La salud de los estudiantes mexicanos se encuentra en riesgo por la vida del siglo XXI, la comida chatarra, las largas horas que pasan sentados en la escuela o mirando la televisión o utilizando videojuegos. Una de las metas que se plantearon fue cambiar el tipo de alimentos que se venden en la escuela y crear una nueva cultura alimenticia, pero, las cosas no han cambiado mucho:
Las metas del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria (ANSA) no se cumplirán para 2012 como estaba previsto, principalmente revertir el problema de sobrepeso y obesidad en la infancia.
No hay avances en una nueva normatividad para el etiquetado de
alimentos, ni decisión de las autoridades para aplicar impuestos
específicos a alimentos con bajo o nulo valor nutritivo.
Tampoco se ha logrado incidir de manera definitiva en los hábitos
alimenticios de la población, advirtieron especialistas en el foro
Estrategias para prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil, convocado
por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Advirtieron que en el país persiste una compleja problemática, pues
mientras la desnutrición persiste en un millón de niños en edad escolar,
en el otro extremo son alrededor de 3 millones los que tienen sobrepeso
y obesidad.
En el siglo XXI los ciudadanos abandonan el ejercicio físico por las comodidades mecanizadas:
La activación física no es el fuerte de los capitalinos, ya que al menos 55% de ellos no realiza ningún tipo de ejercicio,
estiman la Secretaría de Salud y el Instituto del Deporte del DF.
Armando Ahued, titular del ramo de salud, explica que de cada 10
personas con 30 años de edad o más que hay en el DF, siete u ocho no
efectúan ningún tipo de ejercicio, lo que genera la presencia de
problemáticas como la obesidad y el sobrepeso. Comenta que tener un mayor
índice de masa corporal de la que se debe detona padecimientos como la
diabetes mellitus y la hipertensión arterial y eso “va totalmente del
brazo con la primera causa de muerte en el país y en la ciudad”, que son
las enfermedades cardio y cerebro vasculares.
La desnutrición y la obesidad son los enemigos de la infancia mexicana:
Los resultados del Perfil Nutricional de los Escolares de Hidalgo (Penute), realizado por la Universidad Autónoma del Estado (UAEH), el Sistema DIF y Salud, con una muestra de 48 mil 230 menores de los grados escolares de primero, tercero y sexto año muestran una serie de fallas en la nutrición: 50% de los niños presenta algún indicador de Síndrome Metabólico.La alteración más común, según señala el profesor investigador del área de nutrición de la UAEH, Marcos Galván Durán, fue la baja concentración de colesterol HDL, conocido como bueno y los altos niveles de triglicéridos. La insulina elevada se presentó en uno de cada cinco niños, marcador temprano de riesgo de diabetes mellitus tipo 2.
La subsecretaria de Salud, Ana María Tavares, precisa que en los escolares 28% registra obesidad, pero además de este problema también se detectaron altos niveles de desnutrición.
Al aumentar los niños con problemas de diabetes las escuelas tendrán que poner atención al cuidado de estos niños. Los maestros que hoy no ponen atención al cuidado de la salud de los estudiantes, mañana tendrán que evitar los peligros del azúcar alta o baja en ellos:
En medio de un partido de tenis Santiago González, de sólo 10 años, comenzó a sentir todos los síntomas comunes de una disminución inesperada de azúcar que, de no atenderse de inmediato, provocan un coma. Sus padres lo trasladaron al baño para darle la atención común que se otorga un niño diabético tipo 1, pero en la desesperación se toparon con la intolerancia del entrenador que decidió ignorar la explicación y la urgencia, y exigió que la familia saliera inmediatamente del estadio.
Ana Terán González, madre de Santiago y vocera de la Fundación en Investigación de Diabetes, explicó que han tratado de sensibilizar a profesores, médicos, niños y público en general, pero aun así sigue prevaleciendo la discriminación e ignorancia hacia la diabetes infantil, conocida como tipo 1.
La vocera, que participó junto con los luchadores Amapola y Shocker en la precampaña de concientización sobre la diabetes infantil, en Paseo de las Palmas, comentó que también durante un viaje en Estados Unidos, dentro de una cafetería, una señora los insultó al ver que le tomaban al niño sangre para medir su glucosa, “me dan asco”, les dijo, por lo que tuvo que intervenir el dueño del lugar y pedir una disculpa.
La ignorancia altera la dinámica cotidiana de una familia con un niño diabético y a esto se suma la falta de apoyo del sector salud.
La diabetes es una enfermedad crónica, mortal al lago plazo, costosa y que disminuye drásticamente la calidad de vida de las personas. ¿Qué piensas sobre el tema? ¿Estás cuidando tu salud y la de tu familia?
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