Los requisitos para que una persona ponga en funcionamiento una estancia infantil de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) contrastan con los que pide el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS):
Para la secretaría es suficiente tener el grado educativo de secundaria. No pide experiencia en cuidado, y la atención a un menor le cuesta 700 pesos al mes. Al instituto, 2 mil 550. En las estancias subrogadas del IMSS las directoras deben tener licenciatura en pedagogía o en sicología educativa, y las asistentes deben ser educadoras o haber cursado carrera técnica en alguna escuela incorporada a la Secretaría de Educación Pública, que tenga reconocimiento en enseñanza inicial En esas estancias particulares y vecinales, que dan servicio al gobierno, el cuidado a un menor significa una inversión de 2 mil 550 pesos, lo cual es insuficiente, ya que se requeriría 27 por ciento más. La atención incluye nutrición, salud y pedagogía, y se cumple la norma 167 de asistencia social.
Sobre la diferencia de los recursos entre las guarderías del IMSS y las de la Sedeso –las primeras destinan 27.4 por ciento más que las segundas–, Lía Limón, directora de políticas públicas, afirma: “el monto no hace más eficiente a una que otra. No es competencia. Se complementan, dada la demanda en el país, y no son sólo los 700 pesos, sino la cuota de responsabilidad que fija cada estancia”. El presupuesto de este año para el renglón es de mil 499 millones de pesos.
Parece que cada instancia tiene un concepto distinto de calidad educativa y de los derechos de los niños y las niñas. El programa de guarderías parece más relacionado a un programa de creación de trabajo, sin importar, que adolece de un servicio educativo para los niños y las niñas que son atendidos. Al fin que importa, ya que los críos son chiquitos y no protestan... ni se van acordar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario