La situación de las peligrosas guarderías se ve cada día más complicada. En realidad no cuentan con una norma oficial de protección civil. Por lo tanto, se pueden ignorar las cuestiones de seguridad:
El gobierno Federal carece de una norma oficial exclusiva para las guarderías del país. De acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Civil dependiente de la Secretaría de Gobernación, sólo se cuenta con la regulación (NOM-167-SSA1-1997), la cual está dirigida a la asistencia social de niños y adultos mayores. En dicha norma participan las secretarías de Educación Pública, Gobernación y el Instituto Mexicano del Seguro Social, entre otras dependencias, pero la Secretaría de Salud tiene la facultad de emitir y modificar el reglamento. Funcionarios de Protección Civil federal argumentan que la regulación de las guarderías depende también de sus ramales en cada entidad y municipio. Al revisar los requerimientos se constató que la guardería ABC, subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hermosillo, Sonora, y donde fallecieron 44 niños, no cumplía con uno de los requisitos básicos de seguridad.
Además, de inseguros e insalubres, los "corralitos infantiles" no poseen NINGÚN programa educativo. Lo único que ofrecen es un espacio (rogando a los santos que no se incendie) para "tener a los chamacos" mientras sus madres intentan sobrevivir la crisis con trabajos precarios:
Las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), establecidas para atender a niños de escasos recursos económicos, menores de cuatro años, omiten la educación inicial, a pesar de que se trata de un derecho de la infancia y de que entre el nacimiento y los tres años de edad se desarrolla 90 por ciento de las capacidades mentales de las personas. Las reglas de operación del programa fijan que "no se dará educación prescolar, trabajo social ni atención médica o sicológica", los servicios de cuidado, atención y alimentación infantil otorgados "no serán integrales". Los manuales dirigidos a las cuidadoras establecen únicamente consejos para el trato a los menores, explicó el pedagogo Gerardo Sauri, director de la Red por los derechos de la infancia.
A pesar de todas estas terribles características... no existe ningún culpable de la muerte "accidental" de 44 niños y niñas:
El coordinador de los senadores del Partido del Trabajo (PT), Ricardo Monreal, adelantó que en la próxima reunión de la Comisión Permanente del Congreso solicitarán la comparecencia del procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, para que explique por qué nadie será detenido en relación con la muerte de 44 menores durante el incendio de una guardería en Hermosillo. En tanto, el senador perredista Pablo Gómez exigió al funcionario que en lugar de exculpar a los responsables del siniestro en la guardería ABC, investigue y castigue a los responsables.
Pero, si indagamos con mayor detenimiento es posible encontrar que hay muchos culpables desde el gobierno local, el gobierno federal y hasta el congreso. Los indicios nos muestran el absoluto desinterés por los niños y niñas que viven en las condiciones más precarias. ¿Sigues pensando que tu político favorito se preocupa por tus hijos?
La bodega gubernamental en la que inició el incendio que provocó la muerte de 44 niños de la guardería ABC, era rentada por la Dirección de Recaudación del gobierno de Sonora en medio millón de pesos al mes a José Manuel Matiella Urquídes y servía para almacenar placas vehiculares, de acuerdo con un informe de la Secretaría de Hacienda estatal. En la relación oficial obtenida mediante la Ley de Transparencia, se observan los costos de otras bodegas que también son rentadas por la dependencia estatal. Ninguna se acerca ni a la mitad de los 496 mil pesos “más IVA” que pagaba el gobierno por la bodega siniestrada.
En la Cámara de Diputados, la 60 Legislatura tuvo un interés omiso sobre la situación de las guarderías en el país durante casi tres años de gestión, y aunque hacia el final de sus trabajos recibió una iniciativa de reformas a la Ley General de Educación, a fin de imponer una Norma Oficial Mexicana (NOM) a las estancias infantiles de servicio de particulares, la remitió a la congeladora. Por lo menos, seis millones de niños carecen de la seguridad social, ya que sus madres trabajan sin prestaciones, por lo que sólo pueden ser atendidos en guarderías particulares, para las cuales no hay un marco jurídico que certifique su operación. La constante es que la oferta de particulares de guarderías o estancias infantiles carezca de servicios de primeros auxilios apropiados en caso de accidentes, advierte el proyecto de reformas a la Ley General de Salud, que presentaron las diputadas Alliet Bautista y Sonia Nohelia Ibarra. En las guarderías de particulares, con la alta demanda de madres de familia que trabajan, se carece de condiciones adecuadas para atender a los menores de “lesiones, enfermedades, y alteraciones de todo tipo”. En ese marco de circunstancias, “han sido numerosos los casos en que se produce el deceso de menores por omisión o descuido”.
A la congeladora la norma oficial para las guarderías.... pero no olvidaron subirse el salario, mejorar sus prebendas y momios, su bono por retiro, etc.
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