Desde 1960 los gobiernos federales de México abandonaron a la educación superior ya que la consideraron como una fuente de insurgencia y de lucha política. El viejo régimen se concentró en aumentar la matrícula de la educación básica pensando que tener a millones de ciudadanos trabajando en las fábricas era suficiente para alcanzar el desarrollo económico.... para mala fortuna de millones de mexicanos, el mundo desarrollado dejó atrás a las fábricas y creó una nueva organización empresarial que basa su desempeño económico en el conocimiento. Dejando en el tercer mundo a países como México que se contentaban con tener una industria basada en la transformación de materias primas en objetos. Al dejar al garete a las universidades públicas, la sociedad mexicana pensó que una solución serían las universidades privadas para formar a la élites políticas y empresariales. El asunto es que las universidades privadas parecen más un bachillerato grandote que una institución de educación superior. Hoy en día, grupos de empresarios se dan cuenta de que no tenemos nada para abordar el siglo XXI:
Las élites del país se olvidaron de la educación pública al pensar que con llevar a sus hijos a instituciones privadas se iba a solucionar el problema, pero hoy la escuela privada es igual de mala que la pública, sostuvo el presidente de la fundación Mexicanos Primero, Claudio X. González Guajardo. Aseguró que la culpa de la situación actual en la que se encuentra la educación en México es de todos y destacó la necesidad de poner un equilibrio al sindicato magisterial cuyos dirigentes, señaló, se están pertrechando para defender sus prebendas.
Algunos abusaron, unos se equivocaron y unos lo permitimos con nuestra omisión, pensando que con llevar a nuestros hijos a escuelas privadas teníamos resuelto nuestro problema. Les tengo noticias, la escuela privada es igual de mala que la pública en México. Las élites no nada más se olvidaron de la educación pública, se olvidaron de la educación de sus hijos y eso sí está muy serio, lamentó.
Insistió en que sólo con la participación de la ciudadanía será posible lograr un cambio y advirtió que si los ciudadanos no alzan la voz el gobierno no lo hará, porque en materia educativa las soluciones no son de corto plazo, pero sí los problemas.
La educación superior en México es de mala calidad, no puede ofrecer las herramientas para el siglo XXI y tampoco el número necesario de egresados:
En México, 45% de los jóvenes terminan una licenciatura con insuficientes habilidades y manejo inadecuado de conocimientos requeridos en el perfil de egreso de sus carreras, reveló el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán. El funcionario precisó que, no obstante, entre 2010 y 2011 el porcentaje de alumnos que obtuvieron testimonio de sobresaliente o satisfactorio aumentó en promedio de 47 a 55%. Tuirán advirtió que “el futuro ya nos alcanzó, y viene un verdadero maremoto en los próximos 10 años” para este sector, por lo que de no invertir entre 22 mil y 32 mil millones de pesos adicionales al año en educación superior México se sumirá en la “sociedad de la ignorancia”, antes que en la “sociedad del conocimiento”. Aseguró que en una década —entre 2012 a 2021—, el país necesita hacer el 80% del esfuerzo realizado en toda la historia de la educación superior para ampliar la equidad, la calidad y la pertinencia de las oportunidades educativas en este nivel. “Tan sólo para avanzar en 60% de cobertura al 2021, se necesita incorporar por año a 10 mil 500 docentes adicionales. Hoy se cuentan, dijo, con 80 mil profesores en el nivel superior”.
