En unas cuantas décadas, pasamos de un país desnutrido a ser un país de obesos. La mala alimentación y el cambio en la vida en las ciudades es consierado por el gobierno federal e instancias de salud como un grave problema:
Para el Instituto Mexicano del Seguro Social no hay vuelta de hoja: en México, el sobrepeso y la obesidad son la auténtica pandemia del siglo XXI. Así lo prueba el hecho de que las enfermedades asociadas a la gordura matan a 78 mexicanos y mexicanas cada día, y atender en hospitales el costo de estas afecciones le cuesta al país 19 mil 710 millones de pesos anuales. La sentencia la pronunció Santiago Echevarría Zuno, director de Prestaciones Médicas del IMSS, quien fue tajante: hoy, siete de cada diez mexicanos están pasados de peso, y a menos que se modifiquen radicalmente los hábitos alimenticios de todos, en diez años seremos el primer lugar mundial en este renglón, con nueve de cada diez personas oficialmente gordos.
De no disminuir la obesidad infantil, a futuro el sistema de salud del Distrito Federal no podrá absorber a todos los pacientes que tengan complicaciones en su estado físico por su peso excesivo. Armando Ahued, secretario de Salud de la capital, reconoció que 35 por ciento de los niños de entre cinco y 11 años padecen sobrepeso y obesidad. Esto a la larga puede tener repercusiones serias en la salud de los menores, pues quienes fueron obesos a los seis años, tienen 25 por ciento más probabilidades de desarrollar diabetes de adultos. Las probabilidades crecen a 75 por ciento en un niño que tuvo sobre-peso a los 12 años.
Buena parte del problema se encuentra en el tipo de alimentos que se ofrecen en los centros educativos del país:
Un estudio del Centro de Investigación en Ciencias Médicas de la Universidad Autónoma del Estado (UAEM) determinó que los niños consumen más de 10% de las calorías que requieren al día en en las “tienditas” de las escuelas, donde generalmente se les vende comida chatarra, refrescos, papas a la francesa, tacos dorados, enchiladas y otros platillos poco nutritivos y con alto nivel de carbohidratos. Juan Osvaldo Talavera Piña, autor de la investigación, consideró que las tienditas escolares son responsables del alto grado de obesidad que presentan los niños y ante esta situación consideró que estos establecimientos deben prohibirse o regularse. El subsecretario de Salud del gobierno del estado de México, Gabriel O´shea Cuevas, consideró como positiva la propuesta de los investigadores para que las tiendas escolares “o se prohiban o se reglamenten”.
No se sabe a ciencia cierta que tipo de contratos existen entre la SEP las empresas que venden productos con alto nivel de carbohidratos y grasas:
La organización no gubernamental El Poder del Consumidor denunció que la Secretaría de Educación Pública (SEP) insiste en no difundir los contratos o acuerdos con los cuales empresas como Coca-Cola, Pepsi o Bimbo participaron en programas escolares relativos a la alimentación entre 2000 y 2008.
1 comentario:
para el Sobrepeso yo he escuchado del Badefem de More Pharma
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