Además de la falta de infraestructura del sistema educativo existe el problema de la deserción escolar. Está comprobado que la existencia de leyes que hacen obligatoria la educación básica no es garantía de que se apliquen cabalmente. A pesar de que en muchos lugares se ha realizado un gran esfuerzo para ampliar la cobertura escolar existen problemas que provocan que los niños, las niñas y los jóvenes dejen de asistir a los centros educativos. Este fenómeno se agudiza en las zonas rurales y las más pobres. Otra de las causas consiste en que debido a la gran demanda y falta de cobertura desde hace varias décadas se aplican exámenes de ingreso y con base los puntajes obtenidos los estudiantes pueden o no inscribirse al centro que ellos eligen. No quedarse en la opción elegida provoca deserción. Entre la primaria y secundaria desertan casi 60 mil niños en promedio, es decir 5% del total del millón 200 alumnos que hay en el nivel básico en el DF.
Mientras unos deciden no continuar en la escuela, otros no alcanzan un lugar, como los jóvenes detenidos por protestas en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). A estos jóvenes se les impuso ya una fianza y después de pagarla recobraron su libertad, más no un lugar en el IPN.
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