Las escuelas privadas siguen reproduciendo el vetusto modelo virreynal de preparar señoritos, dueños de tierras, y damitas, esposas fieles de los señoritos. Sus modernas instalaciones responden a los designios de la poco interesante realeza latinoamericana (copia de la aristocracia española). No se prepara a los jóvenes mexicanos para resistir el tsunami del cambio tecnológico, ni del empuje de las naciones del oriente que están saltando al siglo XXI como Gengis Khan:
Al hacer el primer diagnóstico sobre la calidad de los servicios en instituciones particulares, la Secretaría de Educación Pública (SEP) encontró que sólo 16 de 925 universidades, escuelas o colegios superiores, esto es 1.7%, cuentan con “condiciones sobresalientes”, con mejora continua, para formar a los profesionales que requiere el país, sin embargo, el resto, 909 planteles, requiere mejoras o acciones “urgentes”. La evaluación requerida a mil 262 instituciones a través del Ejercicio de Transparencia y Evaluación de la Calidad 2012 que creó la SEP sólo fue atendida hasta ahora por 925 planteles, de los cuales 49.2% requiere mejoras; 20.4% necesita intervenciones “importantes” y 93 instituciones (10%), que se hacen llamar, entre otras, universidades, requieren acciones “urgentes” para garantizar servicios educativos de calidad. El 70% de la matrícula escolar en instituciones con reconocimiento de la SEP atiende a menos de 400 alumnos; sólo seis tienen más de 10 mil alumnos; 149 planteles son “pequeños” con más de 500, pero menos de mil 499 estudiantes. La SEP sólo ubicó 38 planteles “medianos” (mil 500 a 3 mil 999 alumnos) y a 18 instituciones privadas “grandes” (que atiende entre 4 mil y 9 mil 999 estudiantes). De los 133 criterios que la SEP estableció como “deseables” asociados a la “operación y aseguramiento de la calidad”, y con los que se midió a esos 925 planteles de educación privados, sólo 1.7% de las escuelas obtuvo calificación de “sobresaliente”. El reporte señala que no sólo se requieren mejoras a la infraestructura sino también en la capacitación de profesores, la integración del plan de estudios, e incluso en el establecimiento de acuerdos para el intercambio internacional. Con estas acciones, la SEP arrancó la operación de un portal para que padres de familia y estudiantes, en especial, conozcan las condiciones de las instituciones particulares que cuentan con un reconocimiento de validez oficial a nivel federal.
En lo que va de esta administración se han evaluado 7 mil 100 programas impartidos en instituciones de educación superior privadas, y se han denegado otros 3 mil 100 Reconocimientos de Validez Oficial de Estudios (Rvoe), informó Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Superior.
En entrevista, luego de participar en la 62 asamblea general ordinaria de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (Fimpes), destacó que 90 por ciento de las universidades particulares con Rvoe federal, otorgado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), se ubican en los niveles uno y dos de calidad en una escala de cinco; es decir, que funcionan sólo con los requerimientos que establece la ley, y un 10 por ciento se ubica en los tres niveles superiores de excelencia académica.
De acuerdo con cifras de la dependencia, 33.2 por ciento de la matricula nacional de educación superior estudia en universidades privadas, es decir, cerca de un millón 180 mil jóvenes, de los cuales 635 mil se encuentran entre las familias de más altos ingresos.
Mientras tanto, los gobiernos federales siguen empeñados en dejar de invertir en la educación superior:
El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, aseguró que mantiene unainterlocución permanente con una autoridades de la Secretaria de Hacienda y Crédito y Público (SHCP) para evitar que las reservas presupuestales aplicadas a universidades públicas se conviertan en recortes.
¿Y el futuro? Ya no es de esperanza como ocurrió en el año 2000. Para México, en su empeño por no dejar en los libros de historia el virreynato de la Nueva España, el futuro solo es la pobreza:
El director de la oficina en México de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Thomas Wissing, afirmó que la mayoría de los jóvenes, aun aquellos con elevados niveles educativos, enfrentan el pago de salarios sin prestaciones, lo que que propicia una vejez con pobreza. Destacó que 6.7 millones de integrantes de este sector en América Latina se encuentran en el desempleo, aunque tengan altos niveles de formación. Agregó que naciones como México enfrentan ungrave problema que no han sabido sabido capitalizar, pues tienen la mayor generación de jóvenes en edad productiva con capacidad de impulsar el desarrollo del país, ante un futuro en el que cada vez habrá más adultos mayores. Rodolfo Tuirán Gutiérrez destacó que de los 36.6 millones de jóvenes que hay en el país, 19.5 por ciento no estudia ni trabaja. Además, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2010, de cada 100 menores que ingresan a la primaria, 97 de ellos la concluyen, pero sólo 21 de cada 100 que logran cursar una licenciatura terminan sus estudios.
Indicó que la mayoría de los jóvenes que trabajan perciben bajos ingresos y no cuentan con prestaciones, pues 95 por ciento de ellos ganan menos de seis salarios mínimos.
Sin educación pública de buena calidad, sin educación privada de buena calidad. Parece que los mexicanos fueron invadidos en 1960 por los extraterrestres de la serie de TV V; lagartos gigantes más interesados en comerse a los humanos que en crear la buena convivencia en el universo. La pobreza está a la vuelta de la esquina....
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