El mundo ha cambiado, las formas del espectáculo también son diferentes y la manera en cómo se disfruta de la música. En el presente, los grandes foros, conciertos multitudinarios son una gran fuente de ingresos para promotores, artistas y músicos que pueden acceder a este nivel. En la última década los foros que ofrecen entretenimiento musical ha crecido en forma exponencial:
En oferta musical, México ya se encuentra dentro de los tres primeros lugares a nivel Latinoamérica y a la altura de los diez primeros mundialmente en oferta musical. La cifra es presumida por artistas y promotores. "Los últimos diez años la industria de entretenimiento y la cantidad de bandas que se han presentado en la ciudad de México han crecido exponencialmente. Entonces, si uno mira hoy en día la cantidad de conciertos que se hacen en el Distrito Federal, es muchas veces mayor al 90 o 95 por ciento de las ciudades del mundo", comentó Andrés Méndez, promotor de artistas y organizador de espectáculos del Foro Blackberry.
En los últimos meses, espacios como El Plaza Condesa, Auditorio BlackBerry, La Arena Ciudad de México y, a partir del jueves, Pepsi Show Center se han sumado a la lista de inmuebles para conciertos. Estos espacios cuenta con capacidad para albergar a mil 500, 7 mil 600, 22 mil 300 y 4 mil personas, respectivamente.
Además, podrán utilizarse para realizar no sólo conciertos, también obras teatrales, exhibiciones, proyecciones y hasta conferencias.
Aunque en México la oferta de lugares siempre ha existido para todo tipo de artistas, en el último año se han abierto las puertas de recintos que tendrán que ofrecer un promedio de entre 90 y 150 eventos durante el año para recuperar la inversión y hacerlos rentables, según los voceros de los inmuebles. Diversos promotores señalan que la apertura de foros que tengan capacidades intermedias entre los 10 mil (cifra que opera el Auditorio) y los más de 3 mil (del Metropolitan) son indispensables para otra clase de shows con artistas en surgimiento.
Mientras el trabajo más profesional y relacionado con los grandes espectáculos tiene un fuerte auge, el gremio de músicos no tienen muchas oportunidades por problemas derivados de la violencia que provoca el cierre de negocios y la confinación de las familias en el hogar:
El gremio de los músicos ha sido uno de los más afectados por la violencia en Nuevo León. Sólo en el Barrio Antiguo de Monterrey, más de 400 se han quedado sin trabajo por el cierre de bares, peñas, discotecas, cafés y restaurantes, entre otros establecimientos, afirmó el líder de la Unión Filarmónica de Monterrey, Nepthalí López González.
Entre 100 y 200 músicos de planta que trabajaban en unos 10 grandes hoteles de la zona metropolitana también están desocupados, pues cuando bajan la ocupación sus servicios son de los primeros en desaparecer.
Igualmente quedaron sin empleo grupos que actuaban en salones de baile y bares que cerraron o fueron clausurados en las calles de Villagrán, Colón y Madero, en el centro de la ciudad, tras ser blanco de ataques de la delincuencia organizada. Por otra parte, La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), por conducto de la Secretaría de Extensión y Cultura, ha atraído a sus recintos a jóvenes y adultos que frecuentaban lugares de entretenimiento, con una amplia oferta de conciertos de música clásica y popular, presentaciones de libros, conferencias, recitales de poesía, exhibiciones de pintura, obras de teatro, talleres y demás actividades.
En ciudad de México, se ha regulado la venta de bebidas alcohólicas en la plaza Garibaldi. Este cambio tiene un fuerte impacto en la supervivencia de los mariachis en dicha plaza:
Aunque los mariachis de Garibaldi celebran la salida de los llamados botelleros que vendían alcohol sin restricción en la plaza, desde el comienzo de los operativos, el pasado 24 de octubre, los ingresos de gran parte de los músicos ya no les alcanzan ni para el pasaje.
La gente viene por su tequila y por una canción, y ahora sólo los que tienen dinero para pagar el Tenampa pueden echárselo.
El mariachi Cristóbal Rivera, quien toca la trompeta desde los 9 años de edad, propone que la venta de alcohol se lleve a cabo dentro de locales establecidos y que se permita usar vasos o envases desechables en la explanada. El trompetista, originario de Guerrero, quien ha enseñado trompeta a muchos mariachis que trabajan en Garibaldi, reconoce que algunos de los llamados botelleros cometían abusos en contra de los parroquianos.
Otros asiduos coinciden: “los botelleros los llenaban de bebidas, cuando ya no se podía negar, debido a la ingesta de alcohol, para luego cobrarles mucho y si no les pagaban, hasta los llegaban a golpear”.
Comerciantes establecidos señalan que las personas que vendían alcohol en la plaza ya eran amigos de la policía; tenían líderes, estaban organizados y era difícil controlarlos.
Sin embargo, los músicos han resentido como ningún otro trabajador de Garibaldí la falta de visitantes.
Es difícil calcular el número, pero nos llegaban a visitar de 5 mil a 6 mil personas y así había trabajo para todos; los que empezaban, los que no tenían un gran repertorio, los que usan trajes de charro vistosos o los que tienen sólo una guitarra. Ahora no llega ni la mitad, explica Cristóbal, quien desde hace 12 años se plantó un día a probar fortuna tocando solo su trompeta.
El músico detalla que antes de que se restringiera el consumo de alcohol en la plaza, un mariachi bueno podía ganar en promedio de 2 mil 500 a 3 mil pesos a la semana. Ahora sacan cuando mucho mil 500 y los que no son tan buenos se llevan como 600, si bien les va.
Ya ha desaparecido ese México que tanto se inventó y se promocionó en las películas de Pedro Infante y Tin Tan. Sin embargo, el sistema educativo parece seguir respondiendo a esa invención de los gobiernos post-revolucionarios. Ese México quedó en las canciones de José Alfredo Jiménez....
No hay comentarios:
Publicar un comentario