El tema de moda en educación superior es el asunto de la inseguridad. Los medios describen al territorio mexicano como un país ocupado por un ejército invasor, cualquier semejanza con Irak es pura coincidencia. Rectores y estudiantes piden detener la espiral de violencia:
Los rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), José Narro Robles y Rafael Rangel Sostmann, respectivamente, se reunieron para discutir propuestas conjuntas contra la violencia y la inseguridad que enfrenta el país, problemas que han causado inclusive la muerte de varios estudiantes. Narro subrayó que detrás de la violencia, del crimen organizado y de la inseguridad hay asuntos de fondo que tienen que ser atendidos, como la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades para los jóvenes. El rector de la UNAM informó que los planteamientos que generen ambas instituciones se llevarán a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies). Compartimos las preocupaciones sobre los temas de la seguridad y convenimos hacer acciones conjuntas dentro de la Anuies (para) analizar cómo podemos aportar en un tema que preocupa a las comunidades universitarias, y a toda la sociedad.
En su próxima reunión, la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES) solicitará a las autoridades reforzar la seguridad en los planteles de educación universitaria del país. El rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias condenó los hechos de violencia en universidades del norte del país, donde estudiantes han perdido la vida en supuestos enfrentamientos entre el Ejército y la delincuencia organizada, como ocurrió en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). “Basta ya de violencia. Los universitarios debemos salir a la calle para salvaguardar la seguridad de la comunidad”. Aseguró que la seguridad será una demanda prioritaria de la ANUIES, frente a los episodios de violencia que se reportan en las entidades de la frontera con Estados Unidos. No es su propósito pedir presencia militar ni un régimen policiaco en las universidades del país, sino reforzar los operativos de vigilancia para garantizar la seguridad de la población estudiantil. Arias Lovillo dijo que en la reunión con rectores de las universidades del país analizarán el tema de la inseguridad y la violencia para diseñar una propuesta que permita salvaguardar la integridad de las instituciones de educación superior y de las comunidades universitarias.
Con la premisa “¡Despierta México, Queremos Proponer!” más de un centenar de estudiantes de diversas universidades de todo el país iniciaron una estrategia para que entre todos los mexicanos en general, y los universitarios en particular, se modifique de raíz la política de seguridad que tiene a la sociedad “amedrentada, acorralada, y esto ya no se puede tolerar más así”. Antonio Atollini Murra, estudiante de Ciencia Política del ITAM y coordinador de este nuevo grupo, advirtió que “basta ya, ni un estudiante más, ni un mexicano más. Nadie más (muerto) con esta política de seguridad. “Nosotros sabemos que debe ser diferente —añadió molesto—. Reformular la política de seguridad es lo que aquí todos estos estudiantes críticos de esta sociedad tratan de hacer para cambiarla.” Estos alumnos de educación superior le pidieron a la ciudadanía su participación; para ello, recorrieron este viernes —por las banquetas, sin alterar el tránsito en ningún momento— las avenidas de Reforma y Juárez, desde el Ángel de la Independencia, hasta el Hemiciclo al Benemérito de las Américas, donde culminó su caminata de protesta. Yoshio Ávila, de Relaciones Internacionales del propio ITAM, explicó lo que se busca con el concepto, “que a aquella parte crítica de la sociedad que parece estar aislada, rezagada, en reposo, despierte su conciencia. Queremos darle a nuestro país una postura comprometida, responsable, seria, propositiva, constructiva”. Los alumnos de la UNAM, la Ibero, ITAM, Las Américas, los tecnológicos de Monterrey en varios campus y otros planteles privados y públicos, portando una camiseta negra en la que se leía “¡Ni 1 Más!”, mostraron sus dudas de que el Ejército esté dando resultados.
Apremiado por el secretario de Educación, Alonso Lujambio, a ser breve, un joven del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey hilvanó rápido su exigencia al gobierno federal para que se deje de discursos, esclarezca el asesinato de los dos estudiantes en un enfrentamiento de policías con delincuentes. Vienen diciendo que nos van a entregar un informe y eso no ha aparecido. Queremos saber qué pasó con esas muertes, soltó Armando Ramírez, estudiante de doctorado en ciencias sociales en dicha institución, en referencia a esos homicidios y el de la ingeniera Sandra de la Garza, quien pereció en un tiroteo entre una banda de secuestradores y el Ejército.
La lista sigue creciendo:
El pasado miércoles 21 de abril un estudiante más se sumó a la lista de asesinados en la capital del estado de Nuevo León. En esta ocasión se trató de Víctor Castro Santillán, quien estudiaba en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) dentro de un programa de intercambio entre esa casa de estudios y la UNAM, institución de la que provenía el joven alumno de sicología. Como lo aclara un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México, “Víctor Castro, brillante estudiante del octavo semestre de la Facultad de Psicología de esta casa de estudios, se encontraba en la capital regiomontana en el marco del Programa de Movilidad Estudiantil que existe con la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)”. La UNAM reprobó, de nueva cuenta, la violencia que lastima profundamente a la comunidad universitaria y, desde luego, a la sociedad en su conjunto.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, 29 personas fueron asesinadas en esta localidad fronteriza, entre ellas cuatro estudiantes –dos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y dos del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica–, así como ocho jóvenes que fueron fusilados en un bar. La Subprocuraduría de Justicia Estatal, zona norte, informó que tres de los cuatro alumnos fueron identificados como Cristián Iván Orozco Sapién, de 19 años; Pedro Efraín Soteno Fierro, de 18, y Manuel Isaac Torres Magallanes, de 19. No precisó a qué plantel pertenece cada uno.
Entre las balas y el desempleo no se ve un futuro promisorio para los jóvenes mexicanos.
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