El agallande y el pandillerismo son un grave problema del sistema educativo mexicano. Desde la escuela primaria hasta la universidad el acoso y abuso acompañan a los estudiantes, es un síntoma de nuestra cultura machista y autoritaria poco interesada en respetar los derechos humanos:
El acoso escolar no sólo es una expresión de la violencia entre niños de primarias y secundarias, también se manifiesta en la educación superior por medio de burlas constantes, insultos, gritos, bromas pesadas, golpes, vandalismo, e incluso acoso sexual, lo cual tiene un impacto negativo en el aprendizaje de los estudiantes, quienes no quieren entrar a clase, muestran tensión, miedo y hasta dolor a causa de estas situaciones que ocurren en las escuelas.
De acuerdo con el estudio Bullying en el nivel superior, en el que se presentan los resultados de una muestra aplicada a 283 estudiantes del Centro Universitario de Los Altos (CUAltos) de la Universidad de Guadalajara (UdG), la violencia entre estudiantes ocupa el primer lugar en la percepción de los alumnos que consideran que sí existe un problema en este sentido y la violencia de los profesores hacia los alumnos, ocupa el segundo sitio.
El 19.78 por ciento de los jóvenes consideró que observa violencia en su plantel y 12.36 por ciento respondió que se ha sentido agredido. Las principales formas de violencia entre los alumnos fueron las verbales, como la carrilla, las burlas, las bromas pesadas, el ponerse apodos, los gritos.
En cuanto a los actos que implican violencia física, señalaron el vandalismo, los golpes, el acoso sexual y, la más frecuente, los empujones en el salón de clase o en los pasillos.
Otra forma de agresión es contra los estudiosos. Los nerds son tratados como raros o enfermos, situación que puede encubrir el deseo de que si los agresores no sobresalen, impedirán que otro lo logre. También, se detectó la agresión por posiciones ideológicas.
El estudio llama la atención en el hecho de que 4.2 por ciento del total de la muestra se asume como una persona violenta. En ese grupo, 41.66 por ciento dijo que le sirve ser violento para defenderse, 33.33 por ciento señaló que le es útil para protegerse y 25 por ciento apuntó que esa conducta es para que sepan quién manda.
La SEP plantea una campaña para erradicar el problema:
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Secretaría de Educación Pública y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) anunciaron una campaña para erradicar el “bullying” o acoso y la discriminación entre estudiantes de bachillerato.
Esta campaña llegará a mil 746 escuelas de nivel medio superior que forman parte del Programa ConstruyeT.
El presidente del Conapred, Ricardo Bucio, refirió a su vez que de acuerdo con la Encuesta Nacional contra la Discriminación 2010, los jóvenes del rango de edad del bachillerato son los que más reconocen la diversidad, pero no necesariamente la respetan.
Esta perspectiva se refuerza con la encuesta que en 2009 realizó la Secretaría de Educación Pública (SEP) y que revela que 52 por ciento de los adolescentes no estarían dispuestos a compartir el salón de clases con una persona homosexual.
Otros estudios muestran que 33 por ciento de los alumnos de este nivel de estudios han recibido insultos y 42 por ciento son ignorados; por el lado de los agresores, en cambio, 35 por ciento reconocen que han insultado, 42 por ciento han ignorado y entre 10 y 14 por ciento han golpeado a algún compañero.
El funcionario consideró que frente a este panorama la campaña permitirá dar respuesta al “bullying” y la discriminación, así como sensibilizar a los jóvenes que cursan estudios en el nivel medio superior sobre esta problemática.
Es necesario, también, crear una cultura de la denuncia:
La falta de denuncia del acoso escolar genera un ambiente de impunidad que alienta actos de discriminación y otras violaciones a derechos humanos dentro y fuera de las escuelas, concluyó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en el diagnóstico sobre bullying en Querétaro.
El documento, publicado este mes, revela que las víctimas “presentaron síntomas similares como sueño excesivo, bajo rendimiento escolar, depresión, alteraciones en el apetito, irritabilidad o comportamientos repetitivos, es decir, lo que ellos padecieron lo reproducen hacia sus pares, todo ello como efecto de un estrés postraumático”.
Se advierte que las consecuencias afectan a todos los niveles, pero especialmente al agredido, cuyos efectos van más allá de la vida escolar y puede provocar graves estados de ansiedad y depresión.
Un ejemplo de la bola de nieve que se crea al ignorar el problema del acoso y abuso escolar:
Alexis, Aldo y César, de 15 años, fueron detenidos por la policía estatal luego de haberse llevado a un estudiante de 14 años de una secundaria, para golpearlo y después abandonarlo en una plaza comercial. Los implicados enfrentan cargo por bullying y probable privación de la libertad.
Familiares de la víctima presentaron la denuncia sobre el caso de abuso y violencia. La víctima fue interceptada por los agresores.
Lo sujetaron por los brazos y luego lo golpearon en el rostro, la cabeza y la espalda, para enseguida subirlo por la fuerza a una camioneta.
Y para remate, todavía muchos mexicanos y mexicanas justifican que el marido tunda a golpes a su mujer:
En México, 23 por ciento de mujeres y hombres consideran que en ocasiones o siempre se justifica que un hombre golpee a su esposa, de acuerdo con el reporte de ONU Mujeres El progreso de las mujeres en el mundo: en busca de la justicia.
La cifra es similar a la de países como Turquía, Chipre, China, Corea, Vietnam e Irán, y lo coloca como el país de la región (de los siete que fueron evaluados) con el porcentaje más alto de personas que justifican la violencia doméstica, a pesar de contar con leyes que protegen a las mujeres en ese sentido.
Después de México se encuentran Uruguay (20 por ciento) y Trinidad y Tobago (19 por ciento). Las otras naciones estudiadas son Argentina, Colombia, Chile y Brasil.
En 17 de los 41 países evaluados, una cuarta parte o más de las personas opinan que es justificable que un hombre golpee a su esposa.
La violencia ejercida contra mujeres y niñas es una manifestación extrema de la desigualdad y discriminación por motivo de género y a la vez una herramienta, a veces mortal, para mantener su situación subordinada, asienta.
¿Y tú que piensas de abuso y acoso escolar? ¿Es un problema o es una situación normal? ¿Es el tipo de país en el que quieres vivir? ¿Cómo cambiar esta realidad?
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