México es uno de los países de América Latina más rezagados en materia de cobertura universitaria, pues el porcentaje de alumnos atendidos está muy por debajo de la matrícula alcanzada, incluso en naciones que enfrentan condiciones económicas difíciles, como Cuba y Argentina, afirmaron especialistas en educación superior. Ante la situación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la cual de 115 mil aspirantes lograron ingresar poco más de 10 mil, señalaron que no podemos permitir que el peso en el incremento de la matrícula recaiga en una sola universidad, aunque sea una de las mejores de América Latina.Seguir con una política que no responde a las necesidades reales de la población que demandará su acceso a instituciones de educación superior de calidad, es cancelar el futuro de muchas generaciones, pero también del país. Carlos Muñoz Izquierdo, catedrático de la Universidad Iberoamericana y ex director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de esa casa de estudios, afirmó que ante la urgencia de fortalecer el sistema de educación superior del país parece que hay un repliegue del Estado, que alienta el crecimiento de una oferta educativa de baja calidad.
Las metas del gobierno federal parecen bastante mediocres:
Mientras el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, espera cumplir la meta de 30% de cobertura en la educación superior para 2012, el rector de la UNAM aseguró que el titular de esta instancia no debe conformarse con lograr este objetivo, porque en este momento es casi de 28% y plantearse un aumento de dos puntos porcentuales en tres años es muy pobre. En vez de limitarse a cumplir esta meta, el rector planteó a Lujambio ir más allá y determinar los mecanismos para tener como mínimo 50% de cobertura para 2018.
Universidades privadas también piensan que es necesario aumentar la cobertura:
En la Universidad Iberoamericana (Uia) se realiza el encuentro de los 180 rectores de las universidades jesuitas en el mundo. Se encuentra de visita en México Adolfo Nicolás Pachón, padre general de la Compañía de Jesús. Afirmó que, frente a un mundo donde abunda la información, prevalece una creciente superficialidad que propicia generaciones de jóvenes menos preparados para la vida académica y sin una visión crítica de la realidad. Enfatizó que es necesario dar nuevas herramientas a la juventud para construir un camino diferente y que no sean generaciones atrapadas en la depresión o el desempleo porque no lograron ingresar a la universidad. Debemos recuperar la imaginación y crear nuevas soluciones, pues advirtió que de lo contrario estaremos renunciando a nuestro futuro.
Sin embargo, la cosa no es sencilla. El territorio mexicano sigue siendo una fábrica de desempleados, y especialmente, de desempleados ilustrados que han estudiado alguna licenciatura:
Emmanuel Romero, de 27 años, no concluyó la carrera de Comunicación. Una de las razones, dice, es que no le encontró sentido obtener una licenciatura si “en este país los licenciados son choferes de taxi”. Ha trabajado en atención al cliente para compañías de servicio, con un salario de 8 mil pesos mensuales, “lo mismo que ganan otros que sí acabaron la carrera”, ataja. Lo peor de esto es que la percepción de Emmanuel se sustenta con números. Y es que el panorama para los jóvenes que concluyen una licenciatura es desalentador. Hasta el último semestre del año pasado, 391 mil profesionistas estaban desempleados, lo que representa un crecimiento de 31 por ciento con respecto a 2007. Y peor aún, 26 por ciento que sí encuentra trabajo es con salarios “precarios”, pues ganan hasta 3 salarios mínimos y uno de cada 10 no tiene prestaciones de ley, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública.
Las llamadas ferias del empleo... del gobierno del empleo, ofrecen cualquier cosa, menos empleo. El siglo XXI sigue su curso y los mexicanos lo verán pasar:
Las ferias del empleo fracasaron en su intento de incorporar a cientos de personas al mercado laboral. Bajos salarios, largas jornadas laborales, carencia de prestaciones sociales y poca o nula experiencia requerida en los puestos ofrecidos por las empresas participantes impidieron que 80 por ciento de las vacantes no se ocuparan, admitió Benito Mirón Lince, titular de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo. Al participar en el seminario-debate Política de fomento al empleo y protección al trabajo, señaló que el modelo económico vigente ha favorecido esta situación e impedido que la ciudad satisfaga la demanda de empleo calificado, pues a mayor nivel académico no corresponden mejores condiciones de trabajo o prestaciones sociales.
Mientras se siga pensando en soluciones parciales y no sistémicas seguiremos arrastrando los viejos problemas.
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