La política, la educación, la vida pública son un reflejo de nuestra cultura autoritaria y racista:
El ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, consideró que las expresiones de intolerancia contra los emos son producto del ejemplo que dan algunos adultos al solucionar sus diferencias. Dijo que los jóvenes no podrían resolver sus diferendos de otra manera, porque no se ha dado el ejemplo de que la democracia implica el diálogo. Llamó a los adultos a reflexionar, entender y respetar las expresiones juveniles. Destacó la importancia del trabajo educativo para respetar a niños y jóvenes y entenderlos en un diálogo horizontal y de intercambio, no en una dinámica de superioridad, en la que el adulto siempre tenga la razón.
A tres jardineras de donde se juntan los emos, en el Colegio de Bachilleres Plantel 2, hay un letrero escrito en papel ilustración que alguien quitó y otra persona volvió a colocar: “Salva el planeta, cuida el agua, planta un árbol y MATA A UN EMO”. Francisco R. pesa no más de 55 kilos. Sobre su cara cae un lacio fleco negro que le cubre la mirada. Usa pantalones entubados y tiene sonrisa ligera. Durante una semana, permitió que una fotógrafa y una reportera lo siguieran, para que, a dos meses de las agresiones contra esta tribu urbana en Querétaro y la Ciudad de México, conocieran cómo vive un emo.
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