A pesar del discurso, los derechos de los niños y las niñas, en realidad, no son considerados de manera seria:
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos consideró que los niños que acuden a las estancias infantiles del ISSSTE corren riesgos al estar en contacto con sustancias químicas de las fumigaciones periódicas que se realizan en esos centros, las cuales pueden producir efectos mutagénicos, teratogénicos y carcinógenos, así como el retraso en el desarrollo de los sistemas nervioso, inmune y endocrino de los menores. Por lo que envió su recomendación 14/2008, al Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, y al director del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes Linares. La queja se presentó ante la CNDH el 7 de junio de 2006 por padres de familia, quienes tras reunirse en diversas ocasiones con autoridades del ISSSTE para solicitarles el cese de las fumigaciones no justificadas, recibieron como respuesta que el plan para los inmuebles del instituto no se modificaría, sin que mediara una explicación fundada y motivada de esa decisión.
Es tan sencillo regresar un siglo al pasado, cuando no existían ni datos,ni investigación en desarrollo infantil, y por supuesto, tampoco los derechos de los niños y las niñas:
Las guarderías y estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), que ofrecen a madres de escasos recursos servicios de “cuidado y atención” de sus hijos menores de cuatro años, violan el derecho a la educación inicial y pasan por alto la normatividad en la materia. El programa se puso en marcha hace 15 meses, a iniciativa de ejecutivo federal, y a la fecha han sido abiertas 6 mil 262 estancias, que dan atención a 139 mil 302 niños. “Con ese plan se chatarriza la atención, pero al gobierno le sale barato. Además, se deja a los niños en el círculo de la pobreza y la violencia. Es necesario hacer una evaluación de lo que ha ocurrido desde que se puso en marcha”, señalan las especialistas. Cuando el 11 de enero de 2007 en Chalco, estado de México, se abrió la primera guardería, el titular del ejecutivo federal dijo que éstas podrán “cuidar a los niños mientras las mamás trabajan. Ponerles juegos, educarlos con cosas muy sencillas, tenerlos tranquilos y entretenidos sanamente". La responsable del programa, Lía Limón, directora de políticas públicas de la dependencia, admite que no se busca dar enseñanza a menores de 4 años, ya que ésta se obtiene en prescolar. “Son sitios de cuidado y atención, no es un esquema escolarizado ni pretende serlo. De hecho, en las reglas de operación se establece la obligación de los padres de inscribirlos en prescolar cuando estén en edad.” A pesar de que sabemos que son “los niños más pobres y desfavorecidos no tienen acceso, por regla general, a los programas de atención y educación de primera infancia, aun cuando son los que más provecho pueden sacar de ellos en el plano de la salud, la nutrición y el desarrollo cognitivo”, asegura el informe más reciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario