viernes, enero 20, 2012

¿Qué se necesita para impulsar la ciencia mexicana? ¿Más dinero? ¿Más burocracia? ¿Más ideas?

Los pronósticos económicos recientes son como las noticias del cambio climatico, nada halagüeñas. Las malas lenguas dicen que se acerca una nueva recesión global. El asunto es que no afectará a todos por igual, serán las naciones que han apostado por el desarrollo de la ciencia y la tecnología quienes tengan mejores oportunidades de evitar grandes pérdidas. México persiste en permanecer en el virreynato, jugando un juego local con reglas amañadas y poco futuro. Los mexicanos (y más sus políticos) se sienten seguros con las cartas del tarot, la lectura del café, y mirando la bola mágica. La ciencia sigue siendo cosa del demoño:

En México el desarrollo de la ciencia y la tecnología enfrenta amenazas y debilidades en al menos dos tercios de las entidades. De acuerdo con el Ranking Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2011, tan sólo el déficit de población con estudios de licenciatura y posgrado orientado a la innovación tecnológica y los nuevos conocimientos afecta a 30 estados, excepto el Distrito Federal y Nuevo León. A esto se suma que en casi la mitad del territorio nacional prevalece un bajo índice de productividad innovadora, es decir, escasa creación científica, baja solicitud de patentes o de diseño industrial. Los resultados del estudio, elaborado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT), revelan que en 19 estados un factor de debilidad para impulsar la ciencia son las condiciones económicas y sociales, ya sea por los bajos presupuestos públicos que se destinan al sector o la baja escolaridad de la población. De los 10 factores evaluados, entre los que se incluye presupuesto e infraestructura científica, formación de personal, productividad científica, acceso a tecnologías de la información y herramientas institucionales para impulsar la generación de nuevos saberes, destaca como amenaza al desarrollo científico no sólo la falta de inversión pública, también que en al menos 15 entidades no se cuente con un programa estatal de ciencia y tecnología, o que aún no tengan una comisión del sector en su congreso estatal. Entre los estados con mayor rezago: Guerrero, Chiapas y Oaxaca, destaca el bajo porcentaje de inversión pública destinado a ciencia, tecnología e innovación de acuerdo con el producto interno bruto de cada entidad. Así, Oaxaca, se ubica en la última posición nacional, con un 0.1 por ciento, mientras que Nuevo León encabeza la lista de los que tienen mayor aportación al sector, con un 0.66 por ciento de su riqueza estatal, mientras que el Distrito Federal invierte 0.41 por ciento.

¿Qué se necesita para mejorar nuestras posibilidades de tener un mayor desarrollo económico, social y político? Una primera cosa es formar una cultura que aprecie el conocimiento y sepa como utilizarlo para mejorar el desarrollo humano, tal como alguna vez lo hicieron los mayas:

El medio matemático mexicano es muy pequeño y es evidente que en el país no existe una apropiada conciencia de la importancia que tiene la investigación científica en el área de las matemáticas, expresó el doctor Adolfo Sánchez Valenzuela. El investigador, miembro de la  AMC desde 1993, explicó que detrás de todas las actividades profesionales y comerciales, detrás de todos los inventos y desarrollos tecnológicos, a todas las escalas, hay matemáticas. Apuntó que mientras que EU gradúa anualmente a mil 200 doctores en matemáticas al año, en México apenas se alcanza la cifra de 35. El problema, en gran medida, afirma, es cultural. Elevar el nivel de las matemáticas a todos los niveles de enseñanza en México es un problema urgente pero difícil de resolver en el sentido de que no tiene una solución simple y de corto plazo; requiere de acciones y estrategias coordinadas a varios niveles por periodos de tiempo considerables. Explicó que esta incomprensión social ante el problema, dificulta e inhibe cualquier intento de solución real, pues ni siquiera los actores directamente involucrados (maestros y directivos) están conscientes de su magnitud ni tienen la formación para enfrentarlo; no parece un problema soluble con simple “superación académica”; requiere de un cambio generacional. “Para enfrentar el problema de manera profunda, y a largo plazo, se requiere de una decisión institucional, o de Estado, para impulsar el desarrollo de las matemáticas a todos los niveles”. Sánchez Valenzuela manifestó que si las matemáticas fueran fáciles de comprender y asimilar, no tendríamos los índices de reprobación que tenemos. Si los profesores de matemáticas enseñaran las matemáticas como lo que son —un lenguaje para razonar y construir de manera creativa soluciones a problemas concretos— y no como suele enseñarse en el mejor de los casos —como una caja de herramientas, trucos y fórmulas para aplicar como si se tratara de recetas de cocina— nuestra realidad sería otra.

