embargo, no existen mediciones sobre el impacto de la promoción de la lectura entre los ciudadanos. En las estaciones del Metro y en parabuses, en las escuelas de educación básica, en casas y centros de cultura, en los hospitales y entre algunos policías y bomberos, a través de frases y anuncios en la televisión con cantantes y actrices de moda, mediante pequeños círculos de lectura o en presentaciones masivas “de lectores”, se difunden mensajes que invitan a leer. En México, hay una gran cantidad de estrategias que promueven el gusto por la lectura, pero en contraste se carece de mediciones que muestren los resultados de tales empresas e inversiones. Algunos hablan de la necesidad de que se levanten encuestas por lo menos cada tres o cinco años para “ver cómo vamos”; otros más aseguran que las encuestas son innecesarias y que en México no se realizan porque lo único que hacen es “documentar el fracaso”. Lo cierto es que la única medición que se ha hecho al respecto data de 2005, cuando se levantaron los datos para la Encuesta Nacional de lectura en 2006 y en la que se daba el dato de que los mexicanos leen 2.9 libros al año.
¿Y tú que estás leyendo esta semana?
Etiquetas:
bibliotecas,
formación de lectores,
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