México tiene 11 122 km de litorales repartidos en dos vertientes: al occidente, el océano Pacífico y el golfo de California; y al este, el golfo de México y el mar Caribe. A pesar de ello, se conoce muy poco de los asuntos marinos, no se ha desarrollado una ciencia madura:
México recibe el impacto de un maremoto con olas de un metro cada cinco años, pero aquellos que provocan daños, tanto en comunidades como en el ecosistema, con oleajes de tres a cinco metros de altura, golpean nuestras costas con una recurrencia que va de los 25 a los 50 años, explicó Priyadarsi Debajyoti Roy, investigador del Instituto de Geología (IGl) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El académico, junto con Elena Centeno, directora del instituto, se ha dedicado a investigar cómo se han registrado estos fenómenos en el pasado, en un proyecto de colaboración entre la UNAM y la Universidad Anna, de la India. Se trata de una labor muy importante porque, aunque estos fenómenos han ocurrido siempre, el país apenas tiene registros de hace poco más de un siglo, mientras naciones como Japón los han consignado desde hace más de mil 500 años.
Construir una sociedad basada en el conocimiento requiere más que promesas, y un país que dedica más tiempo a documentar los olvidables discursos de sus políticos que los asuntos científicos está condenado a administrar la pobreza.
1 comentario:
no me gusta su pag no tienen nada
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