Pero otro problema es que no hay trabajo, a pesar de que los pasados presidentes de los últimos 40 años siempre han prometido que se crearán suficientes empleos, esas promesas no se han cumplido. Muchos de los científicos simplemente no encuentran trabajo en México, ni con credenciales en el extranjero ni con las palancas familiares:

Durante tres años, Pablo viajó por Brasil, Austria, Argentina y Estados Unidos. Su propósito era buscar trabajo como científico. En su recorrido también tocó las puertas de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Nacional de Ciencias Genómicas y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, y aunque a sus 35 años llevaba bajo el brazo su título de posdoctorado en Biología por la Universidad Rockefeller, no lo logró y abandonó el país. Ni las relaciones de amistad o académicas de su papá, el historiador de El Colegio de México Jean Meyer, contribuyeron a que encontrara un empleo. Hoy, su mayor “frustración” es sentirse “rechazado” en México. Aunque su deseo es regresar, dice que “para eso hay que hacer un programa. No sólo es volver. Tengo un amigo que regresó a Monterrey (Nuevo León) y no consigue dinero para hacer investigación”. Funcionarios de la ciencia en México como Arturo Menchaca, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, y Jorge Flores, titular del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia proponen establecer un mecanismo de carácter institucional para lograr la repatriación de jóvenes científicos.

¿El problema es el dinero? No necesariamente, un ejemplo de ello:

El magnate mexicano Carlos Slim invertiría unos 10.000 millones de reales (5.400 millones de dólares) el año próximo en Brasil para reforzar su negocio de telefonía en la mayor economía de América Latina, dijo el martes la prensa local. Las inversiones de Slim serán destinadas principalmente a la operadora de telefonía móvil Claro, a la de telefonía fija Embratel y al proveedor de televisión por cable Net.

Es necesario crear nuevos laboratorios y centros de investigación (por todo el país):

Con la visión de evitar la fuga de cerebros y vincular desde el origen a ingenieros especializados con la empresa aeronáutica, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) inauguró el primer Laboratorio Franco-Mexicano de Formación de Ingenieros y de Apoyo a la Innovación. "La innovación requiere de conocimientos básicos. Nos han dicho que si hacemos ciencia básica nos alejamos de la sociedad. Este programa está ligado a problemas reales de la industria, como mejoras en diseños, procesos de producción, materiales, enfocado a la aeronáutica. Se modela en computadoras y luego se prueba en el laboratorio:

De nuevo surge la propuesta de crear más burocracia en el gobierno federal para el tema de la ciencia, la tecnología y la investigación. ¿Resultará o tendría los mismos resultados que tienen hasta el momento las secretarías federales actuales?

Una secretaría de Ciencia que impulse la investigación, que unifique a las ciencias exactas,  sociales, tecnología, cultura y humanidades fue la propuesta que se generó en la mesa redonda ¿Qué hacer con las cienciasy con las humanidades" en el segundo día de la reunión general de Ciencia y Humanismo organizada por la Academia Mexicana de Ciencias. "Mientras mayor sea el nivel de visibilidad de la ciencia mejor, tiene que estar muy cerca del tomador de decisiones, en este caso el presidente", dijo el científico y Premio Nacional de Ciencias Adolfo Martínez Palomo . "Me parece absurdo que esté separado, es una necesidad para actualizarnos. Lo que pasa con el Sistema Nacional de Investigadores es igual con el de Creadores; con una buena secretaría con visión unitaria, sintética, quizá se puede mantener Conaculta, pero que haya una Secretaría de Ciencia tanto las naturales como las sociales, yo creo que esto es una condición para nuestro futuro", dijo la también Premio Nacional de Ciencias y Artes, Juliana González Valenzuela. En 2005 se eliminó de la estructura de la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica, la parte científica y tecnológica, de ahí la importancia de crear la dependencia.

Ejemplos de la investigación en México:

Un grupo de neurólogos mexicanos realizan terapias de reprogramación cerebral para disminuir los efectos causados por la muerte de neuronas ocasionadas por trastornos cerebro-vasculares originados por padecimientos como embolia, mal de Parkinson o traumatismo.Neurólogos especializados en robótica y medicina biónica comenzaron, hace menos de un año, a aplicar novedosas terapias basadas en reactivar las neuronas periféricas dormidas y suplir, en lo posible, las funciones de las neuronas muertas. La técnica permite al paciente recobrar funciones como hablar, caminar y ejecutar razonamientos complejos que se perdieron por una enfermedad o accidente en el pasado. Pavel Loaeza, coordinador del área de neuro-rehabilitación del Centro de Evaluación y Rehabilitación Biónica y Robótica (Cerebro), explicó que es posible reactivar varias neuronas y que estas suplan las funciones de las que se perdieron a través del uso de tecnología de vanguardia, como una mano biónica que se conecta a un software que analiza el funcionamiento del cerebro y muestra la forma en la que se estimula el sistema nervioso central. Uno de los aspectos fundamentales de este tipo de terapia robótica, biónica y tradicional es que logran que bebés nacidos con daño cerebral detengan, por ejemplo, las discapacidades que desarrollarán en los primeros seis años de vida. El especialista explicó que por lo regular son infantes que carecen de lenguaje o lo tienen demasiado limitado, así como la movilidad, ya sea parcial o completa del cuerpo, y principalmente tiene imposibilidad de aprender e interactuar con otras personas.


Un grupo de investigadores instaló en México el primer banco de cerebros de América Latina para estudiar una de las mayores interrogantes para la ciencia: el Alzheimer. Este mal es un padecimiento degenerativo e irreversible del sistema nervioso central que afecta a 10% de los mexicanos mayores de 65 años. Este centro se une a otros dos lugares que realizan investigaciones similares en Estados Unidos e Inglaterra. En el laboratorio  está ubicado en el Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional.

¿Y tú que tipo de país deseas tener? ¿Te gusta la ciencia y la tecnología?




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