Desde hace un rato, las autoridades educativas, los docentes y las familias piden que las escuelas enseñen valores. Dos puntos para la reflexión: 1) la escuela enseña valores tales como la obediencia y el sobrevivir en los recreos; 2) los valores no se enseñan como una asignatura se viven. Por eso, la obediencia y la ley de la selva se aprenden en la escuela.
La sociedad mexicana ve con horror la violencia, la exclusión, la inequidad, la corrupción, el autoritarismo. El asunto es que esto no se aprende en la escuela, son los valores que vive la sociedad. Y el problema seguirá peor porque dentro de la ingenuidad de la sociedad mexicana se pide que la escuela elabore asignaturas en donde los valores son contenidos escolares y no prácticas escolares:
La Secretaría de Educación Pública (SEP) revisará la enseñanza de civismo y ética en la educación básica, así como los textos de ambas asignaturas, ante los resultados en las aulas que muestran que gran parte de los estudiantes no han asimilado la llamada “pedagogía de los valores”. Según el Estudio Internacional de Evaluación Cívica 2009, 27% de los niños mexicanos, “demostró no tener conocimiento de los principios básicos de educación cívica y ciudadana, lo que los imposibilita para identificar claramente situaciones de justicia e injusticia y su importancia en el contexto social”. De acuerdo con los resultados de la prueba Enlace 2009, 57.1% de los alumnos de primaria y el 44.3 de secundaria se ubican en los niveles de desempeño insuficiente y elemental en civismo y ética.
Tal es la presión para la escuela que un ex secretario de Educación Pública pide que se aumente el tiempo dedicado a la enseñanza del civismo y ética en las escuelas. Ya que se pierde el tiempo en asignaturas como español y matemáticas:
Aunque 86 por ciento de los estudiantes de secundaria dijeron que en un futuro votarán en elecciones nacionales, sólo 15 por ciento expresó su disposición a participar en organizaciones juveniles afiliadas a un partido o a un sindicato, de acuerdo con el Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana (ICCS). El informe de la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo estableció que México ocupa el lugar 31 de 36 países en conocimiento cívico de los alumnos, que probable o definitivamente no votarán. Por debajo de nuestro país sólo se encuentran República Dominicana, con 381 puntos; Paraguay, con 397 puntos; Indonesia, con 397 puntos; Guatemala, con 410 puntos, y Tailanda, con 415 puntos. México logró 419 puntos, en tanto Finlandia ocupó el primer sitio, con 521 puntos. El ex titular de la Secretaría de Educación Pública José Ángel Pescador expresó que las escuelas están marcadas por la desigualdad, por lo que habría que empezar por dar mayor tiempo a la formación en esta materia, ya que 65 por ciento de la jornada se la llevan las asignaturas de matemáticas y español.
La escuela mexicana se caracteriza porque no puede ayudar a los estudiantes a aprender el español y menos las matemáticas. Y todavía se pide que la escuela sea más ineficaz al pretender enseñar valores como asignaturas. La solución no está en la escuela, está en crear condiciones para que la sociedad mexicana practique los valores al fomentar la democracia, la convivencia social, el respeto a los derechos humanos, la transparencia, el castigo a la corrupción, etc. Valores inexistentes en muchas instituciones de gobierno y de la sociedad civil. Tampoco se practican mucho en las familias.
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