El sector educativo de la educación básica tiene una mayoría de trabajadoras:
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), en México, alrededor de un millón 34 mil mujeres trabajan en el sector educativo, lo que representa 63 por ciento del total en el sector, en el cual sólo se desempeñan 610 mil hombres. En el contexto del Día del Maestro, el instituto precisó que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo arroja que en las localidades urbanas la proporción de maestras respecto a maestros también es mayor, pues ellas representan 64.1 por ciento y los maestros 35.9, mientras que en las localidades rurales disminuye un poco (59 y 41por ciento). El Inmujeres refiere que el papel de las mujeres en el sector educativo es “de vital importancia en la vida de los niños y adolescentes, ya que tienen que combinar su rol de maestras con el de madres de familia, e incluso hasta sicólogas de sus alumnos”.
Sin embargo, todavía existe la inequidad de género; las mujeres ganan menos:
En el país 1.6 millones de personas trabajan en la educación; de ellas, un millón son mujeres. La desigualdad de género, sin embargo, también se manifiesta en la educación: mientras los maestros perciben en promedio 7 mil 873 pesos mensuales, las maestras ganan 6 mil 375. Además de trabajar en las aulas, más de 60 por ciento del personal docente en el país, tanto hombres como mujeres, también realiza tareas domésticas; empero, mientras las maestras dedican un promedio de 22 horas a la semana al hogar, los maestros destinan sólo ocho.
Mientras en la educación preescolar, primaria y educación para adultos predominan las maestras, en secundaria, preparatoria y profesional la mayoría son maestros, reporta el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Los valores han cambiado en los últimos 25 años provocando transformaciones en la familia y trabajo:
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), los hogares encabezados por mujeres se han incrementado en el último cuarto de siglo, pues pasaron de 13.5% en 1976 a 20.6% en 2000. Eso representa que en la actualidad el número de familias lideradas por mujeres es de 4.6 millones, cuando en 1990 eran 2.8 millones. La población femenina cambió paulatinamente sus prácticas laborales y académicas, lo cual contribuyó en el notable cambio en las pautas reproductivas, pues cada vez las mexicanas tienen un menor número de hijos y en intervalos más espaciados; lo anterior propicia que ellas dediquen menos tiempo a la crianza y al cuidado de los hijos.
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