Siguen apareciendo atentados explosivos en distintas universidades mexicanas, eventos recurrentes en el año previo a las elecciones realizados por grupos que nadie conoce, ni se sabe de sus motivos.... quizá enemigos del conocimiento, quizá desean promover la ignorancia para su ventaja:
Un sobre explosivo detonó en las manos de un docente de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP), causándole quemaduras menores, hecho que consternó a autoridades educativas.
El atentado fue confirmado por el subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo, Rolando Durán, quien añadió que tras este acontecimiento directores de educación superior acordaron reforzar sus protocolos de seguridad.
Durán confirmó que se instrumentará “el siguiente nivel de seguridad”, que contempla desde la instalación de arcos detectores de metal hasta sistemas de rayos X para garantizar la seguridad de los alumnos.
Reservándose la identidad del docente que resultó lesionado, el directivo confirmó que el sobre habría llegado a través de correo.
“Cuando se recibió el paquete se tuvieron sospechas, por el remitente y el peso, que superaba el de los documentos, por lo que antes de ser abierto se aisló de los estudiantes y se instaló el protocolo de seguridad.”
Sin revelar el remitente al que iba dirigido el sobre, expuso que éste finalmente fue abierto por uno de los docentes del plantel, con dichos resultados.
Con estos atentados aumenta la paranoia en las universidades públicas que se siguen preocupando por la inseguridad y parece que se abandona el interés en mejorar la calidad educativa de estos centros:
El ataque a la Universidad Politécnica de Pachuca obliga a las instituciones educativas a redoblar los esfuerzos en materia de seguridad y prevención, así como a revisar los protocolos respecto a la correspondencia, afirmó el subsecretario de Educación Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán.
Añadió que también se tendrán que revisar protocolos, en particular la recepción de comunicaciones como sobres, cajas y paquetes en las universidades, “el tipo de procedimientos que deben de seguirse para recibir estos materiales y, sobre todo, capacitar a nuestras comunidades para fortalecer sus respuestas frente a eventualidades como las que hemos vivido”.
Poco a poco los presupuestos de las universidades públicas se utilizan en protocolos de seguridad, y poco a poco queda menos dinero para las becas a estudiantes. Cada día nos parecemos a nuestros socios comerciales del norte gastando el poco dinero en asuntos de "seguridad y lucha contra el terrorismo" cuando la historia nos indica que estos problemas disminuyen de manera radical en economías boyantes y sistemas democráticos. El miedo y el terror solo producen: pobreza. Así de simple, ya que los únicos que ganan son los vendedores de armas y equipos de seguridad.